Resumen

Desde la introducción en España del yihadismo global en la década de los ochenta del pasado siglo gracias al proselitismo de figuras importantes del entonces todavía emergente fenómeno, pasando por las actividades que culminaron durante los años noventa en la consolidación en España de una importante célula de al-Qaeda y en su reconstitución como inicio de lo que fue la red terrorista del 11-M, hasta que con el desencadenamiento de la guerra en Siria se desarrolló a partir de 2011 una red de apoyo a la rama siria de esa misma estructura global y organizaciones afines, numerosos activistas, imanes y propagandistas alineados con los Hermanos Musulmanes han influido notablemente, dentro de España, en procesos de radicalización violenta conducentes a la implicación en actividades relacionadas con el terrorismo yihadista. Por consiguiente, el caso español refuta la visión de los Hermanos Musulmanes como un conjunto de grupos diferenciados por su origen nacional que comparten sin exclusión el rechazo de la yihad global, como un movimiento cuya organización y disciplina previenen la radicalización violenta entre jóvenes musulmanes en las sociedades occidentales. Todo lo cual dicho, la evidencia existente sobre el caso español parece al mismo tiempo insuficiente para corroborar la visión alternativa sobre las relaciones entre los Hermanos Musulmanes y el yihadismo global.

Introducción

¿Qué relación cabe establecer entre los Hermanos Musulmanes y el yihadismo global, en especial por lo que concierne a las sociedades abiertas del mundo occidental? Hablar de los Hermanos Musulmanes o de la Hermandad Musulmana es hacerlo de un movimiento islamista fundado en Egipto en 1928 pero actualmente muy extendido en el mundo árabe y ampliamente transnacionalizado.[1] Tiene presencia en Europa Occidental y, por supuesto, también en España.[2] Hablar de yihadismo global es hacerlo de un fenómeno que se configuró ideológica y organizativamente en los años ochenta y al cual es inherente el terrorismo yihadista.[3] Sus actores empezaron a establecerse en distintos países de Europa Occidental a lo largo de los noventa, incluyendo a España.[4] Pues bien, acerca de la relación entre los Hermanos Musulmanes y el yihadismo global en las sociedades occidentales en general y europeas en particular, tanto respecto a la amenaza del terrorismo como a los procesos de radicalización violenta, existen dos visiones contrapuestas.

Según una primera visión, la Hermandad Musulmana “es una colección de grupos nacionales con perspectivas diferenciadas”, pero tienen en común el hecho de que “todos rechazan la yihad global, adoptando las elecciones y otros rasgos de la democracia”.[5] Además, siempre de acuerdo con esta perspectiva, parece que la Hermandad Musulmana, por medio de la disciplina interna y de su programa educativo, consigue apartar a sus miembros del radicalismo y “trabaja disuadiendo a los musulmanes de la violencia, canalizándolos en lugar de ello a actividades políticas y benéficas”.[6] En suma, los Hermanos Musulmanes, que denuncian los atentados yihadistas en las sociedades occidentales donde tienen presencia, actuarían con éxito o al menos eficacia cuando se trata de prevenir la radicalización cognitiva en la ideología de al-Qaeda y como influencia opuesta a la que conduce a la implicación en actividades relacionadas con el terrorismo yihadista.

Una visión alternativa sostendría que las ideas y los objetivos de los Hermanos Musulmanes son incompatibles con los valores de las sociedades abiertas en el contexto de democracias liberales. Así, la Hermandad y sus entidades afines favorecen la radicalización de jóvenes musulmanes alienados en los países occidentales donde viven, al islamizarlos de un modo que enfatiza su identidad religiosa en detrimento del sentimiento de ciudadanía.[7] Aunque los Hermanos condenan el terrorismo yihadista en esos países del mundo occidental donde están establecidos, admiten “el terror que está permitido por la ley islámica”.[8] Si se presentan como moderados y ajenos a ese terrorismo es por razones utilitarias, para acceder a recursos públicos, ganar legitimidad entre las elites y conseguir poder en las comunidades musulmanas. Algunas posiciones de esta segunda visión llegan a argumentar que la Hermandad produce yihadismo o es ella misma una organización yihadista.[9]

Tal y como ha observado Lorenzo Vidino acerca de lo antedicho, “las opiniones divergentes son una consecuencia natural de las dificultades para determinar concluyentemente el impacto de los Hermanos sobre la radicalización y el entorno de seguridad, debido a la ausencia de evidencia empírica clara”, más aún cuando son muy pocos los miembros activos de las organizaciones de la Hermandad Musulmana en Occidente que se han radicalizado hasta el punto de implicarse en actividades violentas.[10] A tal respecto, el propósito de este documento es el de aportar suficiente evidencia de interés, acerca del caso español, para corroborar o refutar tentativamente alguna de las mencionadas dos visiones sobre la relación entre los Hermanos Musulmanes y el terrorismo inherente al yihadismo global.[11]


[1] Carrie R. Wickham, The Muslim Brotherhood: Evolution of an Islamist Movement (Princeton: Princeton University Press, 2015); Nawaf Obaid, “The Muslim Brotherhood. A Failure in Political Evolution”, Harvard University, Belfer Center for Science and International Affais, 2017; Khalil Anani, Inside the Muslim Brotherhood: Religion, Identity, and Politics (Nueva York: Oxford University Press, 2016).

[2] Edwin Bakker y Roel Meijer, eds., The Muslim Brotherhood in Europe (Oxford: Oxford University Press, 2013), pp. 313-317; Lorenzo Vidino, The New Muslim Brotherhood in the West (Nueva York: Columbia University Press, 2010); Lorenzo Vidino, El círculo cerrado de los Hermanos Musulmanes (Barcelona: Galaxia Gutenberg, 2021); Elena Arigita y Rafael Ortega. “The Muslim Brotherhood in Spain”, pp. 95-98 en Frank Peter and Rafael Ortega, eds., Islamic Movements of Europe: Public Religion and Islamophobia in the Modern World (Londres: I.B.Tauris, 2014); Elena Arigita y Rafael Ortega, “From Syria toi Spain: the Rise and Decline of the Muslim Brothers”, pp. 189–208 en Bakker y Meijer, The Muslim Brotherhood in Europe.

[3] Marc Sageman, Understanding Terror Networks, (Filadelfia: University of Philadelphia Press, 2004), pp. 18-24; Jarret M. Brachman, Global Jihadism. Theory and Practice (Londres y Nueva York: Routledge, 2009).

[4] Petter Nesser, Islamist Terrorism in Europe. A History (Londres: Hurst, 2015), pp. 34-35; Fernando Reinares, Carola García-Calvo y Álvaro Vicente, Yihadismo y yihadistas en España (Madrid: Real Instituto Elcano, 2018).

[5] Robert S. Leiken y Steven Brooke, “The Moderate Muslim Brotherhood”, Foreign Affairs, 86: 2 (2007), p. 108; Dounia Bouzar, L’Islam des banlieus. Les prédicateurs musulmans: nouveaux travailleurs sociaux? (París: La Découverte, 2001). Inclinado al mismo argumento, con más matices, se sitúa Marc Lynch, “Islam Divided between Jihad and the Muslim Brotherhood”, pp. 161-183 en Assaf Moghadam, and Brian Fishman, eds. Fault Lines in Global Jihad: Organizational, Strategic, and Ideological Fissures (Londres: Taylor and Francis, 2011).

[6] Leiken y Brooke, “The Moderate Muslim Brotherhood”, pp. 112-113.

[7] Este argumento fue desarrollado respecto al caso francés por Gilles Kepel en Les banlieus de l’islam (París: Seuil, 1987).

[8] En un encuentro del European Council for Fatwa and Research (ECFR) constituido por la urdimbre global de la Hermandad Musulmana en 1997, celebrado en 2003 en Estocolmo, al-Qaradawi establecio distintas (5) categorías de terrorismo, pero una de ellas era “el terror que está permitido por la ley islámica”, incluyendo el derivado de lo que denomina operaciones de martirio. “Al-Qaradhawi Speaks In Favor of Suicide Operations at an Islamic Conference in Sweden”, Middle East Media Media Research Initiative Special Dispatch no. 542 (2003).

[9] David Patterson, A Genealogy of Evil. Anti-Semitism from Nazism to Islamic Jihad (Cambridge: Cambridge University Press, 2010), en especial pp. 125-146.

[10] Vidino, The New Muslim Brotherhood in the West, pp. 220-221.

[11] La información y los datos en que se basa este estudio han sido extraídos de fuentes primarias tales como documentos judiciales e informes policiales sobre casos relevantes investigados en España, así como de fuentes secundarias que se corresponden sobre todo con literatura académica relacionada de uno u otro modo con el tema.


Imagen: Siluetas de personas al final de un túnel. Foto: Martin (@mrtnpro).