España aprovecha la crisis energética para redoblar su apuesta europea por el hidrógeno verde

Tanque de hidrógeno verde para la energía renovable

El gobierno de España ha aprobado en el último Consejo de Ministros del 11 de octubre de 2022 el “Plan + Seguridad Energética” para proteger a los consumidores vulnerables, reducir el consumo de gas e incrementar los esfuerzos de solidaridad con otros países europeos. El plan contiene 73 medidas enfocadas en lograr un ahorro energético que permita cumplir con los compromisos adquiridos por España en el Consejo de la Unión Europea (UE) del pasado 20 de julio de 2022. Aunque el documento busca trazar las líneas maestras para afrontar la crisis energética en el corto plazo, también contiene una mirada estratégica con implicaciones relevantes para el futuro papel de España en un sistema energético descarbonizado europeo. En particular, el Plan de Seguridad Energética manda una señal inequívoca sobre las ambiciones españolas en hidrógeno renovable, incrementando la dotación económica del Plan de Recuperación y proyectando a España como un futuro proveedor de hidrógeno en la UE. Se trata de un gesto político que confirma el cambio estratégico dado por España en materia de hidrógeno verde, pasando de un enfoque eminentemente doméstico y de desarrollo industrial plasmado en la Hoja de Ruta del Hidrógeno de 2020, a una visión más ambiciosa y actualizada a la nueva realidad geopolítica de la UE alineada con el REPowerEU.

Una de las propuestas más destacadas del plan es aumentar las exportaciones españolas por gasoducto a Francia de gas natural importado en la península Ibérica por metanero. España cuenta con un tercio de la capacidad importadora de gas natural licuado (GNL) de Europa, que en el actual contexto de desacoplamiento energético de Rusia ha incrementado su valor estratégico para muchos países de la UE. Para aumentar las exportaciones de gas natural a Francia a corto plazo, Enagás está habilitando el motocompresor de reserva de la interconexión gasista de Irún, lo que permitirá un incremento de cerca del 18% de la capacidad de exportación a Francia para finales de este año. A esta medida se une la reciente autorización alemana de importar gas natural proveniente de Francia, históricamente vetado por contener odorantes en la red de distribución y no ser apto para ciertos usos industriales. Ambas medidas permiten trazar las primeras líneas del incipiente corredor gasista península Ibérica-Alemania propuesto por Olaf Scholz y Pedro Sánchez en la Cumbre Hispano-Alemana de A Coruña en el contexto de una revitalización del eje Madrid-Berlín dominado por la política energética.

Para reforzar la seguridad de suministro de gas natural en la UE a largo plazo, el Plan de Seguridad Energética insiste en la construcción de un nuevo gasoducto que conecte España y Francia por la costa Mediterránea, el MidCat, que continuaría hasta la frontera con Alemania. Esta infraestructura podría estar disponible en 2025 y permitiría doblar la capacidad de exportación de gas natural desde España a Europa continental con 7.500 millones de metros cúbicos adicionales. En las últimas semanas, la relevancia de la península Ibérica como plataforma segura para la importación de GNL y gas natural proveniente del norte de África se ha incrementado con las acciones de sabotaje experimentadas en los ductos Nordstream I y II. El ataque a esta infraestructura crítica ha puesto en evidencia las vulnerabilidades europeas y la necesidad de generar una red energética mallada y resiliente, algo que sólo se puede conseguir con más interconexiones entre Estados miembros. Incrementar los flujos energéticos a través de los Pirineos es un viejo anhelo de España, que se autodefine como una isla energética junto a Portugal, tras décadas de desinterés (por no escribir oposición) por parte de Francia en cambiar esta situación. Ahora, con Francia sufriendo problemas de desabastecimiento eléctrico y Europa en plena crisis del gas, se abre una ventana de oportunidad para revertirla. El gobierno de António Costa también ha manifestado en repetidas ocasiones su interés por la construcción del MidCat y así lo expresó en el congreso del Partido Socialista Europeo (PSE) celebrado en Berlín el pasado 14 de octubre. La sintonía política de los gobiernos socialdemócratas de Alemania, España y Portugal puede ser fundamental para lograr un cambio de postura de Emmanuel Macron, quien prefiere optar por la construcción de nuevas interconexiones eléctricas a través de los Pirineos.

Para evitar costosos activos varados, el gasoducto MidCat se presenta como la piedra angular del futuro corredor ibérico del hidrógeno verde, ya que se construirá con las especificaciones necesarias para el transporte futuro de esta molécula, pudiendo transportar hasta dos millones de toneladas de hidrógeno en 2030. Tal y como indica el Plan de Seguridad Energética, esta nueva conexión permitiría exportar el equivalente al 20% de la producción de hidrógeno esperada en la UE en 2030 según el plan europeo RePowerEU, poniendo a España en el centro de los flujos europeos de hidrógeno descarbonizado. En España se producen actualmente 500.000 toneladas de hidrógeno gris a partir de reformado de metano, mientras que en toda Europa se producen unos 12 millones de toneladas. En un escenario tecnológicamente optimista para 2030, producir dos millones de toneladas implicaría instalar unos 14GW de capacidad de electrólisis a los que irían asociados unos 25GW de solar y eólica, lo que supondría un salto cuantitativo frente a los 4GW de electrólisis establecidos en la Hoja de Ruta del Hidrógeno española de 2020. En paralelo, el Plan de Seguridad acelerará la ejecución del PERTE de Energías Renovables, Hidrógeno Renovable y Almacenamiento, ampliando la dotación actual en 1.000 millones de euros adicionales para desarrollar nuevas capacidades industriales y tecnológicas que refuercen la autonomía estratégica del país.

Aprovechando el momento geopolítico, parece que el gobierno de España ha querido adelantar lo que podría suponer un gran incremento de los objetivos para 2030 de producción de hidrógeno renovable en la actualización de la Hoja de Ruta del Hidrógeno y de los objetivos de potencia instalada en energías renovables del PNIEC en 2023. El documento también refuerza la actitud constructiva mostrada por el Ejecutivo español durante la crisis energética europea y, en particular, la importancia que está cobrando el Corredor del gas natural e hidrógeno verde Ibérico en las relaciones hispano-alemanas. La colaboración entre ambos países es necesaria para lograr la aquiescencia francesa a un proyecto que no se ve con buenos ojos desde París. Francia apuesta por la autosuficiencia en hidrógeno bajo en carbono con un papel relevante para el hidrógeno de origen nuclear (rosa), y tiende a percibir el hidrógeno verde español como un futuro competidor en su propio mercado y los europeos. Además, al incrementar el nivel de ambición, España se alinea con los objetivos marcados por la Comisión Europea en el REPowerEU, que duplicó los objetivos europeos de producción e importación de hidrógeno descarbonizado para 2030. Uno de los grandes retos es lograr materializar estas ambiciones, lidiando con la falta de mano de obra cualificada, las tensiones en las cadenas de suministro y la todavía incipiente oposición social a ciertos proyectos renovables, principalmente eólicos.

Por último, España estaría mandando un fuerte mensaje a otros socios europeos en materia de autonomía energética e hidrógeno. En un momento en el que Alemania, Bélgica y los Países Bajos se han lanzado a firmar acuerdos futuros de importación, incluyendo subsidios, de hidrógeno desde América, África y Oriente Medio, la península Ibérica se presenta como un potencial suministrador de hidrógeno renovable con las máximas credenciales de gobernanza y sostenibilidad. Además, el MidCat ofrece una oportunidad adicional para la exitosa cooperación energética ibérica, ya que integraría el hidrógeno producido en Portugal en la cadena de valor española, a diferencia de la propuesta luso-neerlandesa de exportar hidrógeno verde por barco desde Sines al Puerto de Roterdam. España tiene la oportunidad de revalorizar su propuesta como suministrador de GNL, electricidad e hidrógeno renovable de la UE rompiendo su aislamiento energético y posicionándose como un país clave en las incipientes rutas de suministro energético del futuro descarbonizado que se extenderían hasta Portugal o el Norte de África. La crisis causada por la invasión rusa de Ucrania ha demostrado que España es un socio imprescindible para una transición energética europea geopolíticamente resiliente. Este nuevo contexto energético, muy diferente tan solo unos años atrás, es una gran oportunidad para avanzar en la agenda energética española, principalmente en la ejecución de nuevas infraestructuras a través de los Pirineos.


Imagen: Tanque de hidrógeno verde para la energía renovable. Foto: Markusgann.