Un análisis más completo pronostica que China tendrá un impacto más bien negativo sobre su posición económica y política en el mundo.
El Congreso de EEUU en una decisión sin precedentes acaba de aprobar el paquete de estímulo más grande de la historia moderna de EEUU.
La OTAN ha iniciado un debate de alto nivel sobre cómo abordar los desafíos estratégicos relacionados con el auge de China, que ha llegado para quedarse.
Asia será un elemento determinante en el siglo XXI, sin duda, en primer lugar por su pujanza económica. Pero no estamos ante un bloque homogéneo.
Los diplomáticos parecen vengarse y desafiar a Donald Trump. La oportunidad se las ha brindado el juicio político (impeachment) que está en marcha.
Se analiza el estado de la Unión en EEUU en cuatro dimensiones: la economía, la política exterior, el juicio político a Trump y la campaña electoral.
En la rivalidad entre China y EEUU, parece estar surgiendo un nuevo frente de batalla en el que, por el momento, China lleva ventaja: el río Mekong.
En apenas setenta años la República Popular de China ha transitado sin pausa desde la irrelevancia más absoluta hasta la preeminencia incuestionable de hoy.
En octubre se celebra el 70º aniversario de la fundación de la República Popular China. Su emergencia como potencia es un hecho relevante de nuestro tiempo.
EEUU está inmerso en un nuevo diseño de su política hacia China, aunque aún no esté claro todavía, y Pekín está respondiendo. ¿Cómo llamarlo?
¿Cuál es el estado actual del desarrollo de capacidades tecnológicas de la economía China y cuáles los desafíos que afrontará en el corto y medio plazo para posicionarse y consolidarse como líder mundial en innovación?
Se cumple el próximo 4 de junio el 30 aniversario de los violentos sucesos de Tiananmen, que provocaron una enorme conmoción en el mundo.