GAIA-X: ¿oportunidad para la soberanía digital europea?
En el debate todavía sin resolver sobre la soberanía digital europea, GAIA-X ofrece oportunidades, retos y discrepancias.
En el debate todavía sin resolver sobre la soberanía digital europea, GAIA-X ofrece oportunidades, retos y discrepancias.
Se ha generado cierta confusión alrededor del fondo de recuperación europeo tanto en sus cifras con en las condiciones.
Esta reflexión colectiva obedece a la preocupación por los efectos del COVID-19 sobre la Defensa. El diagnóstico y las recomendaciones se centran en los efectos directos a corto plazo, sin entrar en repercusiones a mayor plazo que exigirán otra reflexión posterior.
¿Mantendría Silicon Valley su creatividad e innovación con un modelo de trabajo en remoto impuesto por la lucha contra la pandemia del coronavirus?
La pandemia del coronavirus está generando una recesión de la globalización de una profundidad nunca vista por nadie que esté hoy vivo.
El trazado por móvil de infectados por el coronavirus puede ser un elemento decisivo en la lucha contra la pandemia, pero plantea retos de privacidad y confianza a los que es necesario responder con pedagogía y respetando una serie de principios.
Al final los bots rusos, chinos u otros pueden generar mucha injerencia e interferencia, pero poca influencia política real.
En la actual crisis por el COVID-19, el ciberespacio y el complejo mundo de lo digital constituyen terrenos de experimentación.
La COVID-19 es común a toda la UE, y requiere soluciones comunes que garanticen un adecuado control sanitario y una revitalización económica sin los errores de la última crisis financiera, totalmente distinta de la crisis actual.
Cuando veo al norte de Europa pelearse con el sur sobre cómo mitigar el impacto de la epidemia del coronavirus, me siento dividido en dos.
Posibles tendencias, en el mundo y en España a raíz de la crisis del coronavirus. Políticas aplicadas y sus consecuencias (temporal, económica y social, política, y geopolítica)
Ante la crisis del coronavirus hay a la vez una sobreexposición a la información, que el director general de la OMS ha calificado de “infodemia”.