La segunda generación en Madrid: un estudio longitudinal (ARI)

La segunda generación en Madrid: un estudio longitudinal (ARI)

Tema: La segunda generación de inmigrantes en España tiene modestas aspiraciones educativas y ocupacionales y no se siente aún española.[1]

Resumen: En este ARI se sintetizan los resultados preliminares de la primera fase de un estudio longitudinal sobre la adaptación social y económica de los hijos de inmigrantes –la segunda generación– en España. La fase inicial del estudio consiste en una muestra estadísticamente representativa de estudiantes de segunda generación en colegios de las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona, incluyendo tanto colegios públicos como concertados. El documento incluye los resultados iniciales del estudio en Madrid.

Análisis: A efectos de este estudio, la segunda generación se define como los hijos de padre o madre extranjeros nacidos en España, y se denomina generación 1,5 a los nacidos en el exterior pero asentados en España a una edad temprana, en general antes de los 12 años. La encuesta inicial se concentró en adolescentes de entre 12 y 17 años, de ambos sexos y de todas las nacionalidades de origen. Este rango de edades corresponde, en general, a alumnos de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO), y en esos cursos se concentró la muestra. La muestra inicial se realizó en dos etapas. La primera consistió en una selección aleatoria de colegios de enseñanza secundaria en Madrid, área metropolitana. La selección al azar se realizó separadamente para colegios públicos y concertados, excluyendo colegios privados de pago. En una etapa posterior, se agregó una muestra intencional de colegios públicos en áreas de alta concentración de inmigrantes con el propósito de incrementar el número total de casos. Un análisis estadístico comparativo muestra que no existen diferencias significativas entre los resultados claves de ambas muestras y que, por tanto, los hallazgos son representativos de la población objeto del estudio: jóvenes de segunda generación en edad adolescente.

En total, 125 colegios de Madrid participaron en la encuesta. Miembros del equipo de investigación y personal docente de cada centro colaboraron en la selección de alumnos de acuerdo a la definición de “segunda generación” indicada anteriormente. Un cuestionario auto-administrado fue distribuido entre los alumnos reunidos para este propósito en una clase. Miembros del equipo de investigación estuvieron presentes en cada sesión para clarificar preguntas y explicar a los encuestados el propósito y alcance del proyecto.

La encuesta se llevó a cabo durante el otoño de 2007 y la primavera de 2008 y se completó una muestra de 3.375 casos representativa del universo de jóvenes de segunda generación en la Comunidad de Madrid. El cuestionario de más de 100 preguntas genera una riqueza de datos hasta hoy inexistente en España y, por lo que sabemos, también en otros países europeos.

Un dato significativo es que los nacidos en España representan solo una minoría –el 13%– . Esto quiere decir que la segunda generación en Madrid es aún muy joven, componiéndose abrumadoramente de la generación “1,5”, nacidos en el extranjero que llegaron a España durante la niñez. Muy pocos nativos de padres extranjeros han llegado ya a la adolescencia. Para los que no nacieron en España, el año modal de llegada fue 2002 y el tiempo promedio de residencia en el país, seis años.

La abrumadora mayoría de los hijos de inmigrantes domina el castellano. El 73% dice hablarlo perfectamente y un 23% adicional lo habla bien. Lo mismo ocurre cuando se les pregunta sobre su comprensión del idioma y su capacidad de leerlo y escribirlo. Obviamente, una razón parcial para ello es que una fuerte proporción de esta población procede de países latinoamericanos.

La estructura familiar predominante en la segunda generación es la tradicional, con dos terceras partes (67%) viviendo con ambos padres, biológicos o adoptivos. La situación familiar del resto corresponde, abrumadoramente, a aquellos que viven con sus madres, solas o acompañadas. Por último, la composición familiar es la de la familia nuclear promedio. La mediana del número de personas en el hogar fuera de los padres, es de tres, en general hermanos o hermanas. La mediana de hermanos que viven en el mismo hogar es uno, y el promedio aritmético apenas supera dos. Menos del 2% dicen vivir con abuelos en el hogar.

Aproximadamente el 70% procede de países latinoamericanos y los ecuatorianos por sí solos representan la mitad de este total. Esto le otorga a esta población un perfil similar al de EEUU, donde también los hijos de latinoamericanos predominan, y muy distinto al de otros países europeos. Puede decirse que la “Latinoamérica del exterior” crece hoy fundamentalmente en EEUU y España.

Los alumnos de colegios concertados tienen padres y madres con niveles de educación algo superiores a los que envían sus hijos a colegios públicos. Por ejemplo, el 27% de los padres de alumnos en los concertados tienen educación universitaria, frente al 18% de aquellos en colegios públicos. Lo mismo ocurre con el estatus ocupacional. Utilizamos la escala de estatus ocupacional elaborada para España por Carabaña y Gómez Bueno[2] y que, en nuestra muestra, registra un mínimo de 25 y un máximo de 266. El promedio de estatus ocupacional de padres inmigrantes es relativamente modesto, 93,4 y el de madres que trabajan aún más bajo, 81,9. Sin embargo, los padres de alumnos de colegios concertados son el único grupo que supera los 100 puntos en la escala, aventajando significativamente a padres de alumnos en los públicos. No existen diferencias significativas, sin embargo, entre las madres en ambos tipos de colegios.

La gran mayoría de padres y madres se concentran en ocupaciones manuales de baja remuneración: jornaleros, peones, personal de limpieza, servicio doméstico, camareros, etc. Las ocupaciones profesionales de alto estatus son la excepción, superando el 10% sólo entre padres de alumnos en colegios concertados. Nuevamente vemos diferencias significativas en la distribución por clase ocupacional, siendo ésta superior entre hombres que mujeres y entre padres de colegios concertados; no hay grandes diferencias entre las madres, que se concentran, abrumadoramente, en los estratos ocupacionales más bajos.

El castellano se habla en tres cuartas partes de los hogares inmigrantes, reflejando de nuevo el predominio de los latinoamericanos en la población inmigrante. El siguiente idioma es el rumano, seguido del árabe. En ambos casos, la proporción de alumnos que dicen hablar este idioma en casa es menor que los que provienen de estos países, sugiriendo un proceso de aculturación lingüística entre inmigrantes no hispano-hablantes.

La Tabla 2 nos muestra también que la mayoría de los entrevistados se muestran orgullosos de sus padres: sólo una minoría del 15% dice sentirse “avergonzado” de ellos. Este dato sugiere la relativa ausencia de “aculturación disonante”, marcada por el enfrentamiento cultural entre las generaciones. Idéntico resultado arroja el índice de relaciones inter-generacionales, compuesto por preguntas como “mis padres no me valoran mucho”. En un rango de 1 a 4, con mayores valores indicando mejores relaciones entre padres e hijos, el índice alcanza un promedio de 3,20 en la muestra total y 3,25 entre padres de colegios concertados. En general, las relaciones entre padres e hijos inmigrantes son buenas, aunque el hecho de que el 15% tenga serias quejas contra sus padres y que el índice no alcance sus valores máximos sugiere que una minoría experimenta considerables problemas de disonancia cultural y enfrentamiento inter-generacional.

Por ultimo, el Índice de Familismo o Solidaridad Familiar compuesto por indicadores como “Cuando uno tiene un problema serio, sólo la familia puede ayudar”, registra valores relativamente bajos. Entre un mínimo de 1 y máximo de 4, el promedio solo alcanza 2,37 y la mediana 2,33 en la muestra total, indicando que sólo algo más de la mitad favorece relaciones intra-familiares por encima de aquellas con otras personas en el exterior. La conclusión que sugieren estos resultados es que aunque la vida en común y relaciones entre las generaciones son buenas, no conllevan un dominio absoluto de la familia. Por el contrario, se observa entre los jóvenes niveles notables de apertura al exterior. El relativamente bajo índice de familismo señala una relativa ausencia de resistencia a la integración a la sociedad receptora.

Aspiraciones, expectativas, autoestima y percepciones de discriminación

La Tabla 3 presenta la distribución de respuestas a las preguntas “Cúal es el nivel más alto de educación al que quisieras llegar” (“Aspiraciones Educacionales”) y “al que esperas llegar” (“Expectativas Educacionales”). Los datos apoyan tres conclusiones:

(1)   Las aspiraciones educacionales tienden a ser relativamente modestas, pues poco más de la mitad de la muestra total aspira a lograr una educación universitaria. La literatura científica sobre el tema nos dice que las aspiraciones son uno de los factores que mejor predicen los logros educacionales. Funcionan básicamente como condición necesaria: los que aspiran a altos niveles educacionales pueden o no llegar; pero los que no aspiran, de seguro no llegarán.

(2)   Existe una clara brecha entre aspiraciones y expectativas. Por ejemplo, el 53% de la muestra total aspira a la universidad, pero menos de la mitad de esa cifra, el 23%, confía realmente en acceder a ella. Para el grado educacional más alto –posgrado universitario– sólo el 9% aspira a él y sólo el 5% de todos los jóvenes de segunda generación confía en lograrlo.

(3)   Existen claras diferencias entre alumnos de colegios públicos y concertados: los hijos de inmigrantes que asisten a colegios públicos tienen aspiraciones y expectativas significativamente más bajas que los de los concertados. Por ejemplo, el 63% de estos últimos aspiran a una formación universitaria frente a sólo la mitad de los alumnos en los públicos. Estas diferencias corresponden a los diferentes niveles educativos entre los padres en ambos tipos de colegios y reflejan hallazgos previos de la literatura sociológica sobre el tema que señala que el “capital humano” de los padres es vital en el desarrollo de las aspiraciones y expectativas de los hijos.

Las mismas tendencias se observan con respecto a las aspiraciones y expectativas ocupacionales en los datos de la Tabla 3. En respuesta a la pregunta “Qué ocupación se acerca más a la que quisieras desempeñar como adulto”, el 26% de los alumnos de colegios públicos seleccionó trabajos de nivel bajo o medio y poco más de un tercio confiaba en llegar a ocupaciones gerenciales o profesionales (ejecutivo, abogado, profesor, médico etc.). Para los alumnos de los concertados, las aspiraciones ocupacionales altas alcanzan casi la mitad de la muestra. Las diferencias entre ambos tipos de colegio son estadísticamente representativas.

En cuanto al estatus ocupacional, la encuesta muestra también bajas aspiraciones y expectativas. Ambas son significativamente más bajas en los colegios públicos y las expectativas son inferiores a las aspiraciones en ambas sub-muestras. Estamos, por tanto, en presencia de una población adolescente con planes de futuro relativamente modestos; que percibe diferencias notables entre sus sueños y la posibilidad de alcanzarlos y que se diferencia visiblemente por tipo de educación. El nivel de ambición más alto entre alumnos de colegios concertados no es necesariamente atribuible al tipo de colegio, pues se produce una auto-selección de las familias al enviar a sus hijos a este tipo de colegio. En general, los padres con mayores niveles de educación, medios económicos y ambición para sus hijos así lo hacen y esto se refleja en las aspiraciones de los adolescentes, independientemente de la enseñanza que reciben.

Las modestas aspiraciones educacionales y ocupacionales de la muestra en general corresponden a los datos sobre horas de trabajo académico fuera del colegio y las transcurridas frente a la televisión. La literatura científica identifica las horas de trabajo extracurricular como un determinante positivo e importante de los logros académicos y el tiempo frente a la televisión como un factor altamente negativo. En nuestra muestra observamos que mientras sólo el 20% dice emplear tres o más horas cotidianas en los deberes escolares, más del doble de esta cifra dedica el mismo tiempo a ver programas televisivos. En el otro extremo, un cuarto de la muestra total (el 25,1 %) dice dedicar menos de una hora por día a los deberes académicos. Existen diferencias significativas por tipo de colegio en estas variables: los alumnos de colegios concertados emplean más tiempo frente al escritorio y menos frente a la televisión que sus pares de colegios públicos. Entre estos últimos, más del 40% emplea tres horas o más diariamente delante del receptor. Tales diferencias se corresponden con las diferentes aspiraciones y expectativas descritas anteriormente.

El cuestionario incluyó una batería de preguntas correspondientes a la escala de autoestima de Rosenberg. La Tabla 3 nos indica que, en una escala de 1 a 4, tanto el promedio aritmético como la mediana de autoestima son de 3 y que no difiere significativamente entre colegios públicos y concertados. La importancia de este resultado es que muestra un perfil psicosocial bueno con niveles de auto-evaluación superiores al promedio en la escala Rosenberg (2,0).

La misma tendencia se observa con respecto a la pregunta de si se han sentido discriminados en España. Pese a las frecuentes alusiones periodísticas y políticas a la discriminación padecida por los inmigrantes, las respuestas de sus hijos a esta pregunta es contundente: más de la mitad nunca se ha sentido discriminado en España y sólo un 5% declara haberlo sido “muchas veces”. No existen diferencias en esta variable entre tipos de colegio y, entre los estudiantes que se quejan de discriminación frecuente, las razones son a menudo idiosincráticas –el peso, la estatura, el carácter personal– y no necesariamente la raza o nacionalidad. Estos resultados sugieren, al menos tentativamente, que las barreras para el ascenso educacional, ocupacional y económico de la segunda generación tienen menos que ver con dificultades psicológicas y discriminación externa que con problemas objetivos ligados a la pobreza de las familias y a las modestas aspiraciones y voluntad de trabajo académico que de esta situación se derivan.

El entorno escolar

La gran mayoría de los entrevistados ve positivamente la actitud de los profesores, la disciplina y la calidad de la enseñanza. No existen diferencias significativas por tipos de colegio en esta última actitud pero sí en las dos primeras, donde los estudiantes de concertados registran una opinión aún más positiva de sus profesores y la disciplina escolar. Pese a ello, las evaluaciones de los que van a centros públicos es también positiva, lo que contrasta con frecuentes críticas a la calidad de las instituciones que escolarizan a los inmigrantes.

Una mayoría de los estudiantes en colegios públicos informa sobre la existencia de pandillas y de frecuentes peleas inter-raciales e inter-étnicas en sus centros. Las mismas no están ausentes de los concertados, pero son menores. En ambos tipos de centro, más de una tercera parte de los alumnos concuerda en que las peleas interfieren con sus estudios (el 41% en públicos y el 34.9% en concertados). En este sentido, las actitudes de los entrevistados confirman otros informes y la opinión general sobre el deterioro educacional asociado con las bandas y riñas entre grupos de distinta raza y etnia. Vemos aquí claramente dibujado el desafío que enfrenta el sistema escolar para neutralizar estos peligros, evitando o reduciendo la tendencia hacia la “asimilación descendente” –asociada con la participación en bandas y el abandono escolar– entre hijos de inmigrantes.

Religión, nacionalidad, amistades y actitudes hacia España

La identidad nacional es mucho más relevante que la religiosa, ya que más del 85% de los adolescentes la declara importante, frente al 69% que afirma lo mismo respecto a la religión. Aquí encontramos un dato significativo: sólo un tercio aproximado de esta población se considera española. El resto se identifica con su nacionalidad de origen. La imperfecta incorporación cultural al país de destino se refleja también en respuestas a la pregunta sobre el país en que estos jóvenes quisieran vivir cuando sean mayores. Menos de una tercera parte (27%) responde que en España, proporción similar a los que preferirían vivir en Norteamérica. Si a esta ultima cifra sumamos los que quisieran vivir en otros países de Europa Occidental, tendríamos que más del 40% de estos adolescentes prefieren trasladarse a otra nación del mundo desarrollado.

Estos resultados reflejan la composición actual de esta población donde predominan los nacidos en el exterior (generación “1,5”) y no los nacidos en España. Casi la mitad de los nacidos en España desean quedarse aquí frente a sólo una cuarta parte de los nacidos en el extranjero.

Las redes de amistad entre los jóvenes, sobre todo los de la generación “1,5”, tienden a reforzar identidades étnicas y aspiraciones de vida en el exterior. Menos de la mitad de los amigos de estos adolescentes son nacidos en España y la mayoría proviene del mismo país o región que los encuestados. La percepción y orientaciones críticas hacia la sociedad receptora se reflejan también en que menos de una cuarta parte de la muestra total (el 23,5%) declara que “No hay mejor país para vivir que España”, mientras el 76% está en desacuerdo con tal opinión. En forma similar, más de dos terceras partes (el 70,8%) creen que los españoles se sienten superiores a los extranjeros. Las opiniones sobre España tienden a ser más favorables entre los nacidos en el país, pero no por mucho: casi el 80% de los nacidos en el extranjero está en desacuerdo con que España sea el mejor país para vivir, pero también lo están un 60% de los nativos. Matizando estas actitudes críticas, vemos que la gran mayoría (el 79,5%) piensa que las personas de color tienen iguales oportunidades de avanzar en España que los blancos. Tal creencia en oportunidades equitativas refuerza y corresponde a la ausencia relativa de percepciones de discriminación por raza o etnia observada anteriormente.

Conclusión: En resumen, estamos frente a un complejo pero no del todo negativo panorama con respecto a las identidades y planes de futuro de la segunda generación. La relativa debilidad de la auto-identificación como españoles y la fuerza de las identidades nacionales de origen y de las redes sociales étnicas refleja fundamentalmente el carácter reciente de la migración, lo que conlleva que la mayoría de los hijos de inmigrantes actuales se sientan, ellos también, extranjeros, aunque la gran mayoría afirma no sentirse discriminado en España. Queda por ver si, con el paso del tiempo, progresa el proceso de incorporación cultural, disminuyendo el número de aquellos que sueñan con vivir en Norteamérica u otros países de Europa.

Por otra parte, las modestas aspiraciones y expectativas educativas y ocupacionales de esta segunda generación pueden ser un motivo de preocupación, porque de ellas pueden deducirse bajos resultados educativos y finalmente dificultades para la incorporación al mercado de trabajo o el mantenimiento en posiciones laborales muy débiles ante las crisis económicas.

Alejandro Portes
Profesor en la Universidad de Princeton

Rosa Aparicio
Profesora en la Universidad Pontificia Comillas

William Haller
Profesor en la Universidad de Clemson

Anexo

Tabla 1. Características de la muestra

CaracterísticasValoresTotal
Colegios 125
Muestra 3.375
SexoMasculino (%)Femenino (%)48,551,5
Año escolar1, ESO (%)2, ESO (%)3, ESO (%)8,854,436,8
EdadMediaMediana14,414,0
Lugar de nacimientoEspaña (%)Extranjero (%)13,087,0
Año de llegada (nacidos en el extranjero)MediaMediana2.002,32.002,0
Años de residencia en España (nacidos en el extranjero)MediaMediana6,16,0

Tabla 1. Características de la muestra (continuación)

Estructura familiarPadre, madre (%)Madre sola o acompañada (%)Otros (%)66,926,07,1
Personas en el hogar (excluyendo padres)MediaMediana3,53,0
Hermanos o hermanas en el hogarMediaMediana2,31,0
N 3.375

 

Tabla 2. Características de los padres (muestra ILSEG)/H1>

CaracterísticasValoresColegiosPúblicosColegiosConcertadosTotal
Educación del padrePrimaria o menos (%)Secundaria incompleta (%)Secundaria completa (%)Formación profesional (%)Algo de universidad (%)Titulo universitario o más (%)No sabe (%)9,18,624,38,98,910,030,36,28,121,310,912,215,426,08,78,523,99,29,410,829,6
Educación de la madrePrimaria o menos (%)Secundaria incompleta (%)Secundaria completa (%)Formación profesional (%)Algo de universidad (%)Titulo universitario o más (%)No sabe (%)9,18,927,08,810,710,924,77,37,824,78,415,120,216,58,88,726,68,711,412,323,5

Tabla 2. Características de los padres (muestra ILSEG) (continuación)

CaracterísticasValoresColegiosPúblicosColegiosConcertadosTotal
Estatus ocupacional del padre[3]MediaMediana92,989,1102,795,594,389,1
Estatus ocupacional de la madre1MediaMediana81,071,586,787,181,972,1
Residente en EspañaPadre (%)Madre (%)85,897,180,297,685,197,2
Años de residencia en EspañaPadreMadre11,310,310,79,411,110,2
Estatus legal del padreNacionalidad española (%)Inmigrante legal (%)Inmigrante “sin papeles” (%)Fallecido (%)No vive en España (%)No sabe (%)39,241,41,70,414,23,139,834,61,01,019,83,839,440,31,60,515,03,2
Estatus legal de la madreNacionalidad española (%)Inmigrante legal (%)Inmigrante “sin papeles” (%)Fallecida (%)No vive en España (%)No sabe (%)43,248,22,4–2,93,347,443,81,8–2,44,643,847,62,3–2,83,5

Tabla 2. Características de los padres (muestra ILSEG) (continuación)

CaracterísticasValoresColegiosPúblicosColegiosConcertadosTotal
Idioma que se habla en el hogarCastellano (%)Rumano (%)Árabe (%)Chino (%)Búlgaro (%)Otros (%)73,27,05,72,51,99,777,44,02,43,82,89,673,86,65,22,72,19,6
Relaciones intergeneracionales“Me siento orgulloso de cómo actúan mis padres” (%)“A veces me siento avergonzado de cómo actúan mis padres” (%)“Ninguno de los dos; no sabe” (%)70,813,615,669,514,715,870,613,715,7
Índice de Relaciones con los padres: (peores = 1; mejores = 4)MediaMediana3,23,03,33,53,23,0
Índice de familismo (mínimo = 1; máximo = 4)MediaMediana2,42,32,42,32,42,3
N 2.8755003.375

Tabla 3. Aspiraciones, expectativas, autoestima y percepciones de discriminación

CaracterísticasValoresColegiosPúblicosColegiosConcertadosTotal
Nivel de educación al que desearía llegar (aspiraciones)ESO completa (%)Bachillerato (%)FP grado medio (%)FP grado superior (%)Titulo universitario (diplomado) (%)Titulo universitario (licenciado) (%)Titulo universitario (posgrado) (%)14,512,59,213,013,928,38,610,37,55,713,016,033,713,813,911,78,613,014,229,19,4
Nivel de educación al que realmente confía llegar (expectativas)ESO completa (%)Bachillerato (%)FP grado medio (%)FP grado superior (%)Titulo universitario (diplomado) (%)Titulo universitario (licenciado) (%)Titulo universitario (posgrado) (%)25,321,111,510,911,514,84,918,718,710,112,014,220,36,124,320,711,311,111,915,65,1

Tabla 3. Aspiraciones, expectativas, autoestima y percepciones de discriminación (continuación)

CaracterísticasValoresColegiosPúblicosColegiosConcertadosTotal
“Entre las siguientes ocupaciones, cual se acerca más a lo que quisieras ser de mayor”Baja (obrero, dependiente, oficinista) (%)Media (técnico informático, asistente social) (%)Alta (gerente, ingeniero, abogado, médico, profesor) (%)Otro/no sabe (%)11,015,137,636,38,910,647,533,010,614,339,235,9
Autoestima (escala de Rosenberg: 1-4)MediaMediana3,013,003,033,003,013,00
Percepción de discriminación o rechazoNunca (%)Algunas veces (%)Muchas veces (%)58,436,45,149,145,65,357,037,85,1
Horas promedio dedicadas a deberes escolaresMenos de uno (%)Una o dos (%)Tres o cuatro (%)Más de cuatro (%)26,255,613,35,018,852,621,07,725,155,114,45,4
Horas promedio diarias dedicadas a ver la televisiónMenos de uno (%)Una o dos (%)Tres o cuatro,%Más de cuatro (%)16,142,223,718,123,446,418,811,517,242,822,917,1
N 2.8755003.375

Tabla 4. Religión, nacionalidad, amistades y actitudes hacía España

CaracterísticasValoresColegiosPúblicosColegiosConcertadosTotal
Frecuencia de asistencia a iglesia, sinagoga, mezquitaNunca (%)Al menos una vez al año (%)Al menos una vez al mes (%)Al menos una vez semana (%)Varias veces por semana (%)26,928,917,318,88,118,130,824,021,65,525,629,218,319,27,7
Importancia de la identidad religiosaPoco importante (%)Importante (%)Muy importante (%)30,243,126,730,946,722,430,343,726,0

Tabla 4. Religión, nacionalidad, amistades y actitudes hacía España (continuación)

CaracterísticasValoresColegiosPúblicosColegiosConcertadosTotal
“¿De qué nacionalidad te consideras?”[4]España (%)Colombia (%)Ecuador (%)Marruecos (%)Perú (%)Rep. Dominicana (%)Rumania (%)Otros (%)29,77,824,24,84,24,06,418,935,65,819,61,45,64,23,424,430,57,523,54,34,44,05,919,9
“¿En que medida es importante para ti tu nacionalidad?”Poco importante (%)Importante (%)Muy importante (%)12,130,457,613,429,956,712,330,351,4
País de preferencia para vivir al llegar a la edad adulta[5]España (%)Colombia (%)Ecuador (%)Europa Occidental (%)Norteamérica (%)Otro/no sabe (%)26,53,17,515,924,822,231,22,95,616,325,218,827,23,17,216,024,921,6

Tabla 4. Religión, nacionalidad, amistades y actitudes hacía España (continuación)

CaracterísticasValoresColegiosPúblicosColegiosConcertadosTotal
Actitudes hacia España:[6]    
“No hay mejor país en el mundo para vivir que España”Muy en desacuerdo (%)En desacuerdo (%)De acuerdo o muy de acuerdo (%)31,145,523,427,448,524,130,546,023,5
“La forma de vivir en España debilita las relaciones familiares”Muy en desacuerdo (%)En desacuerdo (%)De acuerdo o muy de acuerdo (%)18,643,038,417,839,442,818,542,539,0
“Los españoles en general se sienten superiores a los extranjeros”Muy en desacuerdo (%)En desacuerdo (%)De acuerdo o muy de acuerdo (%)7,321,870,96,623,569,97,122,170,8
“Las personas de color tienen tantas oportunidades de avanzar en España como los blancos”Muy en desacuerdo (%)En desacuerdo (%)De acuerdo o muy de acuerdo (%)7,313,579,26,712,381,07,213,379,5
N 2.8755003.375

[1] Proyecto realizado con el apoyo de la Fundación  Spencer de Chicago, Illinois, y co-auspiciado por el Centro de Migraciones y Desarrollo de la Universidad de Princeton y el Instituto de Estudios Migratorios de la Universidad Pontificia de Comillas. Los autores agradecen la colaboración del equipo de campo sin cuyo concurso este estudio no podría haberse concluido con éxito, compuesto por Yolanda Tomás (supervisora), David Marc Capretta, Mª Teresa Vidal Climent y Marc Sabadí. Agradecemos también a los directores de los colegios incluidos en la muestra y su personal docente, cuya generosa colaboración fue esencial para completar el proyecto.

[2] Julio Carabaña Morales y Carmen Gómez Bueno, Escalas de prestigio profesional, CIS, Madrid, 1996.

[3] Escala de Prestigio Ocupacional para España, PRESCA-II, con un rango muestral de 25 = 267.

[4] Se incluyen frecuencias del 4% o más en la muestra total; otras respuestas incluyen más de 40 nacionalidades.

[5] Se incluyen frecuencias del 3% o más en la muestra total; otras respuestas incluyen más de 30 países.

[6] Porcentajes calculados sobre las respuestas validas.