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Presentación 9ª Oleada del BIE – PDF
Infografía 1 – PDF
Infografía 2 – PDF
Índice
- Ficha técnica – 3
- Resultados – 4
- Disminuye la valoración de todos los países. España mantiene su posición en la escala – 4
- Vuelve a caer la autoestima de los españoles – 5
- España, por encima de la media, en la evaluación internacional por su gestión de la pandemi – 7
- Apoyo social a una alianza en Europa del Sur, pero subordinada a Alemania – 8
- La lucha contra el cambio climático es la prioridad en política exterior – 10
- La lucha contra el cambio climático es la prioridad en política exterior – 12
Se recogen los principales resultados de la novena oleada del Barómetro sobre la Imagen de España elaborado por el Real Instituto Elcano. Este Barómetro se realiza mediante la aplicación de un cuestionario estructurado a una muestra de la población general de los países en los que, en cada una de las olas, se analiza la imagen de España. Además de las cuestiones de imagen y prestigio, el BIE aborda aspectos relativos a preferencias de política internacional y de alianzas estratégicas para conocer el grado de coincidencia con las preferencias españolas. Por este motivo, y para investigar en la autoestima de los españoles, la encuesta se realiza también en España.
Ficha técnica
Muestra:
| País | Muestra |
|---|---|
| España | 400 |
| Alemania | 400 |
| Reino Unido | 400 |
| Francia | 400 |
| Italia | 400 |
| Portugal | 400 |
| Países Bajos | 400 |
| Estados Unidos | 400 |
| China | 400 |
| India | 400 |
| Corea del Sur | 400 |
| TOTAL | 4.400 |
Entrevistas online a través de un panel de internautas. El trabajo de campo ha sido realizado por la empresa Toluna, y se ha llevado a cabo entre el 27 de enero y el 1 de febrero de 2021.
Resultados
Disminuye la valoración de todos los países. España mantiene su posición en la escala
En comparación con los datos anteriores del BIE (2018) y con los más recientes recogidos por otros instrumentos de medición, como el Country RepTrak® (2020) , se detecta en este estudio un descenso general de la valoración que los ciudadanos de cada país hacen de los demás. Ese descenso afecta a España como a todos los otros países para los que contamos con información previa.
Este descenso general de la valoración parece relacionado con el impacto de la crisis que está viviendo la economía mundial. También en la anterior Gran Recesión, la iniciada en 2008, se produjo una caída de las valoraciones que afectó a todos los países y a todas las instituciones nacionales e internacionales, tuvieran o no alguna relación con la gestión económica. Estas crisis y su correlato de pesimismo y malestar emocional se traducen en una tendencia a valorar todas las instituciones y, en general, todo lo público, de forma más negativa.
Dada esa disminución general, es importante comprobar si España mantiene o cambia su posición en el conjunto, es decir, si esa caída afecta a todos de un modo semejante. El resultado de esa comparación muestra que la posición española no ha cambiado: sigue manteniendo el mismo lugar en el ranking de prestigio que tenía entre los países europeos en 2018: por debajo de Alemania y por encima de Italia, Francia y Reino Unido. Llama la atención en esta comparación la caída importante del Reino Unido, que en 2018 se encontraba por encima de Francia e Italia, pero que en 2021, después de la consumación del Brexit, se sitúa muy por debajo.
Vuelve a caer la autoestima de los españoles
Para conocer la imagen de España, se ha ofrecido a los entrevistados un listado de pares de adjetivos o sustantivos, para que decidan, en cada caso, cuál de ellos es el que mejor define a España. Como en anteriores ocasiones, los resultados muestran que España tiene una imagen internacional muy positiva, en la que sólo una minoría elige el elemento negativo (o menos positivo) del par. No todos estos elementos pueden clasificarse como positivos o negativos: por ejemplo, ser religioso o tradicional es algo positivo visto desde la perspectiva de individuos religiosos o que valoran la conservación de las tradiciones, pero puede interpretarse como negativo por personas no religiosas o que consideran las tradiciones como una rémora frente al progreso. España es, en el conjunto de la muestra, un país religioso y tradicional, democrático, fuerte, pacífico, trabajador, tolerante, honesto, solidario, que inspira confianza, más rico que pobre y más urbano que rural.
Como hemos comentado en otras ocasiones, la asignación de la etiqueta “tradicional” a España en la mayor parte de los países de su entorno está relacionada con la gran difusión fuera del país de varias fiestas populares y actos colectivos y religiosos muy peculiares, espectaculares y de gran asistencia local e internacional, como las procesiones de Semana Santa, los encierros de Pamplona o las fallas de Valencia. En el entorno europeo pocos eventos populares encuentran niveles semejantes de asistencia popular y atractivo internacional.
En clara oposición a los rasgos con que España es percibida fuera de sus fronteras, encontramos dentro de España una imagen mucho más negativa sobre sí misma, en la que la corrupción, la debilidad y la pobreza ocupan puestos muy altos. Casi dos tercios de los españoles (64%) definen al país como corrupto (frente al 27% de los europeos que opinan esto sobre España), más de la mitad, un 52% ven a España débil (25% de los europeos), y un 62% la consideran pobre (43% de los europeos). Otro rasgo preocupante es el alto porcentaje (41%) que define a España como un país ocioso (frente a trabajador), muy por encima de la media europea (25%). En conjunto, puede decirse que la crisis económica actual ha producido un nuevo retroceso en la autoestima de los españoles que, otra vez vuelven a valorarse a sí mismos por debajo de lo que son valorados fuera, como ya ocurrió en el periodo de la crisis anterior.
En el gráfico siguiente se aprecia cómo los españoles, en su valoración sobre España, eligen más que los europeos los epítetos negativos.
España, por encima de la media, en la evaluación internacional por su gestión de la pandemia
Desde el inicio de la pandemia de COVID-19se ha debatido sobre las buenas y malas prácticas de los Estados y los gobiernos en su tarea de frenar la extensión de la enfermedad y proteger vidas y economía. Además, a medida que la enfermedad se extendía, algunos Estados que parecían estar haciéndolo especialmente mal o bien en el comienzo, pasaron a estar afectados por la epidemia de forma semejante a otros. En términos de reputación e imagen, la encuesta internacional del Country RepTrak®, realizada en marzo de 2020, es decir, en los comienzos de la expansión de la pandemia en el mundo, mostraba que sólo un país, China, había sufrido un descenso apreciable en su prestigio internacional, algo que parecía explicarse por ser el origen geográfico de la epidemia.
Casi un año después, la opinión pública internacional aprueba la gestión china de la pandemia, así como la de Rusia, Reino Unido, España, que está por encima de la media y, sobre todo, la de Alemania, que obtiene la mejor calificación. Sólo EEUU suspende en esta valoración global de las actuaciones tomadas por los gobiernos para combatir la pandemia. En cualquier caso, las calificaciones son más bien bajas y con alta dispersión interna en las evaluaciones que se hacen desde cada país, lo que indica un aprobado basado en la duda y el desconocimiento sobre cuál debería haber sido o ser aún la mejor respuesta estatal ante esta crisis.
Apoyo social a una alianza en Europa del Sur, pero subordinada a Alemania
Le encuesta ha investigado sobre la preferencia de aliados dentro de la Unión Europea como ya se hizo en el estudio sobre Italia, Francia, Alemania y España ante la Unión Europea, ahora con una muestra mayor de países. Como entonces, Alemania aparece claramente como el primer país preferido como aliado por Francia (74%), Países Bajos (77%) y en menor medida España (61%) e Italia (60%)
Los resultados muestran el interés de los países mediterráneos por una alianza mutua, ya que las opiniones públicas de Italia, Francia y España eligen a otro país mediterráneo como segundo aliado preferido, pero en todos los casos el primero es Alemania. Es decir, los ciudadanos europeos mediterráneos perciben intereses semejantes entre sí y apoyan las alianzas en la zona, pero no aspiran de ningún modo a sustituir con esa alianza el papel de liderazgo que se asigna a Alemania.
España ocupa una buena posición en esta estructura de preferencias para las alianzas dentro de la Unión Europea: nuestro país es el segundo aliado preferido en Francia e Italia (en Italia España es preferida a Francia), el primero en Portugal y el tercero en Alemania (por debajo de Francia y Austria, algo por encima de los Países Bajos).
La lucha contra el cambio climático es la prioridad en política exterior
España coincide con la media de países de la muestra en valorar la lucha contra el cambio climático como la principal urgencia para la política exterior de cada país1.
Este objetivo es seguido muy de cerca en España por la ayuda al desarrollo, que ha aumentado notablemente el apoyo que recibe. Dada la conexión que la opinión pública española realiza entre ayuda al desarrollo y contención de la inmigración irregular2, es plausible que este aumento del interés por la ayuda tenga relación con el alto número de llegadas de inmigrantes irregulares a las islas Canarias en el periodo en que se hizo la encuesta y en las semanas anteriores.
En el contexto de los países europeos, las preferencias españolas están cercanas sobre todo a las de Italia, que comparte su prioridad por la ayuda al desarrollo y su preocupación por la llegada de inmigración irregular.
Autonomía estratégica europea, rechazo a las inversiones chinas y posición en la competencia entre China y EEUU
Dentro de la Unión Europea se ha indagado específicamente sobre las preferencias de los ciudadanos ante las propuestas de mayor autonomía en varios terrenos, tanto en el económico, como en el digital o en el de defensa. Se ha pedido a los entrevistados que eligiera uno (o ninguno) de los tres campos en los que la UE se plantea obtener una mayor independencia o autonomía. Los resultados señalan que la autonomía digital es la más valorada en todos los países europeos de la muestra (con la excepción de Portugal), seguida a corta distancia por la autonomía económica y comercial frente a China. Frente a estas dos, la autonomía de defensa aparece relegada a un papel menor.
En conexión con esto, se ha indagado sobre las preferencias de los entrevistados respecto al origen nacional de las inversiones que recibe su país y los resultados muestran un rechazo específico a las inversiones chinas en el conjunto de la muestra. Un tercio de los entrevistados se decantan en contra de la recepción de inversiones chinas en su país. En el sentido contrario, EEUU es el inversor preferido por casi el 50% de los entrevistados, seguido por Alemania.
En su percepción del mundo actual, los europeos creen que EEUU ya no es la principal potencia económica mundial: sólo el 37% de los europeos cree que EEUU mantiene en la actualidad ese puesto, frente al 49% que señala a China.
Esta percepción del dominio chino es aún más acentuada si se pregunta por el futuro cercano, en un horizonte de 10 años. En este caso, el 61% de los europeos cree que China será la potencia económica mundial y sólo un 18% imagina que lo será EEUU.
Leyendo estas previsiones a medio plazo a la luz de la baja calificación que recibe China como país y el rechazo específico a las inversiones chinas, es claro que este pronóstico de los europeos es distópico, en el sentido de que es un futuro indeseado y temido. Sin embargo, colocados ante la disyuntiva de a qué país, EEUU o China, debe apoyarse en esa tensión y competencia entre las dos potencias, la opinión pública se divide en dos grandes grupos, con un 47% a favor de situarse al lado de EEUU y un 42% que elige la opción de no apoyar a ninguno de los dos gigantes económicos. Sólo una muy pequeña minoría, del 11% cree que su país debe situarse al lado de China en esta tensión.
Ese alto porcentaje de los que consideran que su país debe perseguir sus propios objetivos de forma independiente de EEUU, pese a que éste es, como se ha visto antes, el aliado económico y político preferido, indica una fuerte base social y de opinión a favor de una autonomía europea en el escenario de competencia entre las dos potencias en conflicto.Existen, sin embargo, diferencias de matiz relevantes entre los Estados europeos, con Reino Unido, Francia e Italia más inclinados a colocarse en el bando de EEUU y otros más reticentes, como la propia España, Alemania y Portugal.
En Asia, tanto en India como en Corea del Sur, el escenario es muy diferente. Sus poblaciones aparecen volcadas a favor de EEUU: no sólo creen que sigue siendo la principal potencia económica (68% en India y 81% en Corea) y que seguirá siéndolo en el futuro (52 y 51%) sino que, sin la menor duda, apoyan a EEUU en su competencia con China (86 y 75%). Las relaciones históricas de ambos países con China, su desconfianza y rivalidad actuales, explican esta diferente perspectiva.
1 El cuestionario no ofrecía como posible respuesta la lucha contra la Covid-19, que sin duda habría ocupado el primer lugar en esta edición de la encuesta. Se ha hecho así para evitar el efecto de este fenómeno coyuntural y poder comparar los resultados con los de años anteriores.
2 El 87% de los españoles cree que la ayuda al desarrollo es una forma efectiva de disminuir la inmigración irregular. Véase el Eurobarómetro Especial n. 494 de junio de 2019.
