El ‘Brexit’ no tiene sentido económico

(*) Publicado el 27/2/2016 en Expansión.

La pertenencia del Reino Unido a la UE está en el aire. David Cameron, primer ministro británico, ha alcanzado un acuerdo con sus socios europeos para redefinir la relación del Reino Unido con la Unión. Se ha pactado mantener al Reino Unido en la UE a cambio de otorgarle importantes concesiones en materia de gobernanza económica, competitividad, soberanía y beneficios sociales. El acuerdo se someterá a referéndum el 23 de junio y, dependiendo del resultado, los británicos podrían convertirse en los primeros en abandonar la Unión o en los primeros en tener un estatus especial (para muchos injustificable) dentro de la misma.

Más allá de las pasiones que rodean a este debate en el Reino Unido, no cabe duda de que, desde que el país se integrara en la entonces Comunidad Económica Europea en 1973, sus lazos económicos con sus socios comunitarios no han hecho más que aumentar. Aun así, desde el campo euroescéptico se insiste en afirmar que el Reino Unido no perdería demasiado en términos económicos si abandonara la UE porque se ahorraría las contribuciones al presupuesto europeo y podría seguir comerciando con los países de la Unión.

A continuación presentamos el mapa de interdependencia económica del Reino Unido (elaborado por el Real Instituto Elcano) para intentar aportar algo de luz a este debate. Como veremos, existe un débil fundamento económico para justificar la salida del Reino Unido de la UE. Aunque los británicos pudieran sustituir su pertenencia a la Unión por tratados de libre comercio e inversión (algo que en este momento no está claro), no cabe duda de que su salida implicaría importantes costes. El fin de la libre circulación de factores (bienes, servicios, capitales y trabajadores) supondría la aparición de nuevas trabas a los intercambios económicos y la estabilidad del marco jurídico vigente que asegura el mercado interior se pondrían en cuestión, lo que seguramente reduciría los flujos económicos del Reino Unido con el resto de países comunitarios, muchos de los cuales son sus principales socios comerciales e inversores.

Deconstruyendo la interdependencia de la economía británica

Para medir con quién se relaciona económicamente el Reino Unido y de qué forma, utilizamos el mapa Elcano de oportunidades y riesgos estratégicos, que se elaboró por primera vez para la economía española en 2005, y se ha venido actualizando desde entonces (sus sucesivas ediciones están disponibles en www.realinstitutoelcano.org). El mapa se configura a partir de dos elementos. Un índice de interdependencia económica (construido con datos de comercio de bienes y servicios, flujos y stocks de inversiones directas y flujos bancarios transfronterizos) y un índice de riesgo económico y político para todas las demás economías del mundo. Ambos índices permiten configurar un mapa –o radar– de oportunidades y riesgos estratégicos, que refleja la importancia y nivel de riesgo de los 35 países del mundo con los que la economía británica mantiene relaciones económicas más intensas.

steinberg brexit fig 1

Como se observa en el gráfico, y con datos de 2014, el principal socio económico del Reino Unido es, con mucha diferencia, el resto de países de la UE. Así, el valor del índice de interdependencia alcanza el valor de 30 para los 27 países de la UE (28 menos el Reino Unido), mientras que solo alcanza el valor de 16 para el segundo socio económico británico, que es Estados Unidos. Por lo tanto, según nuestros cálculos, el Reino Unido tiene casi el doble de intensidad económica con el resto de países de la UE que con Estados Unidos, que es su principal socio si los países de la UE se contabilizan por separado y no como un bloque.

“El Reino Unido y España comparten una serie de características comunes […] que los hacen tener muchos intereses comunes dentro de la UE”

El Reino Unido tiene además una elevada interdependencia con Noruega debido a las importaciones energéticas y una “artificialmente” alta interdependencia con Luxemburgo, derivada de las inversiones cruzadas. España es el séptimo socio económico británico mientras que el Reino Unido, por su parte, es el segundo socio económico de España, tras Alemania y por encima de Francia. Además el Reino Unido y España comparten una serie de características comunes, como su visión atlántica, la elevada importancia del sector financiero, o el ser “islas” energéticas, que los hacen tener muchos intereses comunes dentro de la UE. Por lo tanto, se puede anticipar que la economía española sería una de las más perjudicadas por un hipotético Brexit.

Resulta llamativo que la interdependencia de la economía británica con Alemania en la actualidad es muy similar a la descrita por Keynes en Las consecuencias económicas de la paz respecto a la relación existente antes de la I Guerra Mundial cuando afirmaba que “en cuanto a Inglaterra, exportábamos más a Alemania que a cualquier otro país del mundo, excepto India, y le comprábamos más que a ningún otro país del mundo, salvo a Estados Unidos.” Exactamente la misma posición que en la actualidad.

Por último, llama la atención que los vínculos de la economía británica con sus socios de la Commonwealthno son tan altos como cabría esperar en un principio, especialmente con aquellos que, como India, se espera que tengan un gran dinamismo económico en el futuro. Asimismo, no existe evidencia alguna que indique que la pertenencia del Reino Unido a la Unión Europea sea un impedimento para que las empresas británicas puedan abrirse camino en los mercados asiáticos. De hecho, el Reino Unido puede utilizar de forma estratégica su pertenencia a la Unión para aumentar sus exportaciones e inversiones hacia esos países.

En definitiva, la relevancia de las relaciones comerciales, inversoras y la amplitud del grupo de países de la UE que son tanto socios fundamentales como oportunidades estratégicas para el Reino Unido, sumado a que Londres es hoy la principal plaza financiera del euro (algo que difícilmente se mantendría si el Reino Unido abandonara la Unión), debilitan la justificación económica para que los británicos optaran por abandonar la Unión Europea.

Federico Steinberg
Investigador principal del Real Instituto Elcano
| @SteinbergF