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Índice

  1. Introducción: ¿un nuevo escenario para el español en Corea? 5 – 6
  2. El sistema educativo coreano 7 – 13
    2.1. La Enseñanza primaria y secundaria 13 – 16
    2.2. Bachillerato (High School) 16 – 22
    2.3. La educación superior en Corea 22 – 35
    2.4. El español fuera del sistema educativo formal 35 – 41
    3. Conclusiones y recomendaciones 43 – 45
  3. Anexo 47 – 54
  4. Referencias 55 – 63

1.   Introducción: ¿un nuevo escenario para el español en Corea? [1]

En 2020, España y la República de Corea celebraron 70 años de relaciones bilaterales. El vínculo construido durante estas siete décadas no ha sido siempre tan intenso como aparece hoy, tras los recientes viajes de los reyes a Corea en 2019 y del presidente Moon Jae-in a España en 2021. Los antecedentes más sólidos corresponden a las últimas dos décadas, con el viaje oficial de los reyes en 1996 y, especialmente, con el Plan Asia-Pacífico que el gobierno español aprobó en 2000, en el contexto del cual la relación se ha vuelto progresivamente más intensa y compleja, un proceso completado en 2017 con el “diálogo estratégico” bilateral y, más recientemente, con la “asociación estratégica” confirmada entre los dos países tras la visita del presidente Moon a España en junio de 2021.

El vínculo entre los dos países no solo se ha transformado en estas dos décadas, también lo ha hecho el interés recíproco de las dos sociedades. En España, la atracción de los jóvenes por las distintas manifestaciones de la cultura popular coreana ha acompañado a esa misma tendencia en todo el mundo occidental. La política cultural coreana fue convirtiendo —a través de decididas actuaciones como el “Ten-Year Master Plan for Cultural Development” de 1990, el “Plan Cultura 2000” o el “Creative Economy Action Plan” de 2013— su producción en referente mundial de la cultura popular, tanto en televisión como en cine o música (Shim, 2006, UNCTAD, 2017). Y, así, hoy la “hallyu”, la “k-wave”, la ola coreana o como queramos llamarla, está presente en todos los rincones del mundo, hasta el punto de que la Korea Foundation identificaba 90 millones de fans de la cultura pop coreana, organizados en 1.843 clubes de 113 países, con un crecimiento económico incomparable —el grupo k-pop BTS produjo, por sí solo, 4.650 millones de dólares para la economía coreana en 2020 (Pesek, 2021)—. En veinte años y con la decidida actuación de sucesivos gobiernos de distinto signo, Corea se ha convertido en una potencia cultural no solo regional, sino global. Y su sociedad se ha abierto cada vez más al mundo, tanto en el consumo cultural como, por ejemplo, en el turismo. Los coreanos visitan España cada vez en mayor número y con mayor frecuencia: antes de la pandemia eran el tercer mercado asiático, con 630.482 turistas en 2019, el doble que en 2016. Lo más sorprendente es que esos datos son muy cercanos al número de turistas japoneses o chinos, pese a la enorme diferencia de población. Si consideramos la cifra de turistas de Asia oriental respecto a la población de cada país, en 2019 visitaron España un 0,05% de los ciudadanos chinos, un 0,54% de los japoneses, pero nada menos que uno de cada cien coreanos visitó España el año previo a la pandemia (un 1,22%) (OMT, 2021). Más sorprendente aún es el interés de los coreanos por el Camino de Santiago, que recorrieron más de ocho mil ciudadanos de Corea en 2019, frente a los 1.740 que lo hicieron en 2011; los coreanos suponían, antes de la pandemia, el 2,4% del total de peregrinos del Camino de Santiago y el octavo país de procedencia, lo que se explica tanto por la influencia de varios programas televisivos —en especial “Korean Hostel in Spain”, de 2013, o “Shall we walk together”, con estrellas del k-pop haciendo el camino en 2018— como por la importante y activa comunidad católica del país, que ronda el 30% de la población (ICEX, 2020).

figura 1 visitantes coreanos en el camino de santiago
Figura 1. Visitantes coreanos en el Camino de Santiago, por años (2011-2019). Fuente: elaboración propia sobre datos de la Oficina de Acogida al Peregrino de la Catedral de Santiago.

Pero si a los coreanos parece interesarles y atraerles España cada vez más, el español tiene todavía serias dificultades para crecer en Corea. Y ello pese a la importancia que los fundamentos confucionistas de la cultura coreana dan a la educación, y que se traducen en sus envidiables indicadores educativos. El gasto del país en educación —tanto público como privado— se mantiene entre los mayores del mundo (Jones, 2013), los resultados de los estudiantes coreanos en los indicadores PISA de la OCDE los sitúan entre los cinco mejores países del mundo en lectura (9º lugar general, 5º OCDE), matemáticas (7º lugar general, 2º OCDE) y ciencia (7º lugar general, 4º OCDE) (OECD, 2018) y la “fiebre educativa” (kyoyuk yolgi) marca la vida de la sociedad y, particularmente, la juventud coreana desde la niñez hasta el ingreso en la universidad. El desarrollo educativo coreano “ha sido a su vez parte y producto de los complejos cambios políticos y sociales que se sucedieron durante mediados y fines del siglo xx” (Seth, 2002). Por tanto, para comprender la situación del español en Corea y su presencia en el sistema educativo, este informe trata de contextualizar el papel de la enseñanza de las lenguas extranjeras en el país en el marco de la política educativa contemporánea. Como se verá enseguida, los datos disponibles muestran la situación de debilidad del español en el sistema educativo coreano, una situación agravada por la ausencia de centro del Instituto Cervantes en el país. Vista la intensificación de la relación bilateral y el creciente interés de la sociedad coreana por España, quizá este sea un momento adecuado para potenciar definitivamente el español en Corea del Sur, promoviendo acuerdos con su administración que permitan la creación de lectorados o secciones bilingües pero, sobre todo, equilibrando la apertura en España del centro cultural coreano inaugurado en 2011 con un centro del Instituto Cervantes en Seúl que no debería aplazarse por más tiempo.


[1] Este trabajo ha sido elaborado por el Real Instituto Elcano en el marco del Convenio entre el Instituto Cervantes y la Fundación Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos publicado por el Boletín Oficial del Estado de 30 de julio de 2020 y de 23 de junio de 2021.