Un G7 decadente

Cumbre del G7 - 2015. Blog Elcano
(G7 Summit 2015. G7)
Cumbre del G7 - 2015. Blog Elcano
(G7 Summit 2015. G7)

Los días 7 y 8 de junio se ha celebrado, en la localidad alemana de Krün, la cumbre anual de jefes de estado y de gobierno del G7. La anfitriona Ángela Merkel recibió, en el hotel Schloss Elmau, al resto de líderes políticos, Barack Obama (EEUU), David Cameron (Reino Unido), François Hollande (Francia), Shinzo Abe (Japón), Matteo Renzi (Italia) y Stephen Harper (Canadá), además de a una delegación propia de la Unión Europea.

Una reunión centrada en los preparativos de la próxima Convención de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, en el mes de diciembre en París, y especialmente en los temas de actualidad internacional, como la amenaza de ISIS en Siria e Irak, y el conflicto en el este de Ucrania, que ha reavivado los viejos fantasmas del mundo de bloques. Precisamente la crisis abierta entre Estados Unidos y Rusia a raíz de dicho conflicto justifica, como ya ocurriera en 2014, la ausencia de Vladimir Putin y la disolución a efectos prácticos del G8.

El G7 representa a las clásicas potencias de las relaciones internacionales, pero en un mundo cambiante y globalizado, nuevos actores ganan cada vez más relevancia, que no es plasmada con la misma rapidez en las instituciones internacionales. Los criterios de pertenencia a este grupo no son objetivos, y a día de hoy no refleja ni a los 7 primeros en términos de producción, ni los de mayor desarrollo humano o PIB per cápita. Tampoco a los principales países en términos de presencia global.

En la última edición del Índice de Presencia Global del Real Instituto Elcano se analizan los cambios que se están produciendo a escala global, en cuanto a presencia internacional de los países o, en otras palabras, en qué medida los países están ahí fuera. Desde ediciones pasadas venimos insistiendo en que presencia global no es sinónimo de poder, y la comparación de los resultados del Índice con los países formantes del G7 permite constatarlo de nuevo.

Si atendemos al ranking de 2014, dentro de los 7 principales países en términos de presencia se encuentran Rusia y, por supuesto, China. Además, Canadá e Italia ocuparían la 9ª y 10ª posición respectivamente, por detrás de Países Bajos. Entre los G7 y algunos BRICS, existen países que ocupan posiciones en el ranking más elevadas, como España (11º), Arabia Saudí (12º), Australia (13º), Bélgica (14º) o Corea del Sur (15º).

Pero más allá de quién debería estar incluido o qué criterios se deberían considerar, no cabe duda de que en términos agregados el G7 ha perdido progresivamente cuota de presencia global, sobre todo desde comienzos del siglo XXI. Un descenso motivado principalmente por la pérdida de cuota económica, tras el auge de la globalización y la emergencia de nuevos actores. En menor medida, el G7 pierde cuota de presencia blanda, pero desde 2005 se añade también el descenso de cuota militar -tras la reconcentración registrada en esta dimensión con la caída del bloque soviético-.


(Evolución de cuotas de presencia global y por dimensiones del G7)

El retroceso que sufren las potencias clásicas se debe al progresivo aumento de cuota de presencia de nuevos países que ganan protagonismo en la escena internacional: el denominado E7 que agrupa a los considerados 7 principales países emergentes (China, India, Brasil, Rusia, México, Indonesia y Turquía). Excluida Rusia –que ya formó parte del G8- el crecimiento de presencia global de este grupo ha sido notable, especialmente desde 2005, empujado fundamentalmente por el aumento de presencia económica, pero también ha ido ganando relevancia en variables blandas –por ejemplo en indicadores turísticos, científicos o tecnológicos- así como militares, no tanto por el número de tropas desplegadas pero sí por las mejoras sustanciales en equipamiento.

Posición en ranking Cuota de presencia
2014 1995-2014 2014 1995-2014
EEUU 1 = 5,7% -1,9%
Alemania 3 -1 3,0% -1,1%
Francia 5 -2 11,6% -3,9%
Reino Unido 2 +2 3,6% -2,8%
Italia 10 -3 2,2% -1,7%
Japón 7 -2 2,7% -3,1%
Canadá 9 -1 4,5% -1,0%
China 4 +9 5,1% 2,9%
Rusia 6 = 4,2% -1,2%
India 17 +5 1,8% 0,9%
Brasil 19 +7 1,5% 0,7%
México 23 -5 1,1% 0,0%
Turquía 25 +2 1,1% 0,3%
Indonesia 31 +2 0,8% 0,2%

(Evolución de cuotas de presencia global y por dimensiones del E7)

Es cierto que el espectacular crecimiento de China le otorga el total protagonismo dentro del grupo de emergentes, siendo realmente el único emergido. Pero al mismo tiempo, se está produciendo, una fragmentación y dispersión de las cuotas de presencia global. Si bien hace 25 años, la globalización estaba copada por unos escasos siete países, la tendencia es que cada vez más actores vayan siendo partícipes de la misma. De hecho, la actual composición de lo que fue el G8 encaja, en términos de presencia global, con los países que encabezaban el ranking en 1990.

Ante esta realidad cambiante, han alcanzado un importante papel algunas instituciones y cumbres con más protagonismo de países emergentes. Los BRICS, cuya 7ª reunión se celebrará los días 8 y 9 de julio en Rusia, han adquirido una transcendencia política y mediática equiparable a la del G7. De hecho el propio G7 ha ido cediendo protagonismo al G20, con el fin de garantizar una representación equilibrada en términos regionales en la toma de decisiones globales. Sin embargo, el propio peso que los siete tienen dentro del mismo G20, y la incapacidad de coordinación, han limitado la incidencia de este foro. Veremos qué ocurre en la próxima cumbre de noviembre en Turquía.

Resulta paradójico comprobar cómo algunas instituciones internacionales como el G7 escenifican contextos de décadas previas y evidencian que no se han adaptado con la suficiente rapidez a los cambios en el escenario mundial. Es esperable que en las próximas décadas las cuotas de poder y presencia sigan fragmentándose cada vez -o al menos se mantengan tan fragmentadas como hoy en día-, asistiendo a un escenario en que la concentración de poder será menos identificable, siendo necesaria una mayor coordinación y diálogo a nivel global. Pero recuerden, presencia no es poder.