La presencia global de España

Contribuciones a la presencia global de España, comparación entre 1990 y 2015. Fuente: Índice Elcano de Presencia Global 2016

Tema

Este documento analiza la evolución de la presencia global de España, tanto en su ámbito mundial como europeo, así como la contribución española a la presencia de la Unión Europea y, por último, la aportación de las distintas Comunidades Autónomas a la proyección exterior nacional.

Resumen

El Índice Elcano de Presencia Global refleja una rápida inserción exterior de España en las últimas dos décadas y media. Este crecimiento (superior al de Estados Unidos o Portugal) le ha permitido mantener su cuota de presencia global durante el período 1990-2015, a pesar de las disminuciones de cuota desde el estallido de la crisis económica.

La presencia global española es sobre todo blanda, aunque haya tendido a “economizarse”. No obstante, su presencia en el ámbito europeo (recogida en el Índice Elcano de Presencia Europea) vendría a reflejar la tendencia contraria: un “reblandecimiento” de su presencia europea. En ninguno de los dos casos, son las variables de mayor valor añadido (tecnología o educación, por ejemplo), las que más contribuyen a la proyección exterior. A lo largo de todo el período y tanto en el ámbito global como en el europeo, el turismo o los servicios determinan en gran medida la presencia global de España.

Como Estado miembro de la Unión Europea, España también contribuye a la presencia global de esta última; y lo hace de forma significativa, siendo el 6º Estado con mayor contribución. De forma similar, las 17 comunidades autónomas y dos ciudades autónomas definen (cuantitativamente y cualitativamente) la presencia global española. En términos generales, son las comunidades que más contribuyen al PIB y también las que más participan en la proyección exterior del país (Cataluña, Madrid y Andalucía).

Análisis

España, 12º país en presencia global

Con un valor índice de 177,9, España se sitúa en 2015 en el 12º puesto del ranking de países por presencia global (Gráfico 1). Como ya señaláramos en un trabajo anterior1,  entre 1990 y 2015 (período para el que se calcula el Índice Elcano de Presencia Global) la posición de España en el mundo se caracteriza por su rápida inserción, registrándose un crecimiento de su presencia global (que se cuadriplica) superior a la de otros países como Estados Unidos o Portugal (las cuales se multiplican por 2 y por 3,5, respectivamente).

Este período de aumento rápido de presencia global coincide con los primeros años de la transición de España a la democracia y con su inserción en la comunidad internacional (incluyendo, por ejemplo, la adhesión a la Unión Europea y la integración en la OTAN).

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Además, acompañando este fuerte crecimiento de su proyección exterior, y a diferencia de lo que ocurre en buena parte de los países europeos o de América del Norte, España mantiene su cuota de presencia global, 2 registrándose entre 1990 y 2015 incluso un muy leve aumento de 4 décimas, que se produce como resultado de las ganancias de cuota durante los años 90 y 2000 (5 y 3 décimas, respectivamente) que la pérdida registrada durante la gran crisis, entre 2010 y 2015 (4 décimas), no contrarresta en su totalidad (Tabla 1).

Aunque el resultado neto para el conjunto del período sea este mantenimiento de presencia, España parece seguir el mismo patrón que otros países occidentales (Italia, Alemania, Francia o Estados Unidos) que son, además, los que sufren mayores pérdidas de cuota de proyección exterior en los últimos 25 años. Son pues, las economías emergentes las que contrarrestan estas pérdidas. Las cinco mayores ganancias de cuota entre 1990 y 2015 son las de China, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Corea del Sur, India y Singapur. Nótese, además, que entre 2010 y 2015, ninguno de estos seis países sufre pérdidas de cuota global en ningún periodo; lo que sí ocurre con los siete países de la parte baja de la Tabla 1.

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La proyección exterior de España es fundamentalmente blanda, aunque ha tendido a “economizarse”

Este mantenimiento de la cuota española, en relación con la de otros países, se explica con las ganancias durante los 90 y los 2000 en las tres dimensiones (económica, militar y blanda) en las que desagrega la presencia global. Aunque es en la dimensión blanda en la que España obtiene un valor más alto, situándose en un 3% en 2015, pierde 2 décimas, mientras que en las dimensiones económica y militar, el país gana cuota entre 1990 y 2015 (Gráfico 2).

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Y es que ha sido, históricamente, la contribución de la dimensión blanda3 una de las principales características de la presencia global española (además de ser un hecho diferencial respecto de otros países europeos). En la actualidad, sin embargo, la participación de esta dimensión se ha reducido hasta casi igualar la de la dimensión económica (49,2% y 42,0%, respectivamente, en 2015) (Gráfico 3).

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A pesar de una importante diversificación de la presencia global española a lo largo de estas dos décadas y media (en 1990, cinco variables explicaban casi el 78% de su presencia global; en 2015 esta proporción ha descendido hasta el 66,4%), como también hemos destacado en ocasiones anteriores4 son pocas las variables que más definen la proyección exterior de España (dentro de estas dos dimensiones económica y blanda) y, además, éstas no son las de mayor valor añadido.

Por ejemplo, si bien el turismo reduce su contribución del 45% de la presencia global total en 1990 a menos del 19%, sigue siendo la variable individual que más contribuye a la proyección exterior de España. En ambos años, siguen los servicios, con una contribución incluso mayor en 2015 respecto de 1990 (aunque puede haber cambiado la naturaleza y, por lo tanto, aumentado el valor añadido de estos servicios). También destaca el hecho de que si en 1990 las manufacturas contribuían algo más que los bienes primarios (7,0% frente a 6,2%), en 2015 esta relación se ha invertido con contribuciones del 8,9% y del 12,0%, respectivamente. Tanto ahora como hace dos décadas y media, la educación y la tecnología han estado contribuyendo sólo marginalmente a la presencia global de España (Tabla 2).

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España y la construcción de la presencia intra- y extra-europea

El grueso de la presencia global española se proyecta en la Unión Europea. Aunque la metodología actual del Índice Elcano de Presencia Global no permite calcular la presencia europea de los países como proporción de su presencia global, sí disponemos de diversos indicadores que se pueden distribuir geográficamente para observar en qué espacios se proyecta la presencia. En este sentido, los datos sobre exportaciones (de los que se nutren cuatro de las cinco variables que definen la dimensión económica de este Índice) dan cuenta de la magnitud del espacio europeo como lugar de proyección exterior de España. Así, en 2015, según datos de Eurostat, más del 65% de las exportaciones y del 61% de las importaciones5 de España tenían como destino y origen, respectivamente, la Unión Europea.6

En lo que respecta a los distintos pesos de dimensiones y variables en su contribución a la presencia exterior, en el ámbito europeo se puede observar la tendencia contraria a lo que ocurre en la proyección global. Dentro del ámbito de la Unión, el perfil de España ha tendido a “reblandecerse”, aumentando la contribución de la dimensión blanda respecto de la económica; lo que es compatible, por otra parte, con que la presencia económica de España sea mayoritariamente intracomunitaria. Esto se refleja en el desempeño del país en el Índice Elcano de Presencia Europea, que calcula la proyección exterior de los Estados miembros dentro del perímetro de la Unión (Grafico 4).

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España ocupa en 2015 el 5º puesto en el ranking de presencia europea, por detrás de los Países Bajos y por delante de Italia. La posición por delante de la economía italiana en este ranking da muestra precisamente del mayor grado de orientación de España hacia el espacio comunitario. Así, en el ranking de presencia global, España se sitúa 12º, por detrás de Italia, que ocupa el puesto 11º.

Dada la magnitud de la presencia en la Unión Europea en la configuración de la presencia global de España, las principales variables de proyección española hacia Europa son muy similares a las principales variables en la contribución a la presencia global y, como se ha señalado con anterioridad, éstas no son las de mayor valor añadido (Tabla 3). Se dan aportaciones marginales de educación (el 2,4% de la presencia europea total en 2015), o tecnología (0,9%). No obstante, cabe señalar que estas contribuciones de mayor valor añadido sí son ligeramente superiores en la presencia en la Unión Europea que en el conjunto del mundo: mientras la tecnología contribuye un 0,6% a la presencia global de España, lo hace en un 0,9% a la europea, al igual que ocurre con la educación (2,2% en lo global frente a 2,4% en lo europeo) o, sobre todo, la ciencia (4,7% en lo global, 8,6% en lo europeo). Estos datos parecerían coherentes con los mayores niveles medios de desarrollo en Europa, en relación con otras regiones en desarrollo o emergentes como África, América Latina y Asia.

Esta comparación también pone de manifiesto la importante especialización terciaria de España en el marco de las relaciones económicas intra-europeas. Mientras las contribuciones de los bienes primarios y de las manufacturas descienden al 9,6% y al 5,9%, respectivamente, en el ámbito europeo (desde el 12,0% y el 8,9% en lo global), ocurre lo contrario con los servicios, cuya contribución a la presencia europea se sitúa en el 18,2% (el 13,9% en presencia global).

También cabe señalar el peso inferior del turismo en la presencia española en Europa (el 14% en 2015) frente al que registra en la presencia con el conjunto del mundo (casi el 19%); y esto a pesar de la importante afluencia de turistas europeos al territorio español siendo, de hecho, el país que recibe mayor número de turistas de origen europeo. España ocupa el primer puesto en el ranking de recepción de turistas con origen comunitario,7 por delante de Francia e Italia. Si consideramos todos los turistas del mundo (presencia global) desciende al 3er puesto, por detrás de Francia y de Estados Unidos, lo que indica un mayor grado de orientación turística intra-comunitaria a pesar de su menor contribución relativa. Esto se explica, como hemos señalado más arriba, con el mayor peso relativo de otras variables como los servicios, la ciencia y, muy particularmente, las migraciones (siendo éstas, mayoritariamente, de origen intracomunitario).

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Con todo, la distribución del origen de la presencia global de la Unión Europea8 por Estado miembro muestra un aumento del peso de España en la proyección global de la Unión, hasta situarla en el 6,6% de la presencia global total de la Unión Europea; la 6ª mayor contribución tras las del Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y los Países Bajos.

En términos generales, estas contribuciones permanecen relativamente estables desde 2005, que es el primer año para el que tenemos datos. En este contexto, el aumento de la contribución española, de tan sólo 5 décimas de punto porcentual es el 5º mayor en la última década, tras los de Rumanía (0,9), los Países Bajos (0,7), e Irlanda y Luxemburgo (0,6).

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La construcción de la presencia global de España

Al igual que la presencia global de la Unión Europea es el resultado de los perfiles de presencia de sus Estados miembros (la cantidad de presencia, pero también su naturaleza por dimensiones y variables o su orientación intra-o extra-europea), la presencia global de España es reflejo de la proyección de sus 17 comunidades autónomas y dos ciudades autónomas, así como con sus fortalezas y debilidades desde el punto de vista sectorial.

Si la presencia global de España ha registrado un importante aumento desde 1990 y una cierta diversificación –aunque adolece de una concentración en variables de bajo valor añadido en las dimensiones económica y blanda, como hemos señalado más arriba–, las contribuciones por comunidades autónomas deberían registrar características similares.9

En términos generales, son las comunidades autónomas que más contribuyen al PIB español las que más contribuyen también a su presencia global. Así, las cinco mayores contribuciones son las de Cataluña (22,3%), Madrid (17,5%), Andalucía (12,9%), Valencia (8,4%) y País Vasco (6,9%) (Tabla 5).

No obstante, pueden identificarse algunas comunidades más orientadas al interior (cuando su contribución al PIB supera su contribución a la presencia global total) o, por el contrario, extravertidas (cuando la aportación a la presencia global supera la aportación al producto interior). Entre las primeras, más orientadas al interior, nos encontraríamos con 11 comunidades autónomas: Madrid, Andalucía, Valencia, Galicia, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón, Navarra, Asturias, Extremadura y La Rioja. En el segundo grupo habría seis comunidades con mayor orientación hacia el exterior (Cataluña, País Vasco, Canarias, Baleares, Murcia y Cantabria), además de Melilla.

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De forma similar a lo que ocurre con la Unión Europea, en la que sólo tres países (el Reino Unido, Alemania y Francia) explican casi la mitad de su presencia global, en el caso de España también se observa una concentración territorial significativa. Cataluña, Madrid y Andalucía aportan cerca del 53% de la proyección exterior española (Tabla 5). Además, en torno al 70% de la presencia global de España se construye con variables económicas o blandas de Andalucía, Baleares, Canarias, Cataluña, Madrid, País Vasco y Valencia, lo que estaría apuntando, además, a una cierta concentración sectorial (Gráfico 5).

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Esta concentración (además de la especialización en variables de menor valor añadido relativo) también se hace patente cuando se observan las contribuciones a la presencia global de España por comunidades autónomas y por variables individuales. Más del 30% de la presencia global de España se conforma con seis variables (bienes primarios, manufacturas, servicios, inversión, turismo e información) desde cinco comunidades (Andalucía, Baleares, Canarias, Cataluña y Madrid).

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Conclusión

Como resultado de la inserción internacional de España en los años posteriores a la transición a la democracia y, también, de la aceleración del proceso de globalización tras la caída del muro de Berlín, la presencia global de España (reflejada en el Índice Elcano) ha crecido a un ritmo comparativamente elevado durante el período 1990-2015.
Una parte significativa de esta presencia global se ha proyectado en el espacio intra-comunitario, de modo que la relación de España con otros Estados miembros define en gran medida las características de la presencia global española. A estas presencias europea y global contribuyen de forma significativa los servicios, el turismo y los bienes primarios y, de forma muy marginal, la tecnología y la educación; siendo estos resultados del Índice Elcano de Presencia Global otro reflejo del importante proceso de terciarización de la economía española y, en parte, de una terciarización de baja complejidad tecnológica.10

En el ámbito europeo, también cabe destacar el creciente peso de España en la configuración de la presencia global de la Unión Europea, lo que refleja un crecimiento también importante de la proyección española fuera de Europa.

Esta proyección es el resultado, en buena medida, de la presencia exterior de las comunidades autónomas que más contribuyen al PIB español: Cataluña, Madrid y Andalucía. Si bien, dado el perfil de presencia exterior, con una importancia notable del turismo, los servicios y los bienes primarios, algunas comunidades autónomas (con especialización en estos tres ámbitos) registran una contribución a la presencia global de España sensiblemente superior a su contribución a la economía. Éste es el caso de Baleares, Canarias y Murcia.

Nota metodológica

Para calcular la contribución las Comunidades Autónomas a la presencia global de España, mantenemos la estructura y la relación de indicadores que recoge el anexo metodológico de la edición de 2015 del Informe Elcano de Presencia Global,11 con alguna particularidad que se explica a continuación.

La presencia global autonómica, como la de los países que comprenden el análisis de presencia global, se desdobla en tres dimensiones (económica, blanda y militar) y, en el caso de las comunidades autónomas, los datos que se utilizan para determinar su contribución son, en su mayoría, fuentes públicas nacionales. Muchos de éstos vienen desagregados por comunidades; en cambio, otros, por su naturaleza, no tienen una distribución geográfica clara o se expresan en entidades geográficas distintas a la comunidades autónomas.

En relación a la primera de las dimensiones, la económica, los datos sobre la exportación de bienes energéticos, primarios y manufacturados provienen de Datacomex y aquellos sobre inversión directa, de Datainvex, dos bases de datos generadas por la Secretaría de Estado de Comercio, dependiente del Ministerio de Economía y Competitividad. La exportación de servicios, por su parte, supone un problema metodológico, pues las fuentes nacionales no ofrecen datos al respecto desagregados por comunidades. En vista de esta dificultad, se ha tomado como variable proxy los componentes del PIB del sector servicios de cada comunidad autónoma, disponibles en el Instituto Nacional de Estadística, que puedan considerarse transables; esto es, que puedan ser exportados, aunque no se contemple un rubro que expresamente los reconozca como tal.

La presencia militar es otro componente que merece una matización. Es imposible dividir el número de tropas y de equipamiento por comunidades, pues se trata de una administración que depende enteramente del Estado central. Para su desagregación por comunidades, se han utilizado los datos de la Agencia Estatal de Administración Tributaria sobre la recaudación de impuestos a escala autonómica con dos años de retardo sobre el año para el que aplica, presumiendo que ese plazo temporal se traduciría en un aumento de las capacidades militares. Además, para evitar un peso excesivo de aquellas comunidades que, por diversos motivos, concentran la recaudación tributaria (como Madrid y Cataluña), esa participación de las comunidades sobre los Presupuestos Generales del Estado ha sido corregida con su población, de manera que se reparta de manera más uniforme entre las distintas comunidades.

Dentro de la presencia se ha aplicado la misma modificación en el indicador de Información que se ha introducido este año en el cálculo del Índice de Presencia Global para todos los países. Hasta ahora la presencia de cada comunidad en este indicador, se obtenía a partir de los datos sobre el número de hogares con acceso a Internet que ofrece la Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de la Información y la Comunicación de los Hogares, realizada por el INE, como criterio de reparto del registro obtenido por España en esta variable. A partir de la edición 2016 del Informe Elcano de Presencia Global, esta información se complementa mediante las menciones concretas en cables de noticias de las principales agencias de comunicación del mundo, a partir de su búsqueda en la base de datos Factiva. La cadena de búsqueda de noticias sobre las comunidades autónomas sigue los mismos criterios a los que se aplican para recabar datos de Información sobre los países del Informe: la unidad temporal (del 1 de enero al 31 de diciembre de cada año analizado); el uso del nombre de la comunidad en castellano y en inglés; el uso de los gentilicios regionales, también en castellano y en inglés; la combinación de los términos con el operador booleano OR; y la selección de servicios de agencias internacionales, excluyendo por tanto a la española EFE, evitando así la sobrerrepresentación de las comunidades en el periodo.

Cuadro A.5. Variables, indicadores y fuentes para el cálculo de la presencia global de España por comunidades autónomas

Iliana Olivié
Coordinadora del Proyecto Índice Elcano de Presencia Global
 | @iolivie

Manuel Gracia
Ayudante de investigación del Proyecto Índice Elcano de Presencia Global

José Ignacio Díaz
Ayudante de investigación en prácticas en el Proyecto Índice Elcano de Presencia Global


1 Iliana Olivié y Manuel Gracia (2013), Índice Elcano de Presencia Global 2012, Real Instituto Elcano.

2 Denominamos cuota de presencia global a la presencia global proyectada por el país como proporción de la suma de presencia global de los 90 países para los que se calcula el Índice.

3 Por contribución entendemos la aportación de una determinada dimensión o variable al valor total de presencia global de un país.

4 Olivié y Gracia (2013), Ibid,

5 En el caso de las importaciones la cifra aumentaría al 70% si se excluyen los bienes energéticos.

6 Estas cifras han descendido en los últimos años como consecuencia de, por un lado, el crecimiento generalizado de la globalización que ha provocado el aumento del número de intercambios con otras zonas geográficas y, por otro, la crisis europea y la búsqueda de nuevos destinos de exportación. En 2007 las exportaciones con destino a la Unión Europea fueron el 71% del total exportado, y las importaciones con origen comunitario el 63%.

7 Según datos de Tourspain, en 2015 el principal país de origen de los turistas que llegaron a España era el Reino Unido (23,2%), seguido de Francia (16,3%) y Alemania (16%).

8 La presencia global de la Unión Europea se calcula sumando la proyección de cada Estado miembro fuera de los límites de la Unión, lo que equivale a la suma de la presencia global de cada socio europeo, restando su presencia intra-europea (detrayendo así, por ejemplo, la presencia alemana en Italia). En cierto modo, se trata, para cada Estado miembro, del anverso de la presencia europea, descrita más arriba,

9 Iliana Olivié y Manuel Gracia (2015), “De lo local a lo global: la arquitectura de la proyección exterior de la Unión Europea”, en Olivié, Gracia y García-Calvo (coords,), Informe Elcano de Presencia Global 2015, cap. 2, pp. 23-34, Real Instituto Elcano,

10 Los resultados del Índice de Complejidad Económica elaborado por la Universidad de Harvard sitúan a España en el puesto 30º en un ranking de 121 países para el año 2014, produciéndose un descenso desde el puesto 17º en 1995.

11 Olivié y Gracia (2015), Ibid.