New kids on the block: dinámicas de cambio en la representación española en el Parlamento Europeo, 2014-2019

New kids on the block: dinámicas de cambio en la representación española en el Parlamento Europeo, 2014-2019

Tema: La adscripción de la representación española en los distintos grupos políticos, con especial atención a los partidos minoritarios, que fueron los principales ganadores en las últimas elecciones al Parlamento Europeo.

Resumen:[1] Los resultados electorales de mayo de 2014 traen consigo muchas lecturas: algunas en clave nacional, otras en clave europea. Centrándonos en la primera dimensión, vemos como al mismo tiempo que el PP y el PSOE sufren una alarmante pérdida de votos que no les permite alcanzar el 50% del total de sufragios, existe un crecimiento notable en el apoyo electoral de otras formaciones, algunas de creación más reciente, como Podemos o Ciudadanos, y otras con algo más de recorrido, como es el caso de Izquierda Unida. Esta pérdida de apoyo de PP y PSOE cuestiona su poder dentro de sus grupos parlamentarios respectivos, fundamentalmente en el caso del PSOE, que pasa de ser el segundo al quinto partido del grupo. De manera inversa, en ALDE, GUE/NGL y Verdes/ALE, los partidos españoles han pasado a tener una relevancia que otrora no tenían.

Análisis:[2]: España es el quinto país en peso demográfico e institucional en la UE, tras Alemania, Francia, el Reino Unido e Italia, y también en el número de diputados enviados al Parlamento Europeo. Como muestra la Tabla 1, su posición en cada uno de los grupos parlamentarios en que se divide el Parlamento es muy diferente. Así, en el Partido Popular Europeo, la delegación española alcanza los 17 eurodiputados, ocupando la cuarta posición a nivel europeo. De la misma manera, en el segundo grupo en importancia, la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas, la delegación española logra 14 eurodiputados, convirtiéndose en la quinta a nivel comunitario.

En el grupo liberal, en el Verde/ALE, y en el de izquierdas, existe una representación de eurodiputados españoles no conocida hasta la fecha. Así, en ALDE hay ocho eurodiputados (cuatro por parte de UPyD, dos por Ciudadanos y otros dos de la Coalición por Europa –Convergència Democràtica de Catalunya y el Partido Nacionalista Vasco–); en GUE/NGL habrá hasta 11 (cinco de la Izquierda Plural, cinco de Podemos y uno de Bildu); por último, en los Verdes/ALE se comenzará la legislatura con un total de cuatro eurodiputados españoles. España, contrariamente a otros países europeos, no manda ningún diputado euroescéptico ni eurófobo a Bruselas. Así, ni en el grupo de los Conservadores y Reformistas ni en el de la Europa de la Libertad y de la Democracia de Nigel Farage, ni en el de los “No inscritos” hay representación española alguna.

Tabla 1. Resultados de las elecciones al Parlamento Europeo, 2014

Tabla 1. Resultados de las elecciones al Parlamento Europeo, 2014

Fuente: Parlamento Europeo, elaboración propia.

¿Bipartidismo en crisis?
La tendencia a extrapolar los resultados electorales de las elecciones al Parlamento Europeo como si de unas elecciones generales se tratase contiene sesgos interpretativos. La circunscripción provincial de las elecciones al Parlamento español, la tradicional mayor participación en dichas elecciones y el “voto útil” son solamente algunas de las claves que no permiten analizar estas elecciones en ese sentido.

En cualquier caso, como señalábamos previamente y como podemos ver en los Gráficos 1 y 2, la pérdida de votos de PP y PSOE es dramática en tan sólo cinco años, teniendo como consecuencia para España la transformación en uno de los países que más partidos políticos envían al Parlamento Europeo (un total de 10 contando únicamente las coaliciones electorales, y llegando hasta 17 si las desglosamos en los distintos partidos que las componen).

Si hacemos un análisis por grupos parlamentarios a nivel europeo, vemos cómo el vencedor en las elecciones, el Partido Popular Europeo, es también el grupo que recibe más eurodiputados españoles, con 16 escaños del Partido Popular y uno de Unió Democràtica de Catalunya (proveniente de la Coalición por Europa), quien logra representación en la cámara a diferencia de las anteriores elecciones (aunque está por ver si habrá colaboración entre los diputados de ambos partidos, con posiciones distantes en la política nacional).

Aunque se ha producido una caída en escaños de los eurodiputados conservadores españoles, estos se sitúan en la cuarta posición (empatados con los italianos) en importancia, tras Alemania (que mantiene su porcentaje pero amplía su ventaja respecto a la segunda delegación), Polonia y Francia. La gran bajada en escaños del Partido Popular Europeo (que pierde 53 escaños) provoca que los españoles sigan representando un 8% del total del grupo, a pesar del descenso sufrido en apoyo ciudadano en nuestro país. De hecho, por el descenso de sus homólogos de Italia y Francia, se han reducido las diferencias con los mismos, quienes han pasado de un 13% y 11% de escaños del PPE en 2009 a un 8% y 9% respectivamente.

En cuanto a los socialdemócratas europeos, el segundo grupo parlamentario en importancia, se ha reducido la distancia que los separa del principal partido europeo, el PPE, de los 78 a los 30 escaños, y eso a pesar de haber perdido cinco eurodiputados. Esto puede implicar una mayor fortaleza negociadora frente al grupo de centro-derecha, como ya se ve con el programa de gobierno de Jean-Claude Juncker,[3] que muestra una sensibilidad mayor respecto a los estímulos al crecimiento.

Además, los equilibrios de poder en el seno del partido han cambiado notablemente. De esta forma, el Partido Democrático del italiano Matteo Renzi fue el partido más votado en toda Europa, con más del 40% de votos en su país, traduciéndose eso en un impulso a su intento reformista en Italia, además de una mayor fuerza tanto en el Consejo Europeo como en su grupo parlamentario europeo, la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas, como ya ha demostrado al lograr que Federica Mogherini sea nombrada alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. Por su parte, los socialistas españoles son, junto a sus homólogos franceses, los grandes perdedores en este grupo parlamentario. De ocupar la segunda plaza en su grupo pasan a la quinta, por detrás incluso de Rumanía, y con únicamente 14 escaños.

Gráfico 1. Resultados en España de las elecciones al Parlamento Europeo de 2014

Gráfico 1. Resultados en España de las elecciones al Parlamento Europeo de 2014

Datos de 2014.
Fuente: elaboración propia.

Gráfico 2. Resultados en España de las elecciones al Parlamento Europeo de 2009

Gráfico 2. Resultados en España de las elecciones al Parlamento Europeo de 2009

Datos de 2009.
Fuente: elaboración propia.

Mejora exponencial en ALDE, Verdes/ALE y GUE/NGL
El que ha sido tradicionalmente el tercer grupo en el Parlamento Europeo, la Alianza de Demócratas y Liberales por Europa (ALDE), no ha logrado conservar su posición y le ha cedido la tercera plaza a los conservadores euroescépticos de ECR, liderados por los Tories de David Cameron. En estas elecciones, los liberales han perdido 16 escaños, fuertemente castigados por los nefastos resultados de los representantes alemanes y británicos, que lideraban el grupo en 2009.

Sin embargo, y para el caso de España, el número de representantes ha crecido exponencialmente, pasando de dos eurodiputados a ocho (en porcentaje, de un 2% a un 12%), siendo el país que envía más representantes al grupo. De los ocho, repiten dos eurodiputados: por Convergència, Ramón Tremosa, y por el PNV, Izaskun Bilbao, ambos insertos en la “Coalición por Europa”. Estos eurodiputados nacionalistas tienen una tradición de trabajo conjunto y no parece probable que la dinámica cambie a lo largo de la legislatura que acaba de dar comienzo.

Una importante salvedad hay que hacer en relación al resto de los eurodiputados españoles. Las enormes resistencias planteadas al ingreso de UPyD[4] y Ciudadanos en ALDE[5] por parte del eurodiputado catalán de Convergència, Ramón Tremosa (y en menor medida, de su compañera de coalición europea, Izaskun Bilbao, del PNV), dificultarán un entendimiento con los otros seis eurodiputados españoles que están en el grupo.

Además de su oposición al nacionalismo periférico, UPyD y Ciudadanos comparten la apuesta por reforzar la construcción europea y una idea federal para la UE que no debiera causarles muchos problemas a la hora de ponerse de acuerdo y colaborar en el seno del grupo. Una colaboración estrecha en el grupo parlamentario le proporcionaría a España seis eurodiputados con una influencia muy notable.[6]

De hecho, y como muestra de la importancia que podrían tener de cara al futuro estos dos partidos, y muy especialmente UPyD, por sus cuatro escaños, es que de formar parte del grupo de “No Inscritos” con Francisco Sosa Wagner como único eurodiputado han pasado a estar integrados en uno de los grupos más importantes del Parlamento Europeo, contando con una vicepresidencia del grupo en la figura de Fernando Maura y con una vicepresidencia del propio Maura en la Subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento.

No obstante, apenas unos meses después del comienzo de la legislatura y a cuenta precisamente del acercamiento a Ciudadanos, ya se han producido diferencias notables entre los propios diputados de UPyD, reflejadas tanto en la votación de Juncker como nuevo presidente de la Comisión como en la votación de la nueva Comisión Europea. Estas diferencias han provocado que en la práctica Maite Pagazaurtundúa y Beatriz Becerra trabajen juntas y de forma muy estrecha, mientras que por su parte Fernando Maura y Francisco Sosa-Wagner (quien ha acabado por renunciar a su acta de diputado y cuyo sustituto será Enrique Calvet, cercano al propio Sosa-Wagner) hagan lo propio entre sí y con los eurodiputados de Ciudadanos, pero no con sus compañeras de UPyD.

Gráfico 3. Resultados de ALDE en 2014
 

Gráfico 3. Resultados de ALDE en 2014

Datos de 2014.
Fuente: elaboración propia.

Por su parte, en el grupo de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica (GUE/NGL, por sus siglas en inglés) el salto cualitativo es espectacular, ayudado por su posicionamiento contrario a las medidas de austeridad que se han estado implantando en los últimos años en la UE, con especial importancia en los países del sur. Al lograr aumentar su presencia en 17 escaños, superando al grupo Verde/ALE, su visibilidad en el debate público se verá potenciada. En particular, Alemania mantiene el número de eurodiputados (ocho), pero su peso en el grupo se reduce de un 23% a un 15%. Grecia, por su parte, logra posicionarse en tercera posición, seguido muy de cerca por Francia e Irlanda, con cuatro eurodiputados cada uno.

En contraste, España es el país que aumenta de forma más espectacular su presencia, pasando de un único eurodiputado de IU que representaba un 3% del total del grupo a tener 11 (cinco de la Izquierda Plural, cinco de Podemos y uno de Bildu)[7] y representar el 21% del total del grupo parlamentario. En gran medida esto se debe al sorprendente e imprevisto (ningún sondeo ni tan siquiera se aproximó) resultado de Podemos, una formación que se ha aprovechado del descrédito de los partidos clásicos españoles y del perfil bajo de la campaña para colocarse en cuarta posición, muy cerca de la Izquierda Plural.

Este predominio de los diputados españoles no se ha visto por el momento reflejado en el reparto de puestos de poder dentro del grupo parlamentario, donde siguen mandando los alemanes y donde los eurodiputados nórdicos tienen una notable influencia –a pesar de estar en manifiesta minoría–, como muestra el propio nombre del grupo parlamentario. No parece arriesgado asegurar que la poca influencia de los españoles se debe a su inexperiencia en el Parlamento (para todos ellos se trata de su primera legislatura). En cualquier caso, se les ha intentado contentar con la simbólica nominación de Pablo Iglesias, auténtica estrella del momento y líder de Podemos, como candidato a presidente del Parlamento Europeo por parte de GUE/NGL. Aunque se trataba de un simple gesto, ya que se conocía de antemano que el presidente de la Cámara iba a ser Martin Schulz, Iglesias pudo, desde su escaño, defender una posición eurocrítica sobre el estado de la Unión.

El programa de Podemos, contrario al TTIP, al Tratado de Lisboa y a la actual política de gestión de flujos migratorios, no cuenta con un respaldo en el Parlamento Europeo que permita implantarlo. En cualquier caso, y como sucede con otros partidos europeos (UKIP, M5S, Front National y Syriza), su objetivo principal no es tanto llevarlo a cabo como demostrar a la ciudadanía española que ellos son distintos a populares, socialdemócratas y liberales, buscando de este modo lograr réditos en la política nacional de cara a las próximas elecciones generales.

Para ello, no han dudado en votar en el poco tiempo que llevamos de legislatura prácticamente en contra de todo lo que sean posiciones compartidas con los grupos ya mencionados,[8] incluyéndose por ejemplo la resolución de 16 de julio sobre la entrada de Lituania en la Eurozona, la del 18 de septiembre sobre la situación en Ucrania y las relaciones UE-Rusia, y la resolución sobre la desaparición de los 43 estudiantes mexicanos de 23 de octubre, por no señalar la posición contraria a la elección tanto de Juncker como la de su Comisión.

Está en la intención de Podemos el colaborar muy particularmente con los distintos partidos que conforman el grupo GUE/NGL y, en particular, con la Izquierda Plural.[9] De lograrse esta estrecha relación entre los 10 eurodiputados españoles, podría producirse un cambio de liderazgo a lo largo de la legislatura, pasando los representantes españoles a tener más protagonismo y peso específico en su grupo parlamentario.

Gráfico 4. Resultados de GUE/NGL en 2014

Gráfico 4. Resultados de GUE/NGL en 2014

Datos de 2014.
Fuente: elaboración propia.

En cuanto al grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea, éste pierde su cuarta posición (empatada con ECR) y cede al empuje de la Izquierda Unitaria Europea, que le adelanta, además de verse casi empatado con los eurófobos de la Europa de la Libertad y la Democracia. En particular, y en gran medida, la caída se debe a los malos resultados cosechados por los verdes franceses, que pasan de tener 14 eurodiputados a únicamente seis y a representar un 12% del total del grupo desde el 25% anterior.

Los eurodiputados españoles duplican su presencia en escaños y casi la triplican en porcentaje. En este grupo tienen cabida dos diputados de l’Esquerra pel Dret a Decidir (coalición liderada por ERC), un eurodiputado de la Izquierda Plural (en particular, de su marca en Cataluña, Iniciativa per Catalunya-Verts) y uno de Primavera Europea (Compromís durante la primera mitad de legislatura y EQUO durante la segunda), coalición de nuevo cuño que logra representación. Además, hay que destacar que habrá un quinto eurodiputado durante el último tercio de legislatura, desde el momento en que Ana Miranda, del BNG, sustituya a su compañero de Bildu (partido que ha decidido integrarse en GUE/NGL).

El escaño de la coalición Primavera Europea se dividirá a tiempos iguales entre Jordi Sebastià, de Compromís, y Florent Marcellesi, de EQUO.[10] El tiempo de la legislatura durante el que no ejerzan como eurodiputados trabajarán como asesores parlamentarios, con la dificultad añadida de que a pesar de que la coalición comparte grupo, no comparte partido, siendo Compromís parte de ALE, y EQUO parte de los Verdes. Esta lógica se repetirá en el caso de otro partido que es parte del grupo, el BNG, con el agravante añadido de que Bildu pertenece a otro grupo distinto, el GUE/NGL. Ana Miranda, del BNG, ejercerá como eurodiputada durante un año y cuatro meses, siendo asistente del representante de Bildu durante el resto de la legislatura y viceversa.

No parece que el aumento mencionado de eurodiputados españoles se vaya a traducir en que trabajen de forma conjunta haciendo valer su mayor presencia en la institución comunitaria. Así, lo más probable es que se constituyan de manera informal dos grupos claramente diferenciados: por un lado, el de los verdes (formado por ICV y EQUO); por otro, el de los nacionalistas (formado por ERC, Compromís y BNG), reproduciéndose a nivel español la existencia de esas “dos almas” del grupo Verde/ALE europeo y reduciéndose por tanto la capacidad de influencia, a pesar de contar con Josep-María Terricabras como vicepresidente del grupo parlamentario.

Sin embargo, donde sí que ha habido consenso por parte de los diputados españoles del grupo de los Verdes (junto con los de la Izquierda Unitaria Europea) ha sido en su activa denuncia de la candidatura de Miguel Arias Cañete a la cartera de Cambio Climático y Energía en la Comisión Juncker.

Tanto es así, que lanzaron una campaña que bajo el nombre “Stop Cañete” logró casi 600.000 firmas en contra de la elección del antiguo ministro de Agricultura español, a pesar de lo cual no lograron su objetivo de bloquear su confirmación como candidato. Dichos movimientos provocaron que el proceso de hearings (o audiciones) para confirmar su puesto de comisario fuera especialmente difícil para Cañete, quien además hubo de aclarar sus cuentas y vender acciones petroleras para no incurrir en incompatibilidades con su nuevo cargo.

Gráfico 5. Resultados de los Verdes/ALE en 2014

Gráfico 5. Resultados de los Verdes/ALE en 2014

Datos de 2014.
Fuente: elaboración propia.

Finalmente, es digno de mención que no solo todos los partidos políticos españoles han decidido optar por integrarse en los distintos grupos políticos de que consta el Parlamento Europeo, sin que haya ningún eurodiputado en los “No Inscritos”, sino que además, y siguiendo la tradicional apuesta por Europa de los españoles, ningún partido forma parte de una coalición euroescéptica, situándose todos en los distintos grupos pro-integración: PPE, S&D, ALDE, Verdes/ALE o GUE/NGL. Ni tan siquiera Vox (partido que se quedó a las puertas de lograr representación parlamentaria), en el caso de haber logrado los votos necesarios para estar en el Parlamento Europeo, hubiera escogido ser parte de un grupo euroescéptico.[11]

Conclusiones: No cabe duda alguna de que los resultados electorales de mayo de 2014 suponen una alteración del mapa político español en Europa. Gracias a unos espectaculares resultados y favoreciéndose del menor apoyo a PP y PSOE, los partidos minoritarios han aumentado su presencia en sus grupos, convirtiéndose en la delegación más numerosa en ALDE y GUE/NGL y la cuarta en Verdes/ALE, aunque esto no ha supuesto un mayor peso específico en los mismos hasta la fecha. El éxito e importancia de estos partidos en el seno de sus grupos dependerá de su habilidad a la hora de negociar y tejer alianzas, como ya se ha visto en los primeros pasos del nuevo Parlamento, y en particular de la capacidad de trabajar en equipo con los otros eurodiputados de su nacionalidad, tanto en el caso de UPyD y Ciudadanos como en el de Podemos y la Izquierda Plural, o, igualmente, en el de ICV y EQUO. En el caso particular de Podemos, parece claro que su objetivo principal no se encuentra tanto en hacer política en Europa como en utilizar su actuación en el Parlamento para hacer campaña de cara a las próximas elecciones generales en España.

Salvador Llaudes
Ayudante de investigación, Real Instituto Elcano | @sllaudes


[1] El autor agradece la colaboración de Patricia Gamarra, Ignacio Molina y Elisa Rodríguez en la elaboración de este análisis.

[2] Las siguientes entrevistas, llevadas a cabo durante el mes de junio de 2014, han servido para enriquecer la investigación sobre las dinámicas de cambio en la representación española en el Parlamento Europeo: Pablo Bustinduy (Podemos), Juan Carlos Girauta y Javier Nart (Ciudadanos), Florent Marcellesi (EQUO), Fernando Maura (UPyD), Ana Miranda (BNG) y Alejo Vidal-Quadras (Vox).

[3] A new start for Europe: my agenda for Jobs, growth, fairness and democratic change. Political guidelines for the next European Commission.

[4] Ya Fernando Maura alertaba en la entrevista de las enormes cautelas que tenían que tener, ya que se encontraban en plenas negociaciones para incorporarse a un grupo parlamentario.

[5] UPyD y Ciudadanos forman parte del grupo de ALDE desde el 17 de junio de 2014. Véase ALDE Group re-elects Verhofstadt as its leader and welcomes new members.

[6] En este sentido, Juan Carlos Girauta y Javier Nart confesaban en la entrevista realizada que apostaban por la fórmula 4+2 y no por la de 4 y 2, buscando de esta forma una cierta alianza estable con los eurodiputados de la formación magenta.

[7] El diputado de Bildu será sustituido por Ana Miranda, del BNG, cuando pasen tres años y seis meses, según las declaraciones de la propia Miranda en la entrevista llevada a cabo.

[8] Como se puede comprobar con la herramienta Vote Watch, que muestra el sentido del voto en cada una de las votaciones del eurodiputado Pablo Iglesias..

[9] Pablo Bustinduy, asesor de la formación en Bruselas, lo aseguraba así en la entrevista telefónica que le fue realizada.

[10] Palabras textuales del eurodiputado de EQUO a lo largo de la entrevista del pasado mes de junio.

[11] Según aseguraba el propio Alejo Vidal-Quadras al ser entrevistado.