El presidente Obama, su discurso en West Point y el Índice de Presencia Global de Real Instituto Elcano

El presidente Obama, su discurso en West Point y el Índice de Presencia Global de Real Instituto Elcano

Para reducir la posible perplejidad del lector ante un título tan abigarrado, es necesario empezar diciendo que no es la primera vez que el presidente Obama utiliza el auditorio de la Academia Militar de West Point para desvelar decisiones importantes sobre la política exterior y de defensa de EEUU. Lo hizo el 1 de diciembre de 2009 para anunciar que empezaría a retirar sus tropas de Afganistán 18 meses después y anunciar el envío de 30.000 soldados de refuerzo, y ahora lo ha vuelto a hacer el 28 de mayo de 2014 para anunciar el fin de una época en la que EEUU proyectó su poder militar participando en numerosas y costosas “aventuras militares” sin sopesar debidamente sus consecuencias. En 2016 las últimas tropas estadounidenses darán por concluida su presencia militar en Afganistán.

Su relación con el Índice Elcano de Presencia Global se explica porque ese índice permitirá medir si ese discurso se traduce o no en un repliegue real de la presencia militar de EEUU en el mundo. Para los que no estén familiarizados con su metodología, el Índice Elcano mide la proyección exterior efectiva real de los países en distintos ámbitos. Según su metodología, la proyección militar de un país se traduce en el número de militares desplegados en misiones internacionales y bases en el extranjero, así como en la disponibilidad de equipos militares especialmente diseñados para la proyección, como los portaaviones, fragatas, cruceros, destructores, submarinos de propulsión nuclear, buques de proyección anfibia, aviones de transporte estratégico y aviones cisterna. El indicador militar del Índice no mide el poder militar de un país sino el carácter expedicionario de sus fuerzas armadas y su voluntad de estar presente en la arena de la seguridad internacional disponiendo del equipo y la estructura necesaria para ello.

En su discurso, el presidente Obama desgrana las razones económicas, políticas, sociales y de seguridad por las que EEUU debe reducir su aportación al intervencionismo liberal que han venido practicando, con mayor o menor ambición, todas las administraciones estadounidenses de las últimas décadas. Si se acude a la edición del Índice Elcano de Presencia Global de 2014, elaborado mucho antes del discurso presidencial, se verá que los indicadores anuncian la tendencia que ahora se confirma verbalmente. En él se observa que EEUU es el país que más ha decrecido en sus indicadores de presencia militar debido a las grandes reducciones de tropas en los despliegues de misiones internacionales y bases registrados a partir de 2012 según refleja el Gráfico 1. Otros países como los que se recogen en el Gráfico también han retirado tropas de las grandes misiones como Afganistán, pero no alcanzan la cifra de EEUU en cuanto a las reducciones de tropas en bases fuera de sus fronteras.

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Gráfico 1. Variaciones negativas de presencia militar, 2012-2013: porcentaje de reducción sobre el valor agregado del índice de presencia militar de EEUU. Fuente: Índice Elcano de Presencia Global, 2014.

Lo anterior no pone en peligro la hegemonía de EEUU en el índice de presencia militar porque como el presidente Obama ha manifestado en el discurso, no tiene ningún competidor que pueda hacerle sombra. En el Gráfico 2, EEUU lidera el ranking de presencia militar de forma abrumadora y lo seguirá haciendo aunque reduzca sus medios de proyección o sus despliegues de tropas al ritmo actual.

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Gráfico 2. Presencia militar. Fuente: Índice Elcano de Presencia Global, 2014.

Si acaso, EEUU podría, incluso, aumentar el valor de su indicador si algún día se contabilizan las capacidades más modernas de proyección que ahora no se contabilizan. Desde el momento que se pone fin a un modelo de proyección de fuerzas como el que menciona el presidente Obama y se opta por otro más discreto con menos presencia de soldados y más presencia de tecnología, en futuras ediciones del Índice habrá que cambiar de metodología contable para medir la presencia militar en sus nuevas manifestaciones. El carácter expedicionario de las fuerzas armadas se medirá por la cantidad de sistemas de inteligencia, vigilancia, adquisición de blancos y reconocimiento (ISTAR en sus siglas inglesas) con las que cuentan. Los satélites de imágenes y posicionamiento, los aviones de alerta y control, los vehículos aéreos no tripulados de largo alcance, las fuerzas de operaciones especiales o las capacidades cibernéticas, entre otros medios, también ayudarán a proyectar el poder militar. Seguramente, el concepto de presencia militar cambiará radicalmente cuando los países dispuestos a proyectar su poder militar incorporen las nuevas tecnologías y –también hay que decirlo– cuando los países candidatos a ser escenarios de proyección accedan a los equipos que deniegan el acceso o la presencia de los anteriores a sus territorios.

En el mismo discurso el presidente Obama apunta a otras modalidades de proyección a la que habrá que buscar una forma de contabilizar en el Índice de Presencia Global. Por un lado, y para reducir la presencia de soldados sobre el terreno, la asistencia a aliados y socios se orienta a que desarrollen sus propias capacidades de autodefensa y hagan innecesario, o reduzcan, la necesidad de que terceros proyecten su poder militar. Por otro, pone bajo mando militar el control de los medios de actuación que se están empleando en misiones encubiertas a cargo de los servicios de inteligencia, con lo que esos medios entran en los inventarios militares y acabarán pasando a las bases de datos del Instituto de Estudios Internacionales y Estratégicos (IISS en sus siglas inglesas) de Londres, que es de donde el Índice de Presencia Global del Real Instituto Elcano nutre sus indicadores.

El retraimiento de la presencia militar de EEUU que venía reflejando el Índice de Presencia Global se ha visto certificado por el discurso del presidente Obama. Los cadetes que estaban presentes, y sobre todo sus familiares, se habrán alegrado del cambio de modelo de proyección, pero bajo la globalización, esos cadetes no tendrán que proyectarse fuera de su país para ponerse en peligro porque los riesgos también buscan una presencia global.