Libia, negro sobre negro
Hoy el panorama es tan desolador que ya no es exagerado comparar a Libia con Somalia, como un ejemplo más de Estado fallido.
Hoy el panorama es tan desolador que ya no es exagerado comparar a Libia con Somalia, como un ejemplo más de Estado fallido.
Las turbulencias políticas y el malestar social fueron dos de los principales rasgos que definieron a los países del sur y el este del Mediterráneo durante 2014. Es altamente probable que lo sigan siendo en 2015. España, como único país de la UE fronterizo con el mundo árabe, se juega mucho en la evolución de su vecindario meridional.
Libia está al borde de convertirse en un Estado fallido y representa una grave amenaza para su vecindario mediterráneo, europeo, árabe y saheliano.
Si consolidar un alto el fuego en el Este de Ucrania va a resultar difícil, más lo será preparar una paz.
Yemen es cualquier cosa menos un estado funcional marcado por fuertes fracturas internas.
La “gota” rusa pone a prueba el deseo de acomodación y apaciguamiento de la mayor parte de los vecinos occidentales, invita a romper la unanimidad sobre las sanciones y alimenta el pulso que Rusia mantiene con Occidente.
Tras el fallecimiento de Abdalá Abdelaziz, cabe cuestionar cuántos hoy (dentro y fuera de Arabia Saudí) habrán gritado entusiasmados “viva el rey”.
El autoritarismo, la represión, la injusticia, el rechazo del Otro y las verdades absolutas son la amenaza real para la convivencia, allí y aquí.
Análisis pormenorizado de la “crisis ucraniana” con la perspectiva que nos brinda la distancia temporal, del “año después”, de los acontecimientos que surgieron en torno al Maidan en Kiev.
Benjamin Netanyahu decidió reventar la coalición que Likud mantenía con otros 4 socios de gabinete, abocando al país a nuevas elecciones en marzo de 2014.
Una vez más, las provocaciones, la violencia y la venganza se apoderan de Jerusalén. De nuevo, el lenguaje de la amenaza y la represalia sustituye al diálogo y a la esperanza.
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