Visión y objetivos del Observatorio

Analizar los tráficos ilegales en España y en Europa no deja de ser irreal si no se contempla dentro de la tupida y compleja malla de rutas internacionales urdida por redes criminales que vinculan los lugares de la oferta con los de demanda.

Bajo una perspectiva global, el Real Instituto Elcano ha decidido la creación del Observatorio de redes criminales y tráficos ilegales. La ambición de la propuesta exige que inicialmente sea preciso acotar el proyecto y que se aborde principalmente el mercado de la cocaína. Este es uno de los mercados ilegales más grandes y de los más rentables, que vincula de manera estrecha a América Latina con España y Europa. Dicho mercado ha generado un espacio tejido mediante innumerables rutas de coca o cocaína que engloba a América Latina, África y Europa, generando un área de inseguridad compartida que tiene graves implicaciones para todas las regiones afectadas.

Ciertamente, los avances logrados frente a las redes criminales transnacionales han sido muy importantes, pero finalmente siempre queda una sensación de frustración pese a la extraordinaria inversión realizada tanto en América Latina como en Europa y España en recursos materiales, humanos y tecnológicos. En la actualidad la mayoría de los especialistas coinciden en señalar el fortalecimiento de las redes transnacionales.

Quizá parte de las limitaciones en relación con los resultados de esta lucha contra el crimen organizado transnacional proceda de la forma en que se ha abordado el problema. El principio de corresponsabilidad entre las áreas productoras, distribuidoras y consumidoras parece un punto de partida esencial para abordar el análisis de los tráficos y las redes criminales entre América Latina y España y la UE. Este principio de corresponsabilidad, en la medida en que pone de manifiesto la dependencia entre las diferentes fases de los mercados ilegales, obliga a adoptar una visión global mediante la cual entender y poder visualizar la existencia de un espacio de inseguridad atlántico común mencionado.

La retroalimentación de este mercado, desde la oferta y desde la demanda, explica que en la región andina se concentre la mayor producción de hoja de coca del mundo y que, en torno a la misma, se hayan desarrollado redes criminales que han logrado convertirse en auténticas multinacionales para las que Europa y especialmente España son vitales, por sus altos niveles de demanda. De hecho, los atractivos que presentan el mercado europeo y español hacen suponer que, en los próximos años, la presencia de estas redes criminales latinoamericanas podría ser mayor, no sólo para alimentar el mercado de la droga sino otros tráficos ilegales. Máxime, considerando la naturaleza multiproductiva y policriminal que caracteriza a estas estructuras criminales. El tráfico ilegal de personas, la minería y la tala ilegal, entre otros, son negocios millonarios de los que aún se sabe muy poco pero que están avanzando a gran velocidad.

En este espacio interrelacionado, España ocupa un lugar trascendental para la reproducción de este mercado, ya que se ha constituido como:

  • Una posición estratégica privilegiada para ser una plataforma de distribución a toda Europa.
  • Un mercado de primera magnitud, siendo uno de los principales consumidores de cocaína de Europa.
  • Un lugar de refugio para las redes transnacionales latinoamericanas, por las facilidades que proporcionan una lengua y cultura común.

El objetivo último del Observatorio, de acuerdo con la existencia de este espacio compartido de inseguridad, es construir un mapa de tráficos ilegales, comenzando por el de la cocaína, para conocer la amenaza y poder dimensionarla con el fin de dar una respuesta proporcionada y acertada. Para ello es imprescindible aplicar una visión global y contemplar íntegramente todo el mercado en su conjunto, entendiendo en el mismo las fases de producción, distribución y consumo y la interdependencia que existe entre ellas.

Si la caracterización de las redes criminales y los tráficos exigen una visión global, las soluciones propuestas para controlar, cuanto menos, este mercado, deben tener la misma dimensión. La existencia de este espacio de inseguridad común no ha sido suficientemente atendida ya que la visión dominante es contemplar las zonas de origen como espacios ajenos a los mercados de distribución o de destino. Las políticas focalizadas en realidades locales o nacionales, ajenas a aquellas otras que inciden en el mismo problema que se pretende combatir, sólo pueden proporcionar soluciones parciales y con resultados limitados.

La experiencia demuestra que no es posible abordar de manera efectiva esta actividad criminal de forma aislada, intentando combatir la oferta, por un lado, en América Latina, y la demanda, por el otro, en Europa, de espaldas la una a la otra. No sólo eso, muy particularmente en América Latina cada país lo intenta de forma particular y al margen del país vecino, sin contemplar los factores que trascienden más allá de sus fronteras. En definitiva, se trata de proponer la creación de un espacio de cooperación multilateral, ante la existencia de un área común de inseguridad compartido entre América Latina, África y Europa.

Propuesta del Observatorio

La razón de ser del Observatorio es aportar un mayor conocimiento sobre un tema que adolece de importantes lagunas y para el cual tanto el análisis como las soluciones están dominadas por una visión fragmentada. Frente a ello, la propuesta del Observatorio consiste en:

“Aplicar una visión global, para entender la complejidad de los mercados internacionales, articulados mediante redes criminales transnacionales, con el fin de diseñar soluciones que respondan a la complejidad y a la dimensión de esa realidad. En la medida que América Latina, África y Europa comparten un espacio de inseguridad es preciso crear una malla de cooperación multilateral capaz de responder al problema de seguridad común que comparten.”

Bajo la visión y la propuesta planteada, el Observatorio pretende abordar las causas que favorecen este mercado, en todas sus fases, la capacidad para garantizar su existencia, las rutas que se emplean y las soluciones que se están aplicando, de manera particular y regional a un lado y otro del océano para, cuanto menos, controlar dicho mercado.

La naturaleza y las actividades ilegales de estas redes dificultan extraordinariamente la información. Sin embargo, más allá de este inevitable obstáculo no hay un seguimiento sistemático y continuado de los datos existentes a partir de los cuales realizar un trabajo de investigación integral y en profundidad. La información existente es de carácter periodístico y fragmentada.

Con el desarrollo de un trabajo de investigación realizado de manera sistemática y continuada se avanzaría en las lagunas mencionadas. Con ello, sería posible profundizar en la comprensión de las dependencias entre distintos ámbitos y fases del tráfico ilegal de droga o la interrelación de éste con otros mercados ilegales. También se podría profundizar en los fundamentos, funciones y modelos organizativos de estas redes criminales transnacionales, cuestiones sobre las que la misma EUROPOL y el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías reconocen que es preciso investigar.1

En coherencia con la visión expuesta, para la presentación del Observatorio y de sus objetivos se pretende caracterizar este mercado transnacional e interrelacionado. Para ello se examinará la configuración de las redes criminales que articulan este mercado y todas las fases de este último, la producción, la distribución y el destino. De esta forma, será posible evidenciar el principal argumento del Observatorio: la existencia de un espacio de inseguridad común atlántico entre América Latina y Europa y la necesidad de dar respuestas de acuerdo con esta dimensión.

Sonia Alda Mejías
Investigadora asociada, Real Instituto Elcano
 | @soniaaldamejias


1 EMCDDA-Europol (2016), EU Drugs Markets Report. In-depth Analysis, Lisboa.

Principales corrientes de tráfico de cocaína, 2011-2015. Fuente: Informe Mundial sobre Drogas de 2017, UNODC.