La creación de un espacio europeo de libertad seguridad y justicia para 2004 es el siguiente gran objetivo estratégico de la Unión Europea tras el mercado único y la unión monetaria. Es una apuesta arriesgada si se tiene en cuenta que la Justicia y los asuntos de Interior (JAI) siempre estuvieron marginados de las prioridades y políticas comunes y no encontraron un hueco en los tratados de la Unión Europea hasta Maastricht (1991) y Ámsterdam (1997).
En este capítulo se comparan las tres Presidencias que hasta el momento ha ejercido España con el objetivo de valorar los factores que podrían condicionar la actuación presidencial de un Estado miembro. Esta comparación permite identificar las continuidades y cambios que tienen lugar en las actitudes y prioridades políticas y la concepción subyacente del proceso de integración europea. Dado que España tan sólo ha presidido la UE en otras dos ocasiones (1989 y 1995), es posible realizar un análisis detallado de estos mandatos, aunque esta circunstancia reduce la profundidad de los casos considerados, lo que podría evitar alcanzar conclusiones definitivas.
El autor, en los dos documentos que aquí se presentan, hace un balance de lo que han supuesto los Consejos Europeos de Barcelona y Sevilla para la Unión Europea, sobre los que ha escrito dos libros, publicados por Eurocomment Foundation.
Este texto analiza la próxima ampliación de la UE desde la perspectiva de los países candidatos de Europa del Este que se incorporarán en el año 2004 (Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, República Checa, Eslovaquia, Hungría y Eslovenia). No se tratan aquí los retos institucionales ni económicos que la ampliación plantea a la UE, que están recogidos ya en otras publicaciones y que son objeto de atención continua en la prensa diaria. El texto se centra en la percepción de los candidatos sobre su proceso de acercamiento a la Unión. En particular se tratan los motivos económicos, políticos y de seguridad que les impulsa a buscar su incorporación a la UE, las decepciones sufridas en el proceso de acercamiento, los temores y expectativas asociados a la integración, la influencia de la UE sobre la cooperación regional y sobre la pacificación en el área, el papel intermediario de Alemania y las dificultades originadas en el acercamiento a la UE por la debilidad de las Administraciones públicas, por la corrupción y por los problemas de integración de la minoría gitana.
La Presidencia Española de la Unión Europea de 2002, a pesar de que no pudo avanzar en una buena parte de su agenda a nivel europeo, tuvo un desempeño bastante bueno en dos asuntos que reflejaban un verdadero e indiscutible interés europeo: el lanzamiento del euro y las negociaciones sobre la ampliación.
En este estudio se comparan los dos principales acontecimientos en materia de relaciones exteriores celebrados durante la presidencia española del Consejo de la Unión Europea: la V Conferencia Euromediterránea (Valencia, 22-23 de abril) y la II Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea, América Latina y el Caribe (Madrid, 17-18 de mayo). También se evalúa la influencia de la presidencia española en los desarrollos y resultados de tales acontecimientos.
Las formas contemporáneas de relaciones interregionalistas europeas con países en vías de desarrollo tienen su origen en la década de los setenta. La aparición de lo que se denominó "nuevo interregionalismo" en la década de los noventa en respuesta a la transformación del orden mundial contribuyó, a su vez, a una transformación del interregionalismo.
La liberalización, que había estado progresando en este entorno desde la década de 1960, fundamentalmente en materia de comercio internacional, aceleró su ritmo en España durante la década de 1980 y adquirió aún más velocidad en la de 1990. Los primeros seis meses de 2002, período de la Presidencia española del Consejo Europeo, proporcionaron a España una plataforma en la que mostrar su liderazgo en esta área. Este documento examina el proceso de liberalización, su particular carácter, sus tensiones y contradicciones en España y la contribución de la Presidencia española. Concluye con una valoración de la credibilidad de España como defensora de la liberalización.
El pasado 28 de octubre se presentó un proyecto de Constitución para Europa en el seno de la Convención Europea. Este documento de trabajo trata de explicar el proceso que ha conducido a esta sorprendente propuesta, fruto del debate sobre el futuro de Europa, así como las implicaciones y consecuencias que puedan derivarse de ella para la política europea.
Si, como subrayan los medios de comunicación de Estados Unidos, la potente inmigración de la última década está cambiando "la cara de América", los datos e informes que desgranan la Oficina del Censo y los institutos especializados no hacen sino subrayar el liderazgo latino en esa transformación. Las consecuencias a largo plazo de este giro y el impacto que ello pueda tener en ambos polos es algo de lo que sólo el tiempo podrá darnos razón.