Alemania juega con fuego en Chipre
Alemania ha decidido jugar con fuego, y los demás países podríamos terminar por pagarlo muy caro.
Alemania ha decidido jugar con fuego, y los demás países podríamos terminar por pagarlo muy caro.
El sábado 16 de marzo los países de la zona euro cruzaron otra línea roja que ellos mismos se habían autoimpuesto al principio de la crisis: aplicar pérdidas a los depositantes para abaratar la factura de un rescate demasiado elevado para el tamaño de la economía chipriota.
Las condiciones del rescate obligan a los depositantes más pobres a ayudar a los más ricos.
Bajo la decisión de lanzar este “Partenariado para el comercio y las inversiones transatlánticas” subyacen elementos económicos y geopolíticos.
Los últimos acontecimientos ponen de manifiesto que la Zona Euro al parecer es que es mucho más flexible y pragmática de lo que parece, que está dispuesta a pensar en soluciones originales para ir salvando los sucesivos escollos de la crisis del euro y que el tratamiento diferenciado que da a los países es eminentemente político.
En los últimos meses, el temor a los conflictos cambiarios ha vuelto a lo más alto de la escena internacional. Los principales bancos centrales de los países avanzados han dejado claro que van a poner en práctica políticas monetarias heterodoxas ultra expansivas.
Este comentario Elcano repasa las opiniones de algunos grandes economistas (Koo, Krugman, Posen, etc.) sobre las nuevas políticas de Japón.
Las oportunidades en el exterior no sólo están en los mercados maduros sino también en regiones que experimentan una aceleración de su ritmo de crecimiento como África.
El nuevo primer ministro de Japón, Shinzo Abe, anunció sus intenciones de política económica: un importante estímulo fiscal, una política monetaria aún más expansiva que la actual, una estrategia de crecimiento sustentada en el apoyo del Estado y en la desregulación de algunos sectores, y una política deliberada de dejar caer el yen para favorecer al sector exportador.
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