La fortuna de Sadam, un secreto a voces

La fortuna de Sadam, un secreto a voces

Tema: Sadam Husein ha logrado mantener su régimen durante mas de veinte años en parte gracias a sustanciales ingresos procedentes de diversas fuentes en su mayoria ilicitas

 

Resumen: En agosto de 1990, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas impuso un embargo con el objetivo de presionar al régimen iraquí para que abandonara pacíficamente el territorio kuwaití. Desde entonces, Naciones Unidas ha ofrecido la oportunidad a Irak de exportar petróleo a fin de sufragar la compra de productos humanitarios destinados a aliviar el sufrimiento y las malas condiciones de vida de su pueblo. Sin embargo, hasta 1996, Sadam no aceptó el programa humanitario y desde su puesta en marcha no ha desperdiciado oportunidad alguna de manipularlo en beneficio propio. La exportación ilegal de petróleo, principalmente, y otras actividades ilícitas sufragan tanto sus excentricidades personales como sus ansias de poder, financiando sus programas armamentísticos.

 

Análisis: El contrabando de petróleo sigue llenando las arcas de Sadam Husein. Podría haberse embolsado algo más de 2.500 millones de dólares el año pasado gracias a ésta y otras actividades relacionadas con el programa Petróleo por Alimentos de Naciones Unidas. La Comunidad Internacional ha estado al corriente de dichas ilegalidades como si de un secreto a voces se tratara. Sencillamente porque estas ganancias no serían posibles sin la complicidad de sus Estados vecinos y de otras naciones. No cabe la menor duda de que cada país tiene sus propias razones para no actuar con decisión sobre las actividades que generan los ingresos ilegales de Husein.

El programa Petróleo por Alimentos fue ideado como una válvula de escape para permitir a Bagdad importar bienes de primera necesidad a pesar del embargo internacional que desde 1990 se ciñe sobre Irak. Tras ser rechazado por el régimen en 1991, el programa se puso en marcha a través de la resolución 986 del 14 de abril de 1995, que autorizaba a Irak la exportación de petróleo y productos derivados por una cantidad no superior a 1.000 millones de dólares cada 90 días, durante un total de 180. En 1998 estas exportaciones de petróleo se incrementaron hasta 5.200 millones de dólares cada seis meses y desde diciembre de 1999 esta cifra es ilimitada. El 30% del dinero se reparte como indemnizaciones a las personas, los gobiernos o las empresas que hayan presentado demandas por las pérdidas sufridas durante la invasión y ocupación de Kuwait. El resto se utiliza para adquirir bienes y servicios cuyo uso en Irak ha aprobado la ONU y están destinados a mejorar el bienestar de la población iraquí.

 

                        Fases del programa Petróleo por Alimentos, Naciones Unidas

Fuente: Oficina de Naciones Unidas para el programa de Irak

Número de fase
(seis meses cada fase)

Volumen de ventas
(millones de barriles)

Valor exportaciones
(miles de millones $)

Media precio/barril
($)

I
10 Diciembre, 1996
– 7 Junio, 1997
120 2.15 17.92
II
8 Junio, 1997
– 4 Diciembre, 1997
127 2.125 16.73
III
5 Diciembre, 1997
– 29 Mayo, 1998
182 2.085 11.46
IV
30 Mayo, 1998
– 25 Noviembre, 1998
308 3.027 9.83
V
26 Noviembre, 1998
– 24 Mayo, 1999
360.8 3.947 10.94
VI
26 Mayo, 1999
– 11Diciembre, 1999
389.6 7.402 19.00
VII
12 Diciembre, 1999
– 8 Junio, 2000
343.4 8.302 24.13
VIII
9 Junio, 2000
– 5 Diciembre, 2000
375.7 9.564 25.50
IX
6 Diciembre, 2000
– 3 Julio, 2001
293 5.638 19.24
X
4 Julio, 2001
– 30 Noviembre, 2001
300.2 5.35 17.82
XI
1 Diciembre, 2001
– 29 Mayo, 2002
225.9 4.589 20.31
XII
(6 Septiembre, 2002)
30 Mayo, 2002 –
25 Noviembre, 2002
91.7 2.233 24.35
Total 3,117.3 56.412 18.10
 

 

Los pagos correspondientes a las exportaciones oficiales son controlados y depositados en una cuenta bancaria de Naciones Unidas en el Banco Nacional de París. Ante la imposibilidad de Sadam de disponer libremente de este dinero para sus propias ambiciones comenzó muy pronto a cobrar comisiones ilegales de entre 20 y 70 centavos de dólar por cada barril de crudo exportado, dinero depositado en una cuenta a nombre de Organización Estatal para la Distribución de Petróleo de Irak (SOMO), abierta en el Banco Nacional de Jordania en Ammán. Las estimaciones para el año 2001 son de 200 millones de dólares en comisiones ilegales y “secretas”.Bagdad ha mantenido artificialmente bajo el precio de petróleo para imponer estos recargos y aún así mantener su crudo dentro de precios competitivos a nivel internacional. Aunque las autoridades de Bagdad han desmentido insistentemente  que realicen esta práctica, existen pruebas escritas sobre las demandas de comisiones por parte de SOMO a compañías importadoras.

Por otro lado y como forma de explotar políticamente el programa de Naciones Unidas, el régimen de Sadam se ha reservado la elección de los contratos de venta de petróleo y compra de bienes humanitarios, la mayoría de los cuales han ido a parar a compañías rusas y francesas, cuyos gobiernos son abiertamente el mayor apoyo de Irak en el Consejo de Seguridad. Recientemente, EMERCOM (Ministerio ruso de Protección Civil, Emergencias y Eliminación de las Consecuencias de las Catástrofes Naturales) se ha convertido en el mayor contratista, adquiriendo 12 millones de barriles en julio de 2002, el doble de cualquier contrato anterior. Si Estados Unidos y Gran Bretaña son los que siempre han defendido más enérgicamente el mantenimiento de las sanciones, los otros tres miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU -China, Rusia y Francia- se oponen desde hace tiempo.

Durante largos años la comunidad internacional ha cerrado los ojos ante estos hechos. Ante los fallos en el programa, norteamericanos y británicos articularon, en mayo de 2002, la idea de las “sanciones inteligentes” contra Bagdad para evitar que las desviaciones del programa petróleo por alimentos pudieran jugar a favor de Sadam Husein. No obstante, parece que el programa revisado tampoco va a impedir que Sadam continúe utilizando sus habilidades financieras, incluso puede aumentar sus beneficios, pues le favorece que se haya ampliado la lista de mercancías que se pueden importar, dificultando aún más su control.

La lucha entre Bagdad y Naciones Unidas por el control de los recursos dentro del programa de petróleo por alimentos no ha impedido que Sadam gane la partida en el mercado negro. A pesar de los esfuerzos por evitarlo se ha fracasado en  impedir tanto la compra de bienes prohibidos como la venta ilegal de petróleo.

Al  menos nueve son las rutas por las que Irak exporta petróleo e ingresa productos fuera del  programa humanitario: Turquía, Jordania, Siria e Irán dibujan el mapa del contrabando. Se utilizan camiones y barcos en aguas territoriales iraníes y kuwaitíes. Más recientemente, se ha incorporado a esta red de contrabando, el oleoducto y el ferrocarril a Siria, que sirve para exportar petróleo a todo Oriente Medio. Si sólo dos puertos, Ceyhan (Turquía) y Mina Al-Bakr (Norte del Golfo Pérsico), están autorizados por Naciones Unidas para la exportación de petróleo, el resto de vías son una violación de las sanciones. No obstante, los puntos autorizados también son utilizados para el contrabando. Esta situación ha sido constatada por los mismos supervisores contratados por Naciones Unidas, quienes no tienen autoridad para inspeccionar ni detener ningún cargamento que no provenga del programa de ayuda humanitaria.

 

Según diversas estimaciones, a la baja, los ingresos de Sadam al margen del programa Petróleo por Alimentos son de aproximadamente 6.600 millones de dólares desde 1997. Se considera que sólo en el año 2002, Irak ha ganado algo más de 2.200 millones de dólares.

Al analizar detenidamente las principales rutas de contrabando destaca el nivel de institucionalización gubernamental de una práctica ilegal según normas internacionales.

En el caso de Turquía, apenas finalizada la Guerra del Golfo y ya establecidas las zonas de exclusión aérea en el Norte de Irak, el petróleo volvió a fluir sin tener en cuenta las prohibiciones al respecto. Los gobiernos de Turquía e Irak negocian directamente las cuotas de crudo, mientras los kurdos iraquíes son quienes ejercen de intermediarios entre los “empresarios” de ambas fronteras. Los improvisados tanques derraman parte de su contenido dejando intransitable la carretera entre Kirkuk y el paso de Harbur en la frontera turca.

 Los beneficios del contrabando, aproximadamente unos 1.000 millones de dólares anuales, lejos de mejorar la situación de la población iraquí pasan a engrosar las cuentas personales de Udai Hussein y, sobre todo, de Qusay Hussein.

Otro de los beneficiarios de este “comercio” es el Partido Democrático del Kurdistán (PDK) liderado por Masoud Barzani. Estos ingresos han hecho posible una considerable mejoría de la situación social en la zona, sin embargo, este contrabando  ha significado que uno de los partidos más importantes de la minoría kurda establezca una rentable asociación con el  régimen que hace sólo unos años cometió genocidio contra la población que representa.

Turquía y su gobierno se vinculan directamente con el entramado corrupto del régimen de Sadam. La compañía estatal de petróleo TUPRAS fue una de las primeras que compró crudo bajo el programa de Naciones Unidas; no obstante, a partir de 2001, debido a las altas “comisiones” impuestas por el gobierno de Bagdad, pasó a comerciar directamente con los iraquíes. El contrabando supone para Turquía una importante fuente de ingresos para el deprimido sudeste del país, región que más ha sufrido con la disminución del comercio tras las sanciones impuestas a Irak. Esta situación está tan aceptada que, en 1998, el gobierno turco llegó a instaurar una serie de normas que legalizó, de facto, el contrabando. Incluso el primer ministro, Bulent Ecevit, en febrero de 2002 prometió el incremento del comercio ilegal con Irak  y no su disminución, como correspondería a la autoridad de un país que participa en la misma organización internacional que prohíbe terminantemente este tipo de intercambio.

La situación no varía ostensiblemente en el caso de Jordania. Las relaciones comerciales entre ambos países existen desde hace tiempo. Desde 1980, Irak es el principal proveedor de petróleo de este país, y el puerto jordano de Aqaba es el más importante para las exportaciones e importaciones iraquíes.

El contrabando de petróleo hacia Jordania es el segundo en importancia después de Siria, llegando a 110.000 bpd (barril/día), aunque observadores independientes consideran como real una cifra mayor. La ausencia de petróleo iraquí ocasionaría un estrangulamiento de la economía jordana, ante la imposibilidad de pagarlo a precio de mercado, por lo que la comunidad internacional hace la vista gorda a esta situación.

La existencia de protocolos comerciales entre ambos países, no autorizados por  Naciones Unidas, ha permitido a Irak adquirir  más de 450 millones de dólares en bienes procedentes de Jordania, sólo en 2001. Este acuerdo se renueva cada año, interviniendo directamente en las negociaciones Sadam Hussein y el Rey de Jordania. Los pagos, sin ningún tipo de control,  se realizan a través de una cuenta del Banco Nacional de Jordania controlada directamente por Sadam.

La mayor parte del contrabando se realiza con camiones, diariamente atraviesan las fronteras unos 300 que pertenecen a una empresa conjunta gubernamental jordana-iraquí, la cual no sólo obtiene beneficios del comercio ilegal, sino también de contratos para transportar importaciones bajo el programa de Petróleo por Alimentos.

No sólo por tierra se hace caso omiso del régimen de sanciones al que está obligado Bagdad, ya que en septiembre de 2000, Jordania fue el primer país árabe en realizar vuelos hacia Irak, días después de que Francia y Rusia desafiaran abiertamente el embargo internacional al extender sus vuelos a Bagdad.

A pesar de la importancia del contrabando con Turquía y Jordania, la ruta que mayores beneficios reportan a la dictadura iraquí es a través del oleoducto con Siria, cerrado durante el conflicto irano-iraquí. Las relaciones entre estos países, enemigos durante años, se restablecieron a partir de 1995 con la apertura de carreteras y en 1997 con la firma de un entendimiento para la reapertura del oleoducto. Para hacerlo operativo tras años de desuso, fueron necesarias costosas reparaciones, en las que empresas francesas colaboraron activamente. En noviembre de 2000, el petróleo iraquí comenzó a fluir hacia Siria. Se estima que los ingresos son  aproximadamente 1.000 millones de dólares anuales, ya que se calcula que se mueven unos 230.000 bpd.

Los beneficios son significativos para ambos socios “comerciales”. Siria recibe petróleo con un “descuento”, estimado aproximadamente entre 2 y 6 dólares por barril, y como consecuencia una reactivación de la economía de las zonas atravesadas por la ruta utilizada por el contrabando. Y por otro lado, el régimen de Sadam y su círculo intimo, no sólo recibe dinero en efectivo, sino que además tiene acceso irrestricto a bienes prohibidos por la comunidad internacional. En el caso específico de Siria, se considera que ha provisto de “hardware” militar a Sadam. Ahora, bien, este oleoducto no sólo tiene como fin el transporte de petróleo a Siria, sino también a países como El Líbano, que firmó un acuerdo con Sadam en abril del año pasado para transportar, a través del oleoducto, unos 50.000 bpd. Nuevamente, todas estas transacciones se realizan al margen del programa de Naciones Unidas. Dada la magnitud de los beneficios que recibe Sadam Husein y la utilización de estos ingresos no sólo para oprimir a su pueblo sino para rearmarse poniendo en riesgo la paz en la zona, el Secretario de Estado norteamericano Colin Powell ha negociado con el presidente Bashar Assad que el petróleo iraquí que atraviesa el oleoducto esté  bajo la vigilancia de Naciones Unidas. Esta promesa aún no se ha cumplido.

 

A pesar del grave perjuicio que este contrabando significa en términos de seguridad y de bienestar tanto para la comunidad internacional como para la sufrida  población iraquí, resulta más difícil que se tome algún tipo de medida para acabar con estas actividades ilegales. Esta afirmación tiene ahora más sentido si cabe, ya que, en otoño de 2001, Siria fue elegida miembro no permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y desde enero de 2002 tiene un puesto en el Comité de Sanciones encargado de velar por el cumplimiento del embargo establecido por las normas internacionales.

Otra de las rutas a través de la cual Sadam exporta ilegalmente petróleo lo constituyen las costas iraníes y kuwaitíes. Se estima que Irak ha ganado más de 200 millones de dólares en el año 2001 a través del contrabando realizado por estas costas. Son utilizados como medio de transporte pequeñas barcas con tanques cargados de petróleo. Esta ruta marítima está vigilada por la Guardia Revolucionaria Iraní quien, al  facilitar el tránsito del petróleo, se beneficia económicamente. En principio, esta Guardia no estaría bajo el control directo del actual gobierno moderado de Mohammad Khatami, es decir que estos ingresos benefician a la línea dura de Irán. Reiteradas veces, el presidente Khatami y la comunidad internacional han realizado operaciones destinadas a acabar con este contrabando, y a pesar de todo, siguen atravesando el Golfo Pérsico unos 40.000 bpd.

 

Estimaciones de contrabando de petróleo, marzo de 2002

 

Fuente: Middle East Economic Survey

Rutas de salida Barriles por día

Jordania

75.000 a 110.000

Siria

180.000 a 250.000

Turquía

40.000 a 80.000

Golfo Pérsico

30.000 a 40.000

Total

325.000 a 480.000

 
 

Toda esta situación raya lo absurdo si se tiene en cuenta que al mismo tiempo que Sadam intenta lucrarse a través del contrabando, Irak es el beneficiario del programa humanitario más grande del mundo: alrededor de 6.000 millones anuales, seis veces más que cualquier otra de las operaciones humanitarias llevadas a cabo por la comunidad internacional, como Bosnia o Afganistán. Sin embargo, la población iraquí sigue padeciendo la falta de alimentos y medicinas. ¿El motivo? Sadam controla la distribución de mercancías.

El gobierno de Bagdad  ha hecho todo lo posible por mostrar a la opinión pública el sufrimiento que causa a la población iraquí el régimen de sanciones impuesto por la comunidad internacional. Sin embargo, Sadam ha puesto obstáculos a la ayuda de las Naciones Unidas, al negarse a comprar suficientes alimentos y medicinas, y al vender a los hospitales privados, a precios exorbitantes, los medicamentos que recibe a través del programa Petróleo por alimentos, lo que ha agravado los sufrimientos de su pueblo, utilizando este desgraciado espectáculo para intentar el levantamiento de las sanciones.

Su hijo Qusay controla varias compañías de re-exportación de  alimentos, medicinas, vehículos, y otros elementos adquiridos bajo el programa humanitario cuyo destino debería ser el pueblo de Irak. Por el contrario estos ingresos, de cerca de 20 millones de dólares al año, son invertidos en la construcción de palacios y en el mantenimiento del clan Sadam.

El desvío de fondos beneficia a varios estamentos: los miembros del gobierno y los altos mandos militares y de seguridad reciben raciones mensuales extra de alimentos, automóviles Mercedes y sueldos mensuales de miles de dólares. Como contrapartida, el sueldo mensual medio de los funcionarios del Estado es de 6.500 dinares,  cerca de 3,50 dólares.

Sadam Husein prefiere erigirse monumentos a sí mismo que ayudar a su pueblo, estandarte en sus manifestaciones anti-occidentales. Desde la guerra del Golfo, Sadam ha gastado más de 2.000 millones de dólares en palacios presidenciales. Algunos de estos palacios tienen griferías con baño de oro y lagos y cascadas artificiales que utilizan bombas que se podrían haber usado para atender a las necesidades de agua y saneamiento de la población civil. Provee de agua y otros recursos escasos a grupos selectos y  partidarios del régimen en detrimento de los que  verdaderamente lo necesitan.

Hay otras fuentes a través de las cuales Sadam financia los excesivos lujos de su familia: su estructura de represión y sus programas armamentísticos, tales como la compañía de transportes jordano-iraquí que no sólo se encarga del transporte ilegal de mercancías y petróleo a Jordania sino también del traslado de productos bajo el auspicio de Naciones Unidas. Asimismo, Udai Hussein posee una compañía de transporte con Siria; exportación de azufre; realización de ferias comerciales con importantes ingresos por cuotas y gastos  generados por las delegaciones; importaciones de cigarrillos y otros bienes de lujo tales como whisky, cerveza, vodka y vino; las peregrinaciones a sitios sagrados son una considerable fuente de ingresos si se considera que aproximadamente un millón de personas al año llegan a Irak con esa finalidad. A estos ingresos se deben agregar las tasas aeroportuarias, comisiones por gestión de viajes, expedición de visas, manipulación de divisas, etc. Por estas fuentes minoritarias ingresan  aproximadamente unos 270 millones de dólares al año en las arcas del régimen iraquí.
Según diversas investigaciones realizadas por Kroll Associates, se calcula que desde 1981 el régimen ha podido desviar unos 200.000 millones de dolares. Por otro lado, su fortuna personal puede rondar los 2.000 millones segun Forbes o 7.000 millones según el Departamento De Estados Unidos.Actualmente, Irak es el campo de batalla de una guerra económica, ya que los dos hijos de Sadam rivalizan por el control de las fuentes de ingresos del régimen. Durante los últimos años, se considera que Qusay es quien más poder ostenta  no sólo en el aparato de seguridad y militar, sino también en el control del contrabando y de los beneficios procedentes de la manipulación del programa de Naciones Unidas.

 

Conclusión: La lógica de Sadam y su círculo de poder es aplastante, vender petróleo fuera del programa Petróleo por Alimentos es altamente beneficioso para su enriquecimiento personal y para comprar armas y otros bienes prohibidos, en detrimento de la ayuda humanitaria, que puede implicar una mejora del bienestar de su propio pueblo, con lo que perdería una de sus principales armas propagandísticas: el hambre de su gente.

Conociendo los mecanismos de enriquecimiento de Husein, se empiezan a entender muchas de las contradicciones de la realidad iraquí. Primero, la escasez de productos básicos, tales como alimentos y medicinas, a pesar de ser el beneficiario del mayor programa humanitario que ha existido hasta ahora. Esto se debe a la manipulación en la distribución de productos, su reventa e incluso su reexportación. En segundo lugar, saber que el régimen de sanciones impuesto por la comunidad internacional es constantemente violado e ignorado, incluso por países que forman parte del Consejo de Seguridad, que aprobó el embargo. Dado los beneficios que el contrabando reporta para muchos países, se comprende por qué no se llevan a cabo esfuerzos por reforzar y hacer cumplir las normas internacionales, y asegurar que Sadam Hussein no se rearme y se erija como una grave amenaza para el mundo.  En tercer lugar, el actual status quo iraquí beneficia a muchos de los países vecinos de Irak y explica la resistencia a un cambio de régimen que pueda perjudicar sus intereses económicos.

 

Petróleo por Alimentos: ingresos y distribución 1997-2001

 

En millones de dólares

 

Fuente: Oficina de Naciones Unidas para el programa de Irak

Sectores u otros gastos

Aprobados por el Consejo de Seguridad

No sujeta a aprobación del Consejo de Seguridad

Total

Porcentajes  totales

Sector

Alimentos

$ 5.782

$ 5.213

$10.995

21,5

Gestión de alimentos

2.286

137

2.423

4,7

Salud

1.749

604

2.353

4,6

Infraestructura de producción de petróleo

1.860

872

2.732

5,3

Electricidad

2.622

12

2.634

5,1

Agua /Sanidad

1.233

116

1..349

2,6

Agricultura

2.312

302

2.614

5,1

Educación

580

185

765

1,5

Telecomunicaciones
Transporte

1.432

0

1.432

2,8

Vivienda

1.930

324

2.254

4,4

Provincias del Norte

1.154

95

1.249

2,4

Otros

Distribución especial

13

 

13

0,1

Reparaciones de Guerra

 

13.960

13.960

27,3

Tasas administrativas

 

1.485

1.485

2,9

Aprovadas pero no ejecutadas

 

4.948

4.948

9,7

Total

$22.953

$28.253

$51.206

100

 
Carlota Garcia

Escrito por Carlota García Encina

Carlota García Encina es investigadora principal de Estados Unidos y Relaciones Transatlánticas del Real Instituto Elcano, y profesora de Relaciones Internacionales. Es doctora en Historia Contemporánea por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), graduada en Estrategia y Política de Defensa por el Center for Hemispheric Defense Studies (National Defense University, Washington), Master en Seguridad y Defensa […]

Alicia Sorroza

Escrito por Alicia Sorroza

Fue investigadora del Real Instituto Elcano. Politóloga y licenciada en Relaciones Internacionales. Master en Cooperación Internacional (IUDC-UCM). Diplomada en Estudios Avanzados en Estudios Europeos (IUOG-UCM). Ha colaborado en el Centro Español de Relaciones Internacionales de la Fundación Ortega y Gasset. Imparte conferencias, cursos y clases en diversas universidades e instituciones sobre relaciones internacionales y Unión […]