Resumen

La Inteligencia Artificial (IA) Generativa es un subcampo de la IA que está revolucionando los mercados y las industrias debido a su capacidad para producir y recrear, entre otras funciones, el lenguaje natural y las interacciones de tipo humano. Este informe explica por qué la IA generativa es significativamente distinta a la IA y qué países que encabezan la carrera de la IA en términos de inversiones privadas, patentes y publicaciones. 

Las conclusiones apuntan a que la dinámica de la competencia entre Estados Unidos (EEUU) y China también se está plasmando en la carrera por la IA Generativa, donde ambos países figuran siempre a la cabeza de las clasificaciones. Mientras que China es líder en propiedad intelectual y patentes, EEUU domina en capital riesgo e inversiones en mercados de alto riesgo. Sin embargo, los proyectos actuales de IA tienen alcance mundial y código abierto sin derechos de propiedad intelectual asociados, lo cual dificulta para las empresas custodiar los desarrollos en el campo de la IA generativa. 

El hecho de que la IA Generativa sea tan subversiva obedece también a su fuerte componente de uso dual, con potencial para influir tanto en los mercados como en la seguridad nacional. Estas implicaciones están siendo abordadas en los foros internacionales a nivel multilateral con un debate en torno a los derechos digitales con esta nueva tecnología.

Pese a tener un limitado desempeño en aquellos ámbitos en los que EEUU y China son líderes claros, la Unión Europea (UE) tiene el potencial de liderar el debate sobre sus implicaciones en términos de derechos y de seguridad a través del Reglamento de Inteligencia Artificial y sus esfuerzos continuados por forjar acuerdos de cooperación con otros países afines no pertenecientes a la UE, como Corea del Sur, EEUU, India y Japón.

Avanzar en el debate y la aproximación política al efecto de la IA Generativa en la escena internacional: una necesidad apremiante

Pese a no ser una cuestión excesivamente explícita, la evidencia demuestra que China y EEUU compiten por liderar el desarrollo de la IA Generativa a escala mundial. Sin embargo, para ganar la carrera cada país se vale de sus propios instrumentos. Así, mientras que China lleva ventaja en términos de propiedad intelectual y patentes, posee un amplio número de start-ups especializadas en IA Generativa y está desarrollando un sólido ecosistema de empresas, EEUU permanece a la cabeza en cuanto al volumen de inversiones que se destina a este vector tecnológico, normalmente en forma de estructuras de capital riesgo que invierten en mercados de alto riesgo caracterizados por una incertidumbre y un impacto potencial elevados.

El efecto de la IA Generativa es tridimensional y entraña tanto desafíos como oportunidades. En el ámbito de la seguridad, guarda relación con sus aplicaciones militares, su efecto sobre los procesos de toma de decisiones dentro de la comunidad de la inteligencia y la proliferación de las amenazas híbridas basadas en ella, como los deep fakes y la manipulación e interferencia de información extranjera (FIMI). En el campo de la economía, la IA Generativa puede dar lugar a nuevas colaboraciones intersectoriales e interindustriales que favorezcan su desarrollo. Al mismo tiempo, puede convertirse en un ámbito de competencia con patrones similares, como la concentración del mercado. En lo que respecta a los derechos y la gobernanza global, en los últimos dos años –especialmente en 2023– los principales foros han empezado a crear mesas de trabajo sobre el efecto de la IA Generativa. A través de ellas, se han tocado temas como el futuro del trabajo y el impacto sobre los derechos humanos. Sin embargo, sigue siendo necesario un mayor grado de desarrollo para generar debates políticos amplios y que permitan establecer principios, hojas de ruta y planes de acción.

La UE debería desempeñar un papel relevante en este escenario. Según revelan los datos, la UE se encuentra por detrás de otras regiones desde el punto de vista económico (número de grandes empresas y start-ups de IA Generativa). Además, está perdiendo la carrera del capital riesgo y podría no conseguir situarse entre las tres grandes potencias mundiales. La Unión sí ha avanzado en lo que respecta a las implicaciones de esta tecnología para la seguridad y los derechos con la creación de un marco de obligaciones en tres niveles en su Ley de IA y también está contribuyendo a los debates sobre la cuestión en los foros internacionales. Sin embargo, debería profundizar en la conversación sobre la IA Generativa a través de sus asociaciones tecnológicas bilaterales con países de su confianza y otros socios afines. Ser la primera en actuar podría dar a la UE ventaja en el ámbito de la política exterior tecnológica y, además, permitirle acordar principios comunes con otras partes e influir en mayor medida en la agenda internacional.


Ver también: The geopolitics of Generative AI: international implications and the role of the European Union.

Imagen: Dos procesadores de unidades de procesamiento gráfico (GPU) con un montón de chips alrededor en una placa base. Foto: Igor Omilaev (@omilaev).