Ante la posibilidad de una pandemia larga
Nadie sabe en realidad cómo va a evolucionar esta pandemia: si va a durar mucho más o si relativamente pronto perderá fuerza.
Nadie sabe en realidad cómo va a evolucionar esta pandemia: si va a durar mucho más o si relativamente pronto perderá fuerza.
Tras la pandemia la UE se expone a los desabastecimientos en las cadenas de suministros y la dependencia de otros mercados.
EEUU y China tienen un problema compartido: la creciente desigualdad pese al crecimiento en los últimos 20 años.
El multilateralismo es la alianza de potencias y otros actores en busca de objetivos comunes que veremos confluir en la COP26 de Glasgow.
El mundo podría verse como tres esferas interdependientes donde todo confluye y estaría operado por muchos de una forma descentralizada.
Con la salida de Angela Merkel tras cuatro mandatos y la líder más popular en Europa, la UE pierde un referente, pero gana posibilidades.
La retirada de tropas por parte de Occidente en Afganistán deja de manifiesto la falta de gobernanza global y planes estratégicos.
El aumento en la inversión de la tecnología profunda no es solo una gran ola de innovación sino también un factor de poder.
Europa rezagada en el sector tecnológico y digital dependiendo de las exportaciones de otros países como EEUU o China.
Ante la próxima cumbre de democracias liberales, una cuestión relevante es si realmente China plantea un reto a estas últimas.
Se requieren nuevos instrumentos y métodos, y una nueva gobernanza global, para los nuevos bienes y males públicos globales.
Vamos a una re-globalización más proteccionista, más nacionalista y más regionalizada, incluso en lo digital.