Lo que hay que mirar en estas elecciones europeas
Estas elecciones europeas marcarán un nuevo tiempo más complejo, pero con nuevas posibilidades para frenar y hacer retroceder a los nacional-populismos.
Estas elecciones europeas marcarán un nuevo tiempo más complejo, pero con nuevas posibilidades para frenar y hacer retroceder a los nacional-populismos.
La explosión de conectividad se deja también sentir en las elecciones en India, en las que el nacionalista Narendra Modi se juega su futuro.
La celebración o no de elecciones europeas en el Reino Unido el 23 de mayo puede constituirse en una divisoria de aguas para la política británica.
Europa se ha quitado el velo de lo que Macron ha llamado la “ingenuidad europea” hacia China, aunque no por ello esté más unida ante el coloso asiático.
La Comisión Europea propuso un 3% sobre lo que obtienen las plataformas digitales vía publicidad y venta de datos, un impuesto conocido como tasa Google.
La política industrial no es algo nuevo en Europa, pero el nivel de urgencia y ambición ha aumentado sobremanera. Ha de ser europea y europeísta.
La sociedad y la política europeas se han llenado de nostálgicos que piensan que el pasado –sin precisar cuál– fue mejor que el presente.
Cuando China se debilita, el mundo se estremece. El actual debilitamiento de su economía está preocupando a las europeas, y lo hará también a la de EEUU.
Sea con un nuevo fondo europeo o reformando los existentes, es necesario que la UE y los Estados miembros gestionen los efectos de la revolución tecnológica.
El anuncio de Donald Trump de la retirada militar unilateral de fuerzas de EEUU de Oriente Medio supone un paso más en su desestabilización.
El Brexit era un tema esencialmente político, pero la política británica no puede resolverlo. No ya el acuerdo de salida, sino lo que vendrá después.
La globalización y la revolución tecnológica van de la mano, de forma ya inseparable. Pero es necesario que ambas giren en torno a la persona humana.