¿Una evolución a la griega del sistema de partidos español?

Cada vez resulta más evidente que el análisis del impacto que está teniendo la crisis del euro sobre los Estados miembros del sur debe hacerse con un ojo puesto en la evolución económica y otro en la política. Los importantes interrogantes sobre la sostenibilidad de la deuda, el acceso al crédito financiero o las reformas estructurales que pueden ayudar a que nuestros países recuperen la senda del crecimiento, se desarrollan en paralelo a otras incógnitas aún más preocupantes sobre la capacidad que tiene el sistema político en su conjunto para seguir resultando legítimo ante sus ciudadanos. Si estos no vislumbran una luz al final del largo túnel que dé sentido a tanto ajuste y si sigue deteriorándose la cohesión social, no puede resultar extraño que, entre otros efectos, se erosione rápidamente el apoyo a los grandes partidos políticos que han gestionado la crisis en los países de la periferia (aunque haya sido una gestión sin mucho margen, considerando el comportamiento que han tenido en este tiempo los mercados, los Estados miembros acreedores e incluso las instituciones europeas).

El caso griego es ya un ejemplo paradigmático de cómo la crisis de la deuda pública ha fulminado en solo tres años un sistema de partidos estable. Un sistema basado sobre dos grandes formaciones pro-europeas (el PASOK, vinculado al Partido de los Socialistas Europeos, y Nueva Democracia dentro del PPE) que durante 30 años habían sido capaces de atraer conjuntamente entre el 80% y el 85% del voto e ir alternándose en el poder con gobiernos monocolores de centroderecha o centroizquierda. Pues bien, como se resume en la Tabla 1, donde se recogen los resultados de las tres últimas elecciones, la suma de voto del PASOK y de Nueva Democracia ha caído en 35,4 puntos porcentuales (sobre todo por el lado socialista, que acumula más de 30 puntos de pérdida, aunque los conservadores también cayeron cerca de 15 puntos en mayo pasado, si bien luego recuperaron parte de su apoyo tradicional en la repetición electoral de junio). En paralelo, en estos pocos años ha subido nada menos que 22 puntos la izquierda radical (Syriza) y 14 puntos dos formaciones de extrema derecha y de derecha populista.

Tabla 1. Evolución del apoyo a los partidos con representación parlamentaria en Grecia

Partidos políticos

Resultados electorales

(% voto válido)

Volatilidad

Elecciones

octubre 2009

Elecciones

mayo 2012

Elecciones

junio 2012

2009-2012

2012-2012

Total

Nueva Democracia

33,5

18,9

29,7

-14,6

+10,8

-3,8

PASOK

43,9

13,2

12,3

-30,7

-0,9

-31,6

Syriza

4,6

16,8

26,9

+12,2

+10,1

+22,3

GI (derecha populista)

0

10,6

7,5

+10,6

-3,1

+7,5

AD (extrema derecha)

0,3

7,0

6,9

+6,7

-0,1

+6,6

OTROS

17,7

33,3

16,7

+15,6

-16,6

-1,0

Elaboración propia

Aunque en Grecia no existe el fenómeno de los partidos de ámbito autonómico, lo cierto es que en su origen el sistema de partidos griego guardaba un importante parecido con el español. Aquí también existe un sistema consolidado sobre la base de dos grandes formaciones europeístas (PSOE y PP) bien ancladas a sus respectivas familias socialdemócrata y popular en el Parlamento Europeo, que durante tres décadas han sido capaces de atraer conjuntamente entre el 80% y el 85% del voto e ir alternándose en el poder con gobiernos estables de centroderecha o centroizquierda.

Hasta ahora, pensábamos que era imposible el contagio a España de una pauta de evolución similar a la griega en donde grupos radicales o euroescépticos consiguieran capitalizar el malestar ciudadano y amenazar el bipartidismo clásico. Al fin y al cabo, existían importantes diferencias objetivas en la situación económica y política de los dos países y también había que tener en cuenta el mayor europeísmo español y las características mayoritarias de nuestra ley electoral. Sin embargo, la reciente publicación del Barómetro del CIS correspondiente a octubre de 2012 confirma algunos síntomas de muy rápida erosión en el apoyo a los dos grandes partidos. La Tabla 2 incluye la evolución de la intención de voto desde 2008 y muestra que –dando por buenos los votos estimados por el CIS para 2012– la suma de voto del PSOE y PP ha caído ya 19,3 puntos porcentuales en sólo cuatro años (15 puntos los socialistas y 4 los populares, aunque estos pierden casi 9 en sólo un año). Mientras tanto, suben fuertemente los partidos pequeños como IU y UPyD (alrededor de 6 puntos cada uno de ellos). También destaca el crecimiento de los partidos sub-estatales (5 puntos) y del voto en blanco (casi 3 puntos).

Es verdad que, a diferencia de lo ocurrido en Grecia, aún no han surgido partidos populistas o extremistas de derecha y que la izquierda beligerante contra la actual UE no ha desbancado a la socialdemocracia. Y es cierto también que la ley electoral española seguirá dificultando mucho más que la griega el desarrollo de esta tendencia. Sin embargo, no hay lugar a dudas sobre la erosión del PSOE y del PP, que supone ya más de la mitad de la que han sufrido sus equivalentes griegos. Además, una mirada a los datos recientes de Galicia, el País Vasco y Cataluña (donde destaca el hundimiento del PSOE a favor de grupos de izquierda no precisamente europeístas y la evolución populista del nacionalismo conservador en el caso específico catalán) refuerza esa conclusión.

Ya sabemos que la crisis del euro ha arrasado con todos los gobiernos de los países del Sur. Un paso cualitativo trascendental es cuando empieza a amenazar también a los sistemas políticos en su conjunto.

Tabla 2. Evolución del apoyo a los partidos con representación parlamentaria en España

Partidos políticos

Resultados electorales

(% voto válido)

Volatilidad

Elecciones

marzo 2008

Elecciones

noviembre 2011

Estimación CIS

octubre 2012

2008-2011

2011-2012

Total

PP

39,9

44,6

35,9

+4,7

-8,7

-4,0

PSOE

43,9

28,8

28,6

-15,1

-0,2

-15,3

IU

3,8

6,9

9,4

+3,1

+2,5

+ 5,6

UPyD

1,2

4,7

7,3

+3,5

+2,6

+ 6,1

OTROS

10,1

13,7

15,1

+3,6

+1,4

+ 5,0

Votos blancos

1,1

1,3

3,9

+0,2

+2,6

+ 2,8

Elaboración propia