Lecciones aprendidas sobre la (in)capacidad de las fuerzas armadas rusas en Ucrania
Las primeras lecciones aprendidas muestran que las fuerzas armadas rusas no están preparadas para llevar a cabo operaciones a gran escala en Ucrania.
Las primeras lecciones aprendidas muestran que las fuerzas armadas rusas no están preparadas para llevar a cabo operaciones a gran escala en Ucrania.
Desde el comienzo de la guerra los objetivos políticos y estratégicos de EEUU y la OTAN han pasado de ayudar a Ucrania al abastecimiento de armas.
Los Estados europeos necesitan permanecer hombro con hombro e invertir conjuntamente, para cumplir con la promesa de proteger sus intereses.
Todo apunta a que Suecia y Finlandia solicitarán la adhesión a la OTAN, justo a tiempo para la histórica cumbre de junio en Madrid.
¿Es razonable detenerse a considerar si la islamofobia constituye o no un factor que produce radicalización yihadista en países occidentales?
¿Cuál es el balance actual de los tres niveles –político, estratégico y táctico– del conflicto en Ucrania y qué perspectivas hay de un acuerdo de paz?
La invasión militar de Ucrania puede analizarse como un conflicto armado particular o puede integrarse en el contexto de la confrontación geopolítica.
Europa ha avanzado significativamente en los últimos tiempos en su unificación y capacidad, pero a la vez se ha atado más a EEUU.
Vladimir Putin define su actuación en Ucrania como una “operación especial militar”, evitando el uso de la palabra guerra.
A pesar de que Serbia ha votado a favor de la condena de la invasión rusa de Ucrania, Belgrado no ha hecho ningún gesto para cambiar su política exterior.
Hay políticos y analistas franceses que no pueden dejar de sucumbir a la fascinación por la Rusia de Putin, algo que recuerda a la actitud de Voltaire.
El Consejo Europeo elaboró un concepto estratégico llamado “brújula” para el desarrollo de la seguridad y defensa durante los próximos 10 años.