Jóvenes y seguridad: sobre percepciones y cultura de defensa

Reunión con jóvenes profesionales de Seguridad y Defensa en el Real Instituto Elcano. Foto. Diana Barrantes. Blog Elcano
Reunión con jóvenes profesionales de Seguridad y Defensa en el Real Instituto Elcano. Foto. Diana Barrantes.
Reunión con jóvenes profesionales de Seguridad y Defensa en el Real Instituto Elcano. Foto. Diana Barrantes. Blog Elcano
Reunión con jóvenes profesionales de Seguridad y Defensa en el Real Instituto Elcano. Foto. Diana Barrantes.

Hoy, 28 de octubre, el Real Instituto Elcano organiza, junto con la NATO’s Public Diplomacy Division y otros think tanks europeos, el seminario La OTAN y el nuevo arco de crisis”, en el que ha sido invitando a inaugurar el mismo al Embajador Alexander Vershbow, Vicesecretario General de la OTAN, y donde al día siguiente el General Hans-Lothar Domröse, Comandante del Mando Conjunto de las Fuerzas Aliadas, realizará la presentación de los ejercicios Trident Juncture 2015.

Previo a este seminario, se celebró en la sede del Instituto una reunión con jóvenes profesionales representantes de diversas instituciones relacionadas con la seguridad y la defensa –medios de comunicación especializados, universidades, asociaciones, ONG, empresas privadas o think tanks– a los que se les hizo un briefing sobre el estado de la cuestión en lo que a políticas, actividades y operaciones OTAN se refiere. Además, se realizó un análisis sobre contexto sociopolítico y geoestratégico, retos, oportunidades y potenciales escenarios, todo ello en función de lo debatido y acordado en la Cumbre de Gales y a colación de los ejercicios Trident Juncture 2015, en los que España es país anfitrión.

Y es que constatamos que la cultura de defensa y seguridad de la sociedad española no está tan desarrollada como en otros países, ni de la forma más equilibrada que sería deseable. Esto se refleja también en la población joven española. Como ya analizáramos con anterioridad en este mismo Blog, existe una escasa percepción de riesgos y amenazas para España por parte de la ciudadanía española. También, un desconocimiento de las labores y cometidos de las Fuerzas Armadas y, paralelo a ello, un limitado consenso ante la participación de las FAS en misiones internacionales, ya sean misiones OTAN, misiones de paz de Naciones Unidas o misiones europeas.

Uno de los principales motivos de esta limitada percepción pública sobre desafíos a la seguridad se debe en gran medida a la escasa cultura de seguridad y defensa. A pesar de que encuestas como el Barómetro del Real Instituto Elcano (BRIE) constatan que los españoles son cada vez más conscientes de las amenazas internacionales para la seguridad nacional –el terrorismo islamista, con la organización Daesh a la cabeza, ocupa el primer puesto en la valoración de objetivos de política exterior española–, ello no significa que lo consideren en absoluto una prioridad, como refleja el último barómetro del CIS, en el que tan sólo un 1% de los encuestados consideran al terrorismo internacional como un problema para España, y tan sólo el 0,1% considera que le afecta directamente. Mientras no se entiendan las amenazas externas para un país como España, tampoco se entenderá la pertinencia de pertenecer a una alianza político-militar como es la OTAN, ni las responsabilidades, deberes y valores que ello implica.

Ello, a su vez, redunda en un escaso seguimiento informativo de las acciones de las FAS en el extranjero, una limitada tolerancia a la contribución presupuestaria del sector de la defensa y la consiguiente escasa dotación económica destinada a capacidades y formación del personal militar, en detrimento del cumplimiento de las obligaciones internacionales que la pertenencia a una alianza como la OTAN conlleva.

La celebración del Trident Juncture, en el que España es nación anfitriona junto a Italia y Portugal, con el Mediterráneo como escenario –área de absoluta prioridad estratégica para España­– es una buena oportunidad para repensar la formación, y la información, que la sociedad española puede percibir acerca de las funciones de las FAS, la membresía en organizaciones internacionales como la OTAN y lo que ello supone para el país. Por un lado, en cuanto a las ventajas y limitaciones de dicha pertenencia. Por otro, en cuanto a las obligaciones que la participación, contribución y consiguiente presupuestación que ello exige. Información valiosa para que una sociedad, madura y exigente, pueda conformar su opinión y posicionarse al respecto, y especialmente valiosa en los jóvenes que, después de todo, serán los líderes del mañana.