¿Dónde está España? Análisis de la presencia global española desde una perspectiva geográfica

Mapa geométrico de España con una red de polígonos.
Mapa geométrico de España. Foto: blackred/ Getty Images.

Mensajes clave

  • Este ARI analiza la evolución de la presencia global de España, desagregada por regiones geográficas y principales socios en las mismas, contrastando los resultados con los objetivos de la Estrategia de Acción Exterior (2025-2028), donde España se define como “potencia euroatlántica y mediterránea que ejerza de intersección entre Europa y África y América Latina”.
  • España ocupa el puesto 13º en la clasificación 2025 de presencia global, por detrás de Italia y por delante de Australia. Los resultados muestran un notable crecimiento de la proyección exterior española desde los años 90, su interrupción con la Gran Recesión y una recuperación más sólida que la de muchos socios europeos tras la pandemia. No obstante, la presencia global de España sigue siendo menor que en 2010.
  • España proyecta esa presencia global principalmente hacia la Unión Europea y hacia el resto de Europa, una regionalización económica y blanda, pero también militar en el contexto del conflicto con Rusia. En la relación transatlántica, América Latina sigue siendo un destino relevante, aunque con menor peso que en 2005; mientras que Norteamérica –especialmente Estados Unidos– refuerza su peso en la proyección exterior española. Destacan también los vínculos con África, aunque diferentes entre el norte y el sur del continente y muy marcados por la participación en misiones internacionales, así como la escasa proyección hacia Asia. A pesar de la alta concentración hacia la Unión y el paulatino alineamiento de las prioridades de acción exterior, la presencia de España está hoy más diversificada que en los años 90.
  • El análisis de la contribución de las Comunidades Autónomas a la presencia global de España revela una alta concentración en Madrid y Cataluña, junto con una progresiva descentralización y mayor participación de otros territorios en distintos indicadores.

Análisis

La globalización atraviesa hoy su mayor periodo de incertidumbre desde los años 90. La narrativa del multilateralismo y del libre comercio ha sido reemplazada por la lógica de la seguridad estratégica y el proteccionismo, mientras el denominado sur global reclama un papel más activo en la reconfiguración del nuevo orden mundial. Además, existen crecientes dudas sobre si estamos ante una nueva bipolaridad encarnada en Estados Unidos (EEUU) y China, en la que la Unión Europea (UE) intenta postularse como contrapeso, o bien hacia diferentes multilateralismos regionalmente diferenciados. En definitiva, transitamos de la interdependencia global a la rivalidad geopolítica como ya mostramos en el análisis de la edición 2025 del Índice Elcano de Presencia Global.[1]

Recientemente, el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación ha publicado la Estrategia de Acción Exterior 2025-2028.[2] Este documento establece las prioridades tanto temáticas como geográficas de la acción exterior española en su conjunto, adaptándola a la actualidad geopolítica y al modo en que afecta a España y a sus relaciones con el resto del mundo. España se define fundamentalmente como “miembro de la UE de perfil atlantista”, con vínculos a otras regiones, particularmente a la “Comunidad Iberoamericana de las Naciones”, destacando su posición geográfica privilegiada dentro del contexto europeo, que le permite postularse como “potencia euroatlántica y mediterránea que ejerza de intersección entre Europa y África y América Latina”. En este marco, conviene analizar tanto la trayectoria de la presencia exterior de España como sus principales vínculos internacionales, a fin de evaluar en qué medida se corresponden con la Estrategia de Acción Exterior.

Para ello, nos apoyamos en el Índice Elcano de Presencia Global, una herramienta cuantitativa destinada a medir la globalización en sus distintas dimensiones. A través de ello, nos proponemos analizar, en primer lugar, la evolución de España en el proceso de globalización entre 1990 y 2024 en comparación con la evolución de otros países de nuestro entorno. A continuación, descomponemos geográficamente esa proyección exterior, tanto su cuantía como su naturaleza, para conocer de qué modo se relaciona con el resto de las regiones del mundo. Un ejercicio que ya realizamos en 2020 y que actualizamos ahora para situar la relación de España con otras potencias en el contexto postpandemia y de alta inestabilidad del orden internacional. Por último, calculamos la contribución de cada Comunidad Autónoma con el fin de conocer de qué modo contribuyen a la proyección exterior de España.

1. España en el Índice de Presencia Global

Con un valor de 319 puntos, España ocupa el puesto 13º en la clasificación 2025 de presencia global, por detrás de Italia y por delante de Australia. Mantiene esa posición desde el 2011, que es relativamente alta en comparación con su puesto en términos de PIB y de población –15º y 23º, respectivamente–. La evolución de la clasificación de presencia global es reflejo de los cambios geopolíticos producidos en las últimas décadas y muestra en consecuencia la paulatina pérdida de peso de las principales potencias europeas en favor de países asiáticos (Figura 1).

Como es sabido, España tuvo una transición más tardía a la democracia que otras potencias europeas y, con ello, ingresó en una comunidad internacional que ya había institucionalizado diversos mecanismos de cooperación multilateral. Desde los años 90, registra una intensa internacionalización que se refleja en el crecimiento de su presencia global, tanto en términos absolutos como de cuota –su peso sobre el agregado mundial– (Figura 2). Así, entre 1990 y 2010 la cuota de presencia global de España pasó del 1,8% al 2,7%, lo que es significativo en ese contexto de pérdida de peso relativo de los países europeos.

Figura 2. Evolución de la presencia global de España, valor absoluto y cuota mundial

La Gran Recesión revertió esta tendencia, reduciendo la presencia global de España. Reducción que, con salvedades, fue generalizada en el resto de los socios comunitarios y que se mantuvo hasta la pandemia, llevando la cuota española a su mínimo histórico. Como es sabido, la pandemia afectó especialmente a aquellos indicadores relativos a la movilidad de personas (turismo, educación, migraciones) elementos centrales de la presencia blanda. Desde entonces, España vuelve a registrar crecimientos de su proyección exterior, a diferencia del resto de socios europeos e incluso de los principales países emergentes (Figuras 3 y 4).

Así, mientras la presencia global agregada de todos los países del mundo ha crecido un 8,3% desde la pandemia, la presencia de España ha aumentado un 14%. En cambio, Alemania y el Reino Unido no registran ese rebote, y Francia e Italia mantienen la tendencia de pérdida desde 2010 (Figura 3). La evolución española en los últimos años es también más favorable que la registrada por otros socios comunitarios o países de rasgos similares (Figura 4) que, si bien con menor impacto de las crisis de 2010, tampoco se recuperan con la misma intensidad tras la pandemia, como Polonia y Portugal, o reducen la intensidad de su crecimiento, como Corea del Sur y Turquía. Aun con todo, el valor de presencia que registra España en 2024 es todavía ligeramente inferior al de 2020 y alcanza el 82% de lo registrado en 2010 antes de recoger el efecto de la crisis.

Evidentemente, los países no se proyectan hacia el exterior de la misma manera y, en consecuencia, están diferentemente afectados por los cambios en el contexto internacional. En el caso de España, su proyección exterior se basó inicialmente en un fuerte crecimiento de su presencia económica (Figura 5). Un rasgo común, ya que la globalización es fundamentalmente, e inicialmente, un proceso económico, acelerado con el proceso de integración europeo. Esto tuvo lugar principalmente por el crecimiento a partir de 2000 del stock de inversión en el exterior, así como por el fortalecimiento del sector servicios.

Figura 5. Evolución de la presencia global de España 1990-2024, principales indicadores

La terciarización de la economía española ha estado caracterizada, como es sabido, por el peso estructural del turismo, que explica su relevancia como indicador de la dimensión blanda y como motor de las exportaciones de servicios. Sin embargo, tras la pandemia se ha producido un notable dinamismo de los servicios no turísticos, que podría apuntar a un proceso de diversificación en el tradicional perfil terciarizado de España.[3] Dentro de la proyección blanda española destacan también las migraciones y la ciencia, pero no tanto la tecnología, mostrando un desacoplamiento entre ambos indicadores que explica al mismo tiempo el bajo protagonismo de las exportaciones manufactureras de mayor valor añadido. Y respecto a la cooperación al desarrollo, rasgo tradicional de la proyección española, aunque se mantiene como uno de los principales indicadores blandos, pierde protagonismo desde 2010.

Por su parte, la dimensión militar tiene un peso relativamente alto, superior al conjunto de la UE y a la mayoría de los socios comunitarios (sólo Francia e Italia lo superan). Ello se debe al peso del equipamiento militar, donde están incluido fundamentalmente unidades para la movilización exterior de tropas y en donde España destaca como potencia naval. Las tropas desplegadas en el exterior tienen un peso reducido, reflejo de la limitada participación española en conflictos directos. Con todo, la presencia militar de España es hoy inferior a la de los años 90, tanto en términos absolutos como en relación con su presencia global, en línea con una tendencia generalizada a escala mundial en un contexto marcado entonces por la desmilitarización de las relaciones internacionales.

2. Descomposición geográfica de la proyección exterior de España

Las Estrategias de Acción Exterior, actual y previas, destacan la privilegiada posición geográfica dentro del contexto europeo, postulándose como “potencia euroatlántica y mediterránea que ejerza de intersección entre Europa y África y América Latina”. Y, aunque en líneas generales mantiene los elementos principales previos, una combinación de rasgos históricos heredados con un paulatino alineamiento con las prioridades de la UE, la actual estrategia pone mayor énfasis en la cuestión geográfica. Esto se aprecia en la adopción de una perspectiva geoeconómica y en el concepto de seguridad –aplicado a riesgos externos de aprovisionamiento, coordinación de sanciones o control de inversiones– y en una mayor concreción de las particularidades de las relaciones con las diferentes regiones, y también dentro de ellas. En particular, una visión de la integración regional más allá de las relaciones con los países miembros de la UE, dando mayor protagonismo a la posición española como bisagra con otras regiones, específicamente “la Comunidad Iberoamericana de las Naciones” dentro de la perspectiva transatlántica, pero también la voluntad de estrechar los vínculos con África más allá del Magreb. En este apartado exploramos la presencia global que ha proyectado España en cada una de las regiones desde 2005, con el fin de contrastar con datos los objetivos de la Estrategia.

Figura 7. Desagregación geográfica de la presencia global de España, % sobre total

2.1. Europa, más allá de la Unión Europea

La UE absorbe en la actualidad el 38,7% de la presencia global de España, lo que constata la relevancia y el efecto centrípeto del proceso de integración. Dicho de otro modo, España se proyecta fundamentalmente hacia la UE y, en segundo lugar, hacia el resto de Europa con un 16,2%, lo que de manera conjunta supone un peso de la región del 54,9% de la presencia española.

Además, dentro de la UE, la presencia española está muy concentrada en pocos países. Francia absorbería el 8,5% de la misma, Alemania el 5,8% e Italia y Portugal, el 3,6% y 3,5% respectivamente. Estos cuatro países suponen por tanto el 21,5% de la presencia global de España en 2024, valor que se mantiene más o menos estable a lo largo del periodo.

Fuera del espacio común europeo, el Reino Unido ocupa un lugar destacado en la presencia global de España, con un 7,9% en 2024, sólo por detrás de Francia. Sin embargo, su peso se ha reducido desde el Brexit, en 2015 era el primer destino de la presencia española (10,4%), debido principalmente a mayores vínculos económicos. Pero ello no disminuye la relevancia del Reino Unido en las relaciones exteriores, tanto de la UE en su conjunto como de España en particular. Sigue siendo el segundo destino de las exportaciones de servicios y de la inversión en el exterior, así como el principal origen de inmigración y turismo hacia España.

Figura 8. Descomposición de la presencia global de España por regiones y dimensiones, 2024

Figura 8. Descomposición de la presencia global de España por regiones y dimensiones, 2024. Fuente: elaboración propia, datos del Índice Elcano de Presencia Global.
Fuente: elaboración propia, datos del Índice Elcano de Presencia Global.

La proyección española hacia la UE es principalmente económica, 28 de esos 38,7 puntos porcentuales proyectados en la región son exportaciones de energía, bienes primarios, manufacturas, servicios e inversión en el exterior. No en vano, el marco regulatorio condiciona la concreción geográfica de las relaciones económicas, por ejemplo, la política agraria común o la unión monetaria, y también la articulación regional de diversas cadenas de producción. Pero la UE es además la región de mayor relevancia para la presencia blanda española –ocho puntos porcentuales–, liderando los indicadores de migraciones, turismo, deportes, ciencia y tecnología, influenciados también por marcos regulatorios como el mercado único europeo o el espacio Schengen.

Figura 9. Evolución de la presencia de España hacia la UE, valor índice

Además, en los últimos años se produce un hecho significativo: el surgimiento de presencia militar en otros países de la UE (Figura 9), en concreto tropas desplegadas en Rumanía, Eslovaquia, Estonia y Letonia. Esta novedad se enmarca en el conflicto con Rusia, que afecta también a la mayor participación de España en misiones internacionales en la región europea. Por ello aumenta también la presencia militar en el resto de Europa, donde además se produce un súbito crecimiento de presencia económica (Figura 10), relacionada con la salida del Reino Unido de la UE y el consiguiente cambio de composición geográfica de las regiones consideradas.

Figura 10. Evolución de la presencia de España hacia el resto de Europa, valor índice

2.2. América Latina

La Estrategia identifica a América Latina como “una constante en la identidad y la acción exterior de España”, otorgando especial relevancia a los vínculos culturales y lingüísticos, que configuran la base de las relaciones blandas, pero también a los vínculos económicos, dada la relevancia de la inversión española en la región. No en vano es la tercera región más importante para la proyección española, con un peso de 13 puntos porcentuales sobre su presencia en 2024 (Figura 11).

Es conocido que América Latina es un destino relevante de la inversión extranjera directa (IED) española, con una importancia similar a la realizada en la UE –6,3% y 6,9%, respectivamente de la presencia global de España en 2024–. Y también destaca la presencia blanda española en la región, dados los vínculos culturales señalados. En esta dimensión ocupa el segundo lugar por detrás de la UE, destacando el primer puesto en educación –medido a través del número de estudiantes matriculados en educación superior– y cooperación al desarrollo, el segundo en migraciones y exportaciones culturales, y también la tendencia de crecimiento en otros indicadores blandos como turismo, ciencia y tecnología.

Dentro de la región, México sería el país de mayor relevancia para la presencia española (3,1%), seguido de Brasil (2,3%) y Argentina a mayor distancia (1,1%). Pero juntos apenas alcanzan 6,5 de los 13 puntos proyectados a la región, indicativo de una presencia española en América Latina más diversificada geográficamente que en otras regiones.

Figura 11. Evolución de la presencia de España hacia América Latina, valor índice

2.3. África

Tras América Latina, África ocuparía la cuarta región de destino de la presencia global de España, si nos referimos al conjunto del continente, con un 10,9% en 2024. No obstante, las diferencias entre África del Norte y Subsahariana son notables, tanto en términos de volumen como de la naturaleza de las relaciones, y la Estrategia las trata de manera diferenciada, aunque señala que “España ha dotado a su visión sobre el Norte de África de una dimensión panafricana”.

Aunque se plantea una profundización de las relaciones económicas, así como el fomento de las relaciones blandas a través de “la promoción del español en África”, lo cierto es que la relevancia geoestratégica en términos de seguridad y gobernanza hace de la dimensión militar la más determinante de las relaciones con la región –5,8 puntos de los 10,9 que representa la región en 2024–.

Figura 12. Evolución de la presencia de España hacia África, valor índice

Figura 12. Evolución de la presencia de España hacia África, valor índice (Norte de África). Fuente: elaboración propia con datos del Índice Elcano de Presencia Global.

La dimensión militar marca la proyección española tanto al norte como al sur del Sahara (Figura 12), a través de la participación en las misiones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la UE y de las Naciones Unidas.[4] Pero mientras que en África Subsahariana, España cuenta con dotaciones bajas pero muy repartidas geográficamente (Somalia, República Centroafricana, Malí, Yibuti, Gabón, Senegal y Mozambique), en el Magreb la presencia militar española está ligada por completo a la misión que la OTAN comenzó en 2016 en el Mediterráneo.

Las diferencias entre el norte y el sur se extienden también a las relaciones económicas y blandas. Por un lado, el comercio de España con África es mayor que con América Latina en lo que se refiere al comercio de bienes, no así en servicios y a la inversión exterior, pero se produce fundamentalmente con el norte del continente. Por el contrario, en las relaciones con los países subsaharianos, tiene más importancia relativa la dimensión blanda –migraciones y cooperación al desarrollo–.

2.4. Norteamérica

La Estrategia destaca las relaciones con EEUU y Canadá por su “condición de aliados en la OTAN y de socios estratégicos de la UE”. Lo cierto es que, en términos de presencia global, los vínculos con la región se han fortalecido con el paso del tiempo, hasta suponer en 2024 un 8,2% de la presencia global de España, con mayor relevancia de los vínculos económicos que de los blandos –6,4 y 1,8 puntos respectivamente–.

Como cabe esperar, esa presencia está muy concentrada en EEUU, un 7,5% de la presencia global de España, sólo por detrás de Francia y el Reino Unido. EEUU destaca como tercer destino de la presencia económica española –siendo el primer destino de la IED– y el segundo de la blanda –con protagonismo de deportes, ciencia y tecnología–.

Figura 13. Evolución de la presencia de España hacia Norteamérica, valor índice

2.5. Asia y Pacífico

Con relación a Asia, la Estrategia prioriza las relaciones con Japón y Corea del Sur, pero también recalca la necesidad de reforzar las relaciones bilaterales con China y de prestar mayor atención a la India, así como a otros países del Sudeste asiático, como Indonesia, Filipinas y Vietnam.

A pesar del protagonismo asiático en las relaciones económicas mundiales, la proyección española hacia la región es particularmente baja, 6,9% de la presencia registrada en 2024, menos de la mitad de la proyectada hacia América Latina y menor que la de África (Figura 8). Sin embargo, sí destacan indicadores concretos tanto económicos –segundo destino de exportaciones de bienes primarios, tercero de servicios– como blandos –primer destino de exportaciones culturales; tercero en turismo, educación y ciencia–. Por su parte, la presencia militar española en la región se debe a las misiones en Afganistán a principios de siglo.

Por países, la presencia española está muy concentrada en China (2,2%), muy por delante de la India (0,6%), Japón (0,6%) y Corea del Sur (0,5%). Resulta llamativa esta diferencia entre resultados medibles y las prioridades bilaterales establecidas, así como el bajo peso de países de gran tamaño y relevancia económica. Esto último, a pesar del peso de China, puede identificarse como una proyección, aunque baja, geográficamente diversificada hacia el resto de los países de la región.

Figura 14. Evolución de la presencia de España hacia Asia y Pacífico, valor índice

2.6. Oriente Medio

Oriente Medio es la región en la que España mantiene su mayor presencia militar, lo que convierte esta dimensión en un factor de condicionamiento de las relaciones bilaterales (Figura 15). Aunque desde 2010 se observa una reducción, continúa la participación en la misión de la UE en el golfo de Adén y mantiene tropas en el Líbano e Irak, lo que la vincula de forma estable a los equilibrios de seguridad regional. Este foco en la seguridad de la región es un elemento común en los diferentes documentos de acción exterior. No obstante, en los últimos años ganan relevancia otros, como las exportaciones de manufacturas y servicios, y la cooperación tecnológica.

Figura 15. Evolución de la presencia de España hacia Oriente Medio, valor índice

3. La construcción de la presencia global de España

En este apartado se desagregan los resultados de España por origen, para conocer de qué modo contribuye cada Comunidad Autónoma a su presencia global. La comunidad autónoma que más contribuye a la presencia global de España es Madrid, con una participación del 28,7% en 2024, seguida de Cataluña con el 21,8%. Tras ellas, se sitúan Andalucía, el País Vasco y la Comunidad Valenciana, que completan el grupo de las cinco comunidades con mayor aportación a la proyección española (Figura 16).

Figura 16. Presencia global de España por Comunidad Autónoma, 2024, peso sobre total

Estos resultados reflejan una elevada concentración territorial en unas pocas comunidades autónomas, ya que más de la mitad de la proyección exterior de España se explicaría únicamente por Madrid y Cataluña, y las cinco principales comunidades supondrían el 70% del total. No obstante, desde el 2005 se observa una leve pero persistente desconcentración: entonces Madrid y Cataluña representaban el 52% de la presencia y las cinco mayores comunidades el 74,2%, proporciones algo superiores a las actuales.[5]

Hay además una importante correlación entre el tamaño del territorio en términos demográficos y económicos, y su capacidad para proyectarse fuera de sus fronteras. No obstante, algunas comunidades están más orientadas al exterior, puesto que su contribución a la presencia global nacional es superior a la del PIB nacional.

La Figura 18 muestra que Madrid, Cataluña, el País Vasco, Cantabria y Navarra tiene más peso en la proyección exterior que en el PIB, lo que evidencia un mayor grado de extraversión que, por ejemplo, Andalucía, la Comunidad Valenciana, Galicia y Castilla y León. Ello guarda a su vez relación directa con el tipo de actividad productiva desarrollada en cada territorio, así como con el denominado “efecto sede”, que se refiere a cómo la ubicación del domicilio fiscal modifica la contribución en variables económicas de ese territorio, aunque realicen sus actividades productivas también en otros lugares.

Así, el peso de las inversiones en el exterior en Madrid es elevado, casi el 11% de la presencia global de España (Figura 19). Pero destacan también indicadores concretos en comunidades de mucho menor tamaño, como la inversión exterior desde Cantabria –sede bancaria– y la inversión o las exportaciones manufactureras gallegas, con peso significativo de las industrias textil y automovilística.

Conclusiones
Desde los 90, España protagonizó una de las trayectorias de internacionalización más dinámicas de Europa, con un crecimiento de su presencia global superior al de la mayoría de sus socios, que se extendió hasta la Gran Recesión. La crisis inició una década de retroceso (2010-2020) en la que, pese a la pérdida de presencia en valor absoluto, España consiguió preservar su posición en el ranking. Incluso el fuerte impacto de la pandemia en indicadores clave de la proyección exterior española –como el turismo y las migraciones– no alteró esa situación. Tras la pandemia, la recuperación ha sido significativa, con un desempeño relativamente mejor dentro del contexto europeo. No obstante, España está todavía lejos de los registros anteriores a 2010. Todo ello se ha producido en paralelo al ascenso de las potencias asiáticas, que han transformado la geografía de la globalización. Y, en ese marco, España ha destacado por su capacidad de ganar cuota en las fases de expansión y sostener su posición en etapas de contracción de la presencia global.

La recientemente renovada Estrategia de Acción Exterior (2025-2028) mantiene la continuidad con los principios tradicionales de la política exterior española –multilateralismo, pertenencia a la UE y vínculo atlántico–, pero introduce explícitamente la seguridad económica y pone mayor énfasis en la cuestión geográfica. Ello responde al diagnóstico de una globalización fragmentada desde el punto de vista geográfico que podría derivar en una mayor regionalización concentrando la presencia en los espacios más próximos a España.

La desagregación geográfica de la presencia global de España muestra el efecto centrípeto de la UE, que condiciona sus prioridades exteriores limitando en consecuencia el margen de autonomía. Una importancia regional extendida crecientemente a otros países europeos no miembros del proceso de integración. Sin embargo, España combina esa dependencia europea con un patrón de diversificación progresiva. En comparación con hace dos décadas, su presencia exterior se apoya en un abanico más amplio de indicadores y en una distribución geográfica más equilibrada.

En el vínculo transatlántico, EEUU y el Reino Unido continúan siendo destinos clave de la presencia española, pero también otras regiones como África y América Latina, con perfiles distintos. En América Latina, España mantiene un papel destacado como inversor en sectores como los servicios, la energía y la construcción, que por su naturaleza no generan efectos de arrastre significativos sobre la estructura comercial. La afinidad cultural y lingüística tampoco se cristaliza en las exportaciones de bienes o servicios culturales, en una región que ha desarrollado una producción cultural propia. Asia ha adquirido un peso creciente en la proyección cultural española, pero, aunque la presencia española en la región ha crecido, los vínculos siguen siendo débiles y fuertemente concentrados en China, haciendo necesarias estrategias más diversificadas hacia un consolidado epicentro de la economía mundial.

En África se observan matices en la proyección española, mientras en el norte predominan los vínculos económicos, en África Subsahariana adquiere mayor relevancia la dimensión blanda. Pero, más allá de estas diferencias, la presencia española en el continente está crecientemente condicionada por la dimensión militar. Este patrón se enmarca en una tendencia más amplia y de alcance mundial, la creciente militarización de las relaciones internacionales. La participación española en misiones internacionales influye en la configuración geográfica y en la naturaleza de su proyección. Además, la presencia militar española se refuerza en Europa, tanto dentro de la UE como en países próximos en el contexto del conflicto con Rusia, así como en el Mediterráneo y Oriente Medio. Esta centralidad de la presencia militar reduce el margen de autonomía estratégica y condiciona la manera en que España articula su presencia en otras regiones.

A nivel interno, la proyección española se basa en un número reducido de Comunidades Autónomas e indicadores específicos, particularmente en Madrid y Cataluña. Sin embargo, al igual que ocurre en el destino de su proyección, se aprecia una leve pero progresiva desconcentración en la distribución de las contribuciones autonómicas, alineada con la diversificación de los principales indicadores agregados de la presencia global de España.

En un contexto de fragmentación global y competencia entre bloques, España puede poner en valor su capacidad de diversificación e interlocución. La pertenencia simultánea al espacio europeo, atlántico, mediterráneo e iberoamericano le otorga una proyección multidimensional y multi-geográfica singular, que la Estrategia señala como el mayor activo para ejercer de bisagra en la articulación de diferentes espacios regionales, en un mundo en el que la flexibilidad estratégica y la capacidad de moverse entre distintos marcos regionales se convierten en activos cada vez más valiosos.

Nota metodológica
Para la desagregación de la presencia global de España mantenemos la metodología general del Índice Elcano de Presencia Global, desagregando cada variable “internamente” en el caso de las Comunidades Autónomas y “exteriormente” en el caso del destino geográfico. En la medida de lo posible, hemos mantenido los mismos criterios y fuentes utilizadas en la metodología general, pero en algunos casos ha sido necesario recurrir a ciertos ajustes que se detallan a continuación.

Comunidades Autónomas
Para calcular la contribución de las Comunidades Autónomas a la presencia de España ha sido necesario recurrir a fuentes domésticas en lugar de las fuentes internacionales habitualmente utilizadas. Por ejemplo, en lugar de utilizar las Naciones Unidas para datos comerciales, se usa DataComex, una plataforma de datos desarrollada por el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa. Esto sucede de forma regular en muchas variables, utilizándose como referencia el Instituto Nacional de Estadística.

Más allá de la heterogeneidad de las fuentes, hay ciertas variables que han requerido un cálculo distinto de lo que se realiza para el Índice. El caso más importante es la dimensión militar, ya que es imposible dividir el número de tropas y de equipamiento por comunidades, pues se trata de una competencia que depende enteramente del Estado. Por tanto, se han utilizado los datos de la Agencia Estatal de Administración Tributaria sobre la recaudación de impuestos a escala autonómica. Además, para evitar un peso excesivo de aquellas comunidades que, por diversos motivos, concentran la recaudación tributaria (como Madrid y Cataluña), esa participación de las comunidades sobre los Presupuestos Generales se ha corregido con su población. Además, la variable de información se ha adaptado a través del número de hogares con acceso a internet en lugar del ancho de banda utilizado. Por último, la variable de cultura se calcula sólo con una fuente: producción cinematográfica de cada Comunidad Autónoma, mientras que en la metodología general del Índice se usa una media de las exportaciones de bienes y servicios culturales.

Destino geográfico
También aquí se ha hecho una excepción respecto a la metodología original del Índice para la desagregación de la presencia militar. En el Índice Elcano de Presencia Global, esta dimensión incluye las variables de Tropas desplegadas en el exterior y de Equipamiento Militar. En el caso del Equipamiento Militar, la metodología original considera el número de unidades necesarias para el movimiento de tropas que posee cada país (portaaviones, cruceros, destructores, fragatas, submarinos de propulsión nuclear, buques anfibios, aviones estratégicos medios y pesados, y aviones cisterna). Estas unidades se contabilizan para cada país independientemente de si están desplegadas en el extranjero en ese momento. Para este ejercicio de “bilateralización”, no obstante, hemos considerado el equipamiento naval desplegado y la zona geográfica de despliegue.

El indicador de Deportes se mide originalmente a través del desempeño de un país en medallero olímpico, los puntos FIFA de las selecciones nacionales masculina y femenina y los puntos de los clubes de fútbol. Para su desagregación geográfica se ha utilizado el número de hogares con acceso a la televisión como variable proxy. Así, consideramos que existe un mayor potencial de presencia en este indicador en los países con mayor acceso a la televisión.

En el caso de la variable de información, se divide en dos subindicadores: uno relativo a la presencia de un país en los medios de comunicación y otro a su presencia en Internet. La primera parte podría desagregarse geográficamente en la misma base de datos (Factiva), considerando las menciones a España en los medios de comunicación de cada país (excluyendo las menciones en la Agencia EFE). Sin embargo, para el subindicador de Internet, medido a través del ancho de banda instalado en un país, ha sido necesario utilizar el número de hogares con acceso a Internet como variable proxy. Así, asumimos que un mayor número de personas con acceso a internet se traduce en una mayor exposición informativa a España.

En la variable de ciencia se ha considerado como criterio de distribución el número de publicaciones en coautoría con un autor de otra nacionalidad. Proponemos que una mayor colaboración científica entre autores de distintas nacionalidades se traduciría en una mayor presencia bilateral.

Por último, para medir la presencia climática de España en otros países, hemos recurrido a la misma medida que se usó para la desagregación de la presencia de EEUU: el indicador de Vulnerabilidad Climática, incluido en el Índice GAIN-ND de la Universidad de Notre Dame. Así, se asume que la presencia en este indicador está directamente relacionada con el efecto que el cambio climático puede tener en otros países. Por tanto, cuanto mayor sea la vulnerabilidad climática de un país, mayor será la proyección de otros países en este indicador en ese país.

Desagregación por Comunidad Autónoma

VariableIndicadorFuente
Presencia económica
EnergíaExportaciones de productos energéticos (SITC 333, 334, 343) por Comunidad AutónomaDataComex (Ministerio de Economía, Comercio y Empresa)
Bienes PrimariosExportaciones de bienes primarios, excluido petróleo (SITC 0 + 1 + 2 + 4 + 68 + 667+ 971) por Comunidad Autónoma
ManufacturasExportaciones de manufacturas (SITC 5 a 8 menos 667 y 68) por Comunidad Autónoma
ServiciosExportaciones de servicios por Comunidad AutónomaINE
InversionesStock de inversión directa extranjera en el exterior por Comunidad Autónoma, operaciones de empresas no ETVEDataInvex (Ministerio de Economía, Comercio y Empresa)
Presencia militar
TropasPromedio de población y recaudación de tributos del Estado español según agentes gestores, por Comunidad AutónomaINE y Estadísticas de Contabilidad Regional de España  
Equipamiento militar
Presencia blanda
MigracionesFlujo anual de inmigración procedente del extranjero por Comunidad Autónoma de destinoINE
TurismoViajeros y pernoctaciones por Comunidades Autónomas
DeportesPuntos de equipos por Comunidades Autónomas según la clasificación IFFHS, Comunidad Autónoma de origen de medallistas olímpicos y de jugadores de selecciones de fútbol masculinas y femeninasFIFA y COI
CulturaEmpresas productoras de cine con actividad por Comunidad AutónomaInstituto de Cinematografía y de las Artes Audiovisuales del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte
InformaciónNúmero de viviendas con acceso a Internet por Comunidad AutónomaINE
Cables de noticias sobre Comunidades Autónomas de distintas agencias internacionales de noticias (Reuters, AP, AFP, Xinhua, ITAR-TASS, DPA, ANSA)Factiva
 TecnologíaPatentes orientadas al exterior: número de solicitudes por Comunidad Autónoma de residencia del primer solicitanteOEPM
CienciaNúmero de artículos publicados en los ámbitos de artes y humanidades, ciencias sociales y ciencias naturalesFECYT a partir de datos Incites de la colección principal de Web Of Science (WOS)
EducaciónEstudiantes internacionales recibidos por Comunidad AutónomaINE
Cooperación al desarrolloFlujos de Ayuda Oficial al Desarrollo bruta desembolsada por Comunidad AutónomaInfoAOD (MAEC)
ClimaCapacidad instalada de energías renovables por Comunidad AutónomaRed Eléctrica
Emisiones de gases de efecto invernadero por Comunidad AutónomaMinisterio para la Transición Ecológica y el reto Demográfico

Desagregación por destino geográfico

VariableIndicadorFuente
Presencia económica
EnergíaExportaciones de productos energéticos (SITC 3) por socios comercialesUNCTAD
Bienes PrimariosExportaciones de bienes primarios (SITC 0 + 1 + 2 + 4 + 68 + 667 + 971) por socios comerciales
ManufacturasExportaciones de manufacturas (SITC 5 + 6 + 7 + 8, excluyendo 667 y 68), por socios comerciales
ServiciosExportaciones de servicios (transporte, construcción, seguros, servicios financieros, informática, medios de comunicación, propiedad intelectual, servicios personales, culturales y de ocio y servicios públicos), por socios comercialesOCDE y OMC
InversionesStock de inversión directa extranjera en el exterior (operaciones no ETVE) por país de destinoDataInvex (Ministerio de Economía, Comercio y Empresa)
Presencia militar
TropasTropas españolas desplegadas en el extranjeroIISS
Equipamiento militarEquipamiento naval desplegado en el extranjero
Presencia blanda
MigracionesPoblación extranjera por nacionalidad y sexoINE
TurismoLlegadas a alojamientos turísticos según país de origenEurostat
DeportesNúmero de usuarios con televisión en cada paísUIT
CulturaExportaciones de bienes culturales por socio comercialEurostat
Exportaciones de servicios culturales por socio comercialUNCTAD
InformaciónNúmero de usuarios con acceso a internetUIT
Menciones a España en prensa nacional (excluida Agencia EFE)Factiva
 TecnologíaIngresos recibidos por propiedad intelectual por país de origenUNCTAD
Número de solicitudes de patentes españolas orientadas al exterior por país de registro de la patenteOMPI
CienciaNúmero de artículos, notes y reviews, publicados por un autor español con otro coautor, por país de afiliación FECYT, datos Incites de la WOS.
EducaciónNúmero de estudiantes extranjeros en educación terciaria por país de origenEurostat
Cooperación al desarrolloFlujo de ayuda oficial al desarrollo por país de destinoInfoAOD (Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación)
ClimaÍndice de Vulnerabilidad Climática Notre DameNotre Dame University

[1] Este índice mide en qué cuantía y de qué forma se proyectan los países al exterior, mediante indicadores duros (económicos y militares) y blandos (ciencia, turismo y cooperación al desarrollo entre otros), con resultados para 150 países desde 1990. Para más información, se puede consultar la metodología del Índice.

[2] España aprobaba en 2014 por primera vez una estrategia de acción exterior, renovada posteriormente en 2021.

[3] Los datos incorporados en el cálculo de esta edición a fecha de enero 2025 no reflejaban todavía la plena recuperación del sector por lo que esta tendencia deberá confirmarse en próximas ediciones.

[4] MINUSCA en la República Centroafricana y también las misiones europeas en Mozambique, la República Centroafricana, EUCAP SAHEL Malí, EUTM Somalia y EUCAP Somalia.

[5] El Índice Herfindall Hirschman –usado para medir la concentración de mercados– aplicado a la contribución de cada indicador y las Comunidades Autónomas desciende levemente desde un valor alrededor de 500 en 2005 a 350 en 2024.