¿Volveremos a viajar en 2020?: efectos del COVID-19 en el turismo internacional

Efectos del COVID-19 en el turismo internacional. Pasajeros con mascarillas en el Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta. Foto: Chad Davis (Wikimedia Commons / CC BY-SA 2.0). Blog Elcano
Efectos del COVID-19 en el turismo internacional. Pasajeros con mascarillas en el Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta. Foto: Chad Davis (Wikimedia Commons / CC BY-SA 2.0)

En apenas unas semanas el coronavirus ha sumido al planeta en una crisis sanitaria y económica sin precedentes en tiempos modernos, obligando a buena parte de la población a (en el mejor de los casos) confinarse en casa. Ante la limitación de movimientos y la incertidumbre laboral actual, uno de los sectores más vulnerables está siendo el del turismo internacional, el cual venía fortaleciendo su peso en la economía global desde comienzos de siglo. En el periodo 1995-2018 el número de viajeros casi se triplicó en una senda creciente tan sólo interrumpida en 2003 por, precisamente, el brote de SARS, y en 2009 a causa de la crisis financiera. Y aunque a comienzos de marzo la Organización Mundial del Turismo hizo una primera estimación que limitaba el descenso de turistas en 2020 a una horquilla de entre el 1% y el 3%, la rápida expansión de una enfermedad ya convertida en pandemia han agravado sus previsiones (susceptibles de seguir empeorando las próximas semanas) a una caída de entre el 20% y el 30%.

Llegada de turistas internacionales a nivel mundial. Fuente: Banco Mundial.
Llegada de turistas internacionales a nivel mundial. Fuente: Banco Mundial.

En cualquier caso, la dependencia de estos ingresos turísticos es muy desigual según el país. Así, mientras las grandes economías suelen tener estructuras productivas diversificadas en las que el turismo internacional tiene un peso moderado, el gasto realizado por extranjeros puede llegar a suponer más del 50% del PIB en pequeños países que han hecho de este sector prácticamente un monocultivo, tales como Antigua y Barbuda, Maldivas o Santa Lucía. En el contexto europeo, los países más vulnerables a un hundimiento de tales ingresos serían Croacia, Chipre, Malta y Portugal; aunque no puede ignorarse que el impacto en España, segundo destino mundial en 2019 con más de 83 millones de visitantes, también sería muy profundo.

Gasto realizado por turistas extranjeros en relación al PIB, 2018. Fuente: Elaboración propia con datos del Banco Mundial.
Gasto realizado por turistas extranjeros en relación al PIB, 2018. Fuente: Elaboración propia con datos del Banco Mundial.

De hecho, dicho impacto ya ha empezado a notarse con la suspensión del Mobile World Congress en Barcelona, las Fallas en Valencia, y la Semana Santa y Feria de Abril en Sevilla; pero lo que sin duda determinará la magnitud del golpe, especialmente en regiones tan expuestas como Baleares y Canarias (donde el gasto turístico extranjero supone alrededor del 40% del PIB), serán las condiciones en las que se desarrolle la temporada de verano. Aunque en los próximos dos meses se avance en posibles tratamientos del coronavirus y se desarrolle cierta inmunidad de grupo, resulta difícil imaginar que pueda producirse una apertura generalizada de fronteras, aunque probablemente sí la normalización de la zona Schengen. En tal circunstancia España podría amortiguar parcialmente la crisis del sector gracias a que, a pesar de la progresiva diversificación de los turistas extranjeros, en torno a tres de cada cuatro continúan siendo comunitarios. Por el contrario, en el caso de que ni siquiera se reestableciera el turismo intraeuropeo, la única tabla de salvación para minimizar la enorme caída de ingresos serían aquellos residentes que todavía se pudieran permitir viajar, tanto los que habitualmente ya lo hacen dentro de España como aquellos que suelen escoger destinos en el exterior.

Por último, no se puede descartar que en verano todavía se mantengan ciertas medidas de confinamiento o la prohibición de aglomeraciones propias de espacios turísticos como playas, resorts, festivales de música o museos. Tal escenario significaría la práctica desaparición del turismo este año, lo que sería tan sólo una de las muchas disrupciones (y no la mayor) a las que tendría que enfrentarse en 2020 la economía española y, en su caso, mundial.


Imagen: Efectos del COVID-19 en el turismo internacional. Pasajeros con mascarillas en el Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta. Foto: Chad Davis (Wikimedia Commons / CC BY-SA 2.0)