Escocia y Londres: ¿crisis constitucional por el Brexit?
El Parlamento escocés rechazó el proyecto de ley sobre el Brexit. Una mayoría no quiere que Londres lo aproveche para reforzar su control sobre Escocia.
El Parlamento escocés rechazó el proyecto de ley sobre el Brexit. Una mayoría no quiere que Londres lo aproveche para reforzar su control sobre Escocia.
Uno de los términos recurrentes en diversos análisis sobre la política exterior de Donald Trump es el de “humillación”, en referencia a México, a Irán, a Europa y a la ONU, incluso a Corea del Norte. La política general de humillación puede tener consecuencias nefastas, para empezar para los propios intereses de EEUU.
«El mejor de los mundos posibles» es una expresión simplista del complejo Ensayo sobre la teodicea de 1710 del filósofo Gottfried Wilhelm Leibniz. En la actualidad se está produciendo un renovado esfuerzo por impulsar un nuevo optimismo, armado de datos, y también de una cierta filosofía.
A pesar de sus dificultades internas y externas, Macron y Merkel han vuelto a reafirmar en su cita en Berlín que presentarán una propuesta conjunta de reforma de la UE, y en especial de la Eurozona para el Consejo Europeo de junio.
Europa –la UE y el Consejo de Europa– ha supuesto un plus en el Estado de Derecho para sus ciudadanos y sus Estados miembros. Y sigue suponiéndolo. En las últimas semanas hemos tenido algunos ejemplos de este plus de rule of law que supone la UE, del que el sistema de la Euroorden es parte.
Cien años después del fin de la Primera Guerra Mundial vuelve a cundir que estamos ante el declive de Occidente, y más aún del orden relativamente mundial liberal que instauró.
Hoy por hoy, no parece que haya grandes posibilidades de revertir la dinámica hacia el Brexit. Pero todo no está jugado. La ruleta sigue girando. Se puede seguir apostando.
El caso de Cambridge Analytica demuestra que ahora casi cualquiera –empresas privadas, gobiernos, organizaciones no estatales– con acceso a datos sobre los usuarios y una cierta sofisticación técnica puede practicar la «publicidad psicográfica».
El anuncio por la Administración Trump de aranceles sobre las importaciones de acero y aluminio puede poner en marcha una espiral que lleve a una guerra comercial. En sí, las medidas no son de una enorme importancia. Sí lo son por lo que pueden significar.
El retraimiento de las democracias puede empezar a resultar preocupante también para un orden mundial que está regresando a la competencia entre grandes potencias, muy diferentes entre sí.
Desde el cambio de siglo se está produciendo una revolución de gran alcance y bastante silenciosa: la formación y la entrada en el mercado laboral de 50 millones de mujeres en los países de mayoría musulmana.
Europa va, pero no sabe adónde va. O, más bien, sabe adónde no quiere ir: al federalismo (aunque la Eurozona avance discretamente hacia ello). El término resulta tabú. Tampoco hay storytelling, relato que explique el devenir de esta UE.